Desde el retorno de la democracia, el pueblo trabajador padeció medidas económicas y políticas de varios gobiernos que pasaron en el poder, pero durante los cuatro (4) años de gobierno del expresidente Macri, se debieron sufrir, además, políticas de una gestión con una mirada abiertamente anti obrera.

Apuntaron a paritarias a la baja, a discutir Convenios Colectivos a la baja, intentaron avanzar en una reforma laboral a la baja, aumentaron el número de trabajadores pagando el nefasto impuesto a las ganancias, entre otras cosas.

Por estos días, nos encontramos ante un segundo gobierno nacional de la democracia, que demuestra también ser anti obrero con absoluta claridad.

Si bien el presidente de la Nación no proviene directamente de la política partidaria, gran parte de su gabinete está compuesto por ex integrantes del gobierno del expresidente Macri, lo que marca el Norte de hacía donde vamos.

En su equipo de trabajo, tiene varios miembros de la casta política de siempre, o sea, a la casta la tiene adentro de su propio gobierno.

Devaluó la moneda nacional casi ciento veinte (120%) por ciento, licuando así los salarios y las jubilaciones.

Esta acción, implicó enviar directamente a la pobreza a casi todo el pueblo argentino (incluyendo jubilados y otros sectores vulnerables).

Destruyó en tiempo récord, el poder adquisitivo de todas y todos.

Hay quienes sostienen, que estamos frente al gobierno nacional más empobrecedor de la ciudadanía, desde el retorno de la democracia.

Se aprobó una reforma laboral a la baja por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia (en el que incluye un sin número de derogaciones de otras leyes y marcos legales nacionales, que deberían haber sido exclusivamente debatidos y tratados solo por el Congreso Nacional, y no en incluidos en un DNU), arrogándose facultades legislativas que no le corresponden al poder Ejecutivo.

Discutir leyes nacionales y otros marcos legales (por ejemplo: que el Código Civil), que necesitan de un estudio profundo y ajustado a la Constitución Nacional, merecen un verdadero debate en el Congreso Nacional que es el ámbito para hacerlo.

Para nada, el mecanismo de avanzar en ellos conforme lo establece expresamente nuestra propia Constitución Nacional (Art. 99 inc. 3), es el Decreto de Necesidad y Urgencia, debido a que no cumple entre otras cosas, ni con los presupuestos mínimos para su dictado.

Este DNU, será revisado por la justicia a través de innumerables presentaciones de acciones de amparo.

Sobre todos quienes sabemos de derecho, entendemos que el mega DNU firmado por el actual Presidente, por el Jefe de Gabinete y Ministros, debería ser en poco tiempo declarado inconstitucional por la justicia argentina, ajustándose a las disposiciones de nuestra Constitución Nacional en primer lugar.

Por otro lado, se liberaron todos los precios de la economía, aumentando por ejemplo más del cien (100%) por ciento los alimentos, el treinta y siete por (37%) ciento en un solo día los combustibles, y así medicamentos, tarifas, etc.

Liberó todo, menos las recomposiciones salariales y las jubilaciones, con cláusula gatillo.

Con relación al marco legal laboral, no resiste análisis la inconstitucionalidad de este, debido a que, en nuestro país, existe el Principio de Progresividad Laboral. Esto significa que, en caso de modificaciones normativas en el plano laboral, estás deben ser para mejorar, ampliar e incorporar nuevos derechos, pero bajo ningún concepto puede ser regresiva, es decir, recortar, limitar o suprimir derechos adquiridos.

La reforma laboral impulsada por el presidente Milei, pretende retroceder más de cien años en derechos y conquistas obreras, para llevar a la clase trabajadora a una suerte de esclavitud laboral moderna del siglo 21, beneficiando a la patronal y predicando en todo a la fuerza del trabajo obrero.

Por otro lado, pretenden que se vuelva a aplicar el Impuesto a las Ganancias a trabajadores y jubilados, cuando el mismo presidente, siendo Diputado Nacional votó en contra.

Será clave el rol activo que comience de una vez por todas a tener la dirigencia de la C.G.T., y también el de cada sindicato de la República Argentina, de norte a sur y de este a oeste, porque no solo vienen las leyes laborales, por los Convenios Colectivos modelos, por los puestos de trabajo, sino también por las organizaciones sindicales.

Sin lugar a duda, vienen tiempos de lucha y de resistencia, a los embates anti obreros nuevamente en esta bendita Nación soberana.