Al igual que en la provincia de Buenos Aires o Córdoba, Tucumán no escapa de la brutal caída de la actividad económica. Una de las empresas más importantes de este distrito norteño enfrenta una dura caída del consumo y, por consiguiente, problemas en la empleabilidad.
Se trata de Papelera Tucumán y sus actuales dificultades reavivan el histórico conflicto que poseen sus dueños, encabezados por Alberto Reynaldo Pierri y el Sindicato de Obreros de la Industria del Papel y Cartón de Tucumán, que tiene como último antecedente la aplicación, durante el año pasado, de una reducción en la producción debido a la caída de la demanda y al incremento de las importaciones.
En el último período concretó siete despidos entre el personal de la planta, que cuenta con menos de 200 trabajadores. Por este motivo, el gremio realizó un paro de actividades en abril, lo que derivó en el inició de un proceso de discusión en la Secretaría de Trabajo provincial, en el marco de la conciliación obligatoria.
Allí, los trabajadores alertaron sobre la “falta de inversión” por parte del privado y solicitaron mejorar las condiciones laborales y de higiene y seguridad, tras la muerte de un operario en la fábrica, ubicada en Lules.
Al respecto, el secretario general del Sindicato, Ramón Aguirre, manifestó: "Reclamamos por la falta de cobertura de puestos de trabajo y por la incorporación de trabajadores sin experiencia ni conocimiento en la industria, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Es necesario que funcione una comisión de higiene y seguridad, y que se respeten sus informes y acuerdos".
“Vocación de diálogo”
A las objeciones señaladas por los trabajadores, se suma el desarrollo de la negociación salarial con la cámara nacional de empresas en un contexto muy adverso.
Aguirre señaló que, "en momentos de crisis, tenemos que salir adelante juntos, y el diálogo es fundamental”. “Tenemos vocación de diálogo, aunque no sabemos cómo seguirá esto. No reincorporaron a los despedidos; sin embargo, están contratando gente. Eso demuestra que se trató de una decisión política, ya que no se presentó un procedimiento preventivo de crisis", puntualizó.
Asimismo, entendió que “la empresa debe asumir su responsabilidad social y laboral, porque hay un convenio colectivo de trabajo que debe cumplir”.
Al cierre de esta edición, los representantes de Papelera Tucumán no emitieron declaraciones al respecto.
En Scania
Tras una semana de suspensión, los trabajadores de la planta ubicada en Colombres volvieron a la actividad. En este sentido, desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) informaron que la empresa normalizó su producción, luego de la suspensión de paralizarla entre los días 16 y 22 pasados, como consecuencia de la disminución de los pedidos provenientes de Brasil y Europa.
Por otro lado, representantes gremiales de los trabajadores de la planta de Topper Argentina plantearon ante las autoridades de la Legislatura la difícil situación que atraviesa la industria del calzado en Tucumán. En los últimos días, se confirmó una reducción de las jornadas laborales para evitar más despidos en la fábrica ubicada en Aguilares.