El cierre de listas redundó también en una baja en las protestas sindicales y piqueteras

La unción de Sergio Massa como precandidato presidencial parece contener las protestas, a pesar del deterioro en los ingresos.

La conflictividad social bajó notoriamente en los últimos días conforme la confirmación de las listas de candidatos. Los gremios y organizaciones sociales vinculadas al oficialismo “por ahora” no volverán a marchar a los ministerios de Desarrollo Social y Economía, por caso, como sí lo habían hecho en las últimas semanas.

El 16 de junio pasado la CTA Autónoma, referenciada en Hugo “Cachorro” Godoy, había realizado un paro nacional con movilización y viene expresando desde hace tiempo sus reparos al trazado económico del ex Frente de Todos: en abril la actividad económica cayó más del 4% por caso, según informó en las últimas horas el Indec.

El factor Massa

La unción de Sergio Massa como precandidato presidencial, con todo, parece contener las protestas. Sí bien Unidad Popular, el partido referenciado en Claudio Lozano y el propio “Cachorro”, integra Unión por la Patria (UP), en las últimas horas expresó su malestar por la impugnación de algunas listas que llevan candidatos del espacio, maniobra adjudicada a La Cámpora, como aseguran habría ocurrido en Lanús.

En algunas de esas movilizaciones participaron las agrupaciones enroladas en el Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que venían teniendo un vínculo esquivo con la ministra Victoria Tolosa Paz, que finalmente quedó en el segundo lugar de la boleta de candidatos a diputados por Provincia de UP.

“Paz social”, ironizan en la central que tiene a Esteban “Gringo” Castro como secretario general cuando se los consulta si volverán a la calle para protestar por el ajuste en las entregas de los merenderos o las demoras en el pago del aguinaldo social, por caso.

Freno a los reclamos

Parecería que en la actualidad primara la urgencia por dar señales de la “forzada unidad” que intenta exponer desde el pasado fin de semana la coalición oficialista.

Si bien los ruidos por el cierre de listas a nivel distrital persiste, parecería haber un encolumnamiento detrás de la estrategia de “aquietar las aguas” que emana desde los despachos de Cristina Kirchner y del propio Massa.

La Unidad Piquetera, conformada por organizaciones de izquierda, también ha bajado la intensidad de sus movilizaciones, aunque continúa con sus propias demandas. El pasado miércoles hubo una marcha a la sede de la Gobernación bonaerense con reclamos por mayor asistencia a la administración que conduce Axel Kicillof.

Pero el nuevo escenario, con todo, no deja de llamar la atención porque si bien la inflación registra en las últimas semanas un leve declive aún persiste el fuerte deterioro en los ingresos que ocasionó la disparada del primer semestre que tuvo su cénit en abril cuando el Índice de Precios al Consumidor marcó un alza del 8,4%. El citado informe del Indec arrojó que en el cuarto mes del año los salarios subieron, en promedio, sólo un 5,7%. Tremenda caída que se suma a la erosión sobre los ingresos que se viene acumulando desde 2021.

Tanto en el oficialismo como en la oposición reconocen que de cara a las PASO habrá solo 5 semanas de campaña y que difícilmente con la política imbuida en la etapa proselitista, arrecien las protestas callejeras.

 

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