El sector textil argentino enfrenta un panorama sombrío en el cuarto trimestre de 2024, según una encuesta realizada por la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) a 68 empresas del rubro. Un alarmante 72% de las empresas reportó una caída en sus ventas, con una disminución interanual del 11%.
Aunque la caída es más pronunciada que en el bimestre anterior, se observa una desaceleración en comparación con los primeros bimestres del año. Sin embargo, la gravedad tiene que ver con la persistencia en el tiempo de la situación.
Impacto de los costos salariales
Según la encuesta, solo el 7% de las empresas relevadas logró trasladar completamente el costo salarial derivado de las paritarias a los precios finales de sus productos. Este dato indica que una gran mayoría de las empresas aduce estar lidiando con márgenes de ganancia significativamente afectados. A pesar de esto, la cantidad de empresas que no pudieron reflejar estos costos en los precios finales disminuyó un 40%, lo que podría indicar que algunas están tratando de adaptarse a la situación.
Tendencias de precios
En cuanto a los precios, las prendas de vestir y calzado experimentaron un aumento interanual del 166,7% a nivel nacional, lo que es notablemente inferior al aumento general del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue del 236,7%.
Esta discrepancia sugiere que, a pesar de los incrementos en el costo de producción, el sector textil argumenta haber intentado mantener precios competitivos, lo que a su vez afecta su rentabilidad. En la Ciudad de Buenos Aires, el incremento de precios en indumentaria fue del 58,2% durante los primeros ocho meses del año, en comparación con un 106,8% en el IPC general.
Reducción de personal
El impacto en el empleo es otro aspecto preocupante, con un 41% de las empresas reportando una reducción en su dotación de personal. Este recorte se debe a jubilaciones, renuncias no reemplazadas y despidos. Además, se observó un aumento en las suspensiones y despidos en el último bimestre, lo que refleja un ambiente laboral incierto. La reducción de horas extras ha sido constante desde el inicio de 2024, lo que también contribuye a una disminución en el ingreso de los trabajadores.
Expectativas negras
Las expectativas para el cierre de 2024 son mayormente pesimistas. Un 51% de los encuestados prevé un año regular, un 19% anticipa un panorama negativo y solo un 1% se siente optimista respecto al futuro inmediato. El 37% de las empresas está considerando la posibilidad de realizar más suspensiones o despidos durante el resto del año, lo que subraya la falta de confianza en una recuperación rápida.
Modelos de producción
En términos de producción, la encuesta revela que el 29% de las empresas produce externamente a través de talleres de terceros, mientras que el 28% lo hace internamente. Un 43% restante utiliza una combinación de ambas modalidades. Esta diversidad en los modelos de producción podría ofrecer a las empresas cierta flexibilidad para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.
En resumen, el sector textil argentino se enfrenta a un panorama oscuro, impulsado porla caída en las ventas, la presión por los costos y la incertidumbre laboral. Todo junto.