Gremios de la salud rechazan la reforma sanitaria libertaria y preparan medidas para ponerle un freno

Distintos sectores de trabajadores y profesionales acusan al gobierno de Milei de poner en marcha una transformación regresiva del sistema de salud, que queda alineada a Estados Unidos. El caso del Hospital Garrahan como emblema de la situación que se vive.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Viernes, 30 de mayo de 2025 10:00

La visita al país del secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., fue difundida por el gobierno nacional como muestra del alineamiento con la presidencia de Donald Trump, con quien Javier Milei se suele jactar de tener una “gran relación”. En materia sanitaria, la gestión argentina confirmó que se firmó una declaración conjunta, donde se comprometen a realizar tareas en común. Bajo el paradigma del Make America Healthy Again -Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable que juega con el MAGA trumpista –ambos gobiernos se comprometen a una serie de directrices, comenzando por la salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que esta semana se formalizó.

En este contexto, el Ministerio de Salud nacional anunció una importante reforma sanitaria, para crear un “modelo más libre, transparente y preventivo”, que apunta a varios cambios vinculados a la relación con los laboratorios o la industria de los alimentos. La iniciativa cosechó en pocos días una avalancha de críticas, porque entre otras cosas adelanta que “pondrá el foco en los procesos de fabricación, aprobación y supervisión de vacunas”, lo que se interpreta como un guiño al discurso “anti vacunasde Robert F. Kennedy Jr., que casi le cuesta su puesto. Así las cosas, los gremios de los trabajadores de la salud preparan la resistencia a los cambios, y alertan de sus consecuencias, como los conflictos que se vienen en estos días en el Hospital Garrahan, donde se mantiene el paro de residentes pese a la conciliación obligatoria.

La reforma del sistema de salud que anunció Lugones generó un verdadero cimbronazo en el sector, ya que cambia el paradigma de la atención. “Es el inicio de un cambio de un sistema sanitario a un sistema de aseguramientos, un viejo anhelo del Banco Mundial para nuestros países”, le dijo a Data Gremial una fuente del sector. En este punto, se recordó que el gobierno de Mauricio Macri intentó este paso con la Cobertura Universal de Salud (CUS), que dejó sin efecto el gobierno de Alberto Fernández. “Pero esta gente va más a fondo, con más decisión”, agregó la fuente consultada. Por eso los trabajadores y profesionales preparan la defensa.

Este viernes, por ejemplo, la Federación Sindical Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Salud (FESINTRAS) realizará un congreso en la Ciudad de Buenos Aires, para evaluar la situación sanitaria a lo largo de todo el país y definir “un plan de acción conjunto del sector”. Bajo el lema “Los trabajadores de la salud estamos de pie”, uno de los temas centrales del Congreso será la cuestión salarial.

Desde FESINTRAS advierten que “los salarios en salud son bajos en todo el país y el pluriempleo es un problema cada vez mayor. La situación es aún más crítica en los hospitales que dependen del Gobierno Nacional, que prácticamente no han tenido paritarias ni actualizaciones salariales. Sumidos en esta realidad, los profesionales se van al sector privado”.

La jornada congregará un amplio espectro de representantes gremiales de las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Chubut, Entre Ríos, Salta, Corrientes, Río Negro, Córdoba y Mendoza; además de la Ciudad de Buenos Aires. Todos coinciden en que “no hay margen para más motosierra en el sistema de salud”, subrayando la importancia de proteger y fortalecer el sistema sanitario frente a la creciente demanda provocada por el aumento de la pobreza y la crisis económica.

El encuentro se llevará a cabo en un contexto de “grave crisis en el sistema público de salud, que como consecuencia del feroz ajuste puesto en marcha enfrenta hoy cientos de despidos, hospitales nacionales vaciados y amenazados de cierre, desmantelamiento de programas de promoción y prevención, eliminación de organismos claves, cierre de residencias y servicios, y reducción y fuga de personal altamente calificado en hospitales de referencia, como el Garrahan, Bonaparte, Cuenca Alta y El Cruce”.

Frente a este complejo escenario, en el marco del Congreso se promoverán Foros en Defensa de la Salud en todas las provincias, involucrando a pacientes, instituciones y organizaciones de la salud. "El presidente Milei está abandonando a la población más vulnerable, a las personas con discapacidad, a los jubilados, a los pacientes de salud mental, oncológicos y a quienes padecen enfermedades crónicas", sostuvieron desde FESINTRAS.

Rechazo unánime

Como los gremios de la FESINTRAS, otros sectores salieron al cruce de la reforma sanitaria que anunció el gobierno de Milei, cuyos ejes se fueron difundiendo en estos días. En una declaración pública, el denominado Frente en Defensa de la Salud Pública y la Vida repudió la visita de Robert Kennedy Jr., quien en sus primeras medidas despidió a 10 mil trabajadores del sistema sanitario norteamericano.

La agenda común entre el presidente Milei y Trump, antisanitaria y antiderechos, busca ser reforzada con esta visita, y en lugar de promover sistemas de salud universales con presupuesto adecuado y un rol central del Estado, con trabajadores con derechos y bien pagos, lo que propone Robert Kennedy, al igual que el ministro Lugones, es destruir el sistema de salud público”, expresó este espacio, formado por sindicatos, grupos de pacientes y especialistas del sector.

Ante esto, se alerta a toda la población que “detrás de los cantos de sirena de Robert Kennedy, de Mario Lugones, de Milei y de Trump sobre  las presuntas bondades de la privatización y el sálvese quien pueda en salud solo se esconde enfermedad y muerte para la mayoría de las poblaciones”.

Por su parte, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) se refirió a la salida de la Argentina de la OMS, que consideró “nada más que un apoyo simbólico a la administración de Donald Trump, ya que el aporte económico de nuestro país es mínimo, en comparación a Estados Unidos que aporta el 13 por ciento de su financiamiento a escala global”. “Esta decisión se une al cese de los apoyos del gobierno norteamericano a los programas para las emergencias sanitarias, lo que va a redundar, en los próximos meses, en el aumento de la morbilidad y la mortalidad en los países más pobres del planeta”, dijo el texto firmado por la presidenta de la entidad, María Fernanda Boriotti.

La actitud servil y seguidista a la política exterior de Trump de romper con el sistema de Naciones Unidas deja a la Argentina absolutamente aislada también en la Organización Panamericana de la Salud. Si bien esta organización internacional adolece de insuficiencias y defectos en su propuesta (particularmente en que no apoya de manera explícita la caída de las patentes frente a una emergencia sanitaria internacional y en la falta de toma de posición respecto a los patógenos), por lo menos expresa la voluntad de las naciones de converger en un sistema mundial de apoyo mutuo frente a futuras emergencias sanitarias mundiales”, agregaron. “Un peligro adicional es que, a raíz de ello, avancen aún más los sectores privados, que ya aportan una buena parte del presupuesto de OMS con sus donaciones filantro-capitalistas (el principal es Bill Gates), e impongan con más dureza su agenda guiada por el lucro", recalcó la FESPROSA, que nuclea a gremios de la salud de todo el país, que rechazó “el discurso irresponsable del ministro Lugones llamando a acabar con el populismo sanitario y destruyendo conceptual y materialmente la capacidad del Ministerio de Salud para intervenir en las regulaciones y apoyar a las provincias”.

La situación del Garrahan

La reforma del sistema sanitario se dio en momentos que hay duros cuestionamientos al Ministerio de Salud, en especial por la situación que se vive en el Hospital Garrahan. Centro de referencia nacional en pediatría, los residentes lanzaron un paro por los bajos salarios, y acusaron a la administración compartida entre Nación y CABA de poner en “situación de colapso” al nosocomio.

Pese a la conciliación obligatoria lanzada por el Ministerio de Capital Humano, ayer jueves se mantuvo la protesta, reclamo de “mejoras salariales y condiciones de trabajo dignas”. El salario de uno de estos profesionales ronda en la actualidad los 797 mil pesos mensuales, cifra que no sólo queda por debajo de la línea de pobreza, sino que además “resulta irrisoria frente a las más de 70 horas semanales que implica el trabajo hospitalario”. “Hace más de un año que no tenemos un aumento significativo”, recalcaron.

Según un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los salarios de los médicos han caído un alarmante 35,5 por ciento en términos reales desde noviembre de 2023 hasta mayo de 2025. “A pesar de que el salario bruto mensual alcanzó los 994.113 pesos en mayo de este año, la inflación sigue superando los aumentos salariales, dejando a los trabajadores con un poder adquisitivo cada vez más bajo”, destacó el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial.

El sector de la salud no es el único afectado por las políticas de la administración de Javier Milei. En el último año, “los incrementos salariales en el ámbito hospitalario han quedado sistemáticamente por debajo de la inflación, lo que refleja un desajuste creciente entre el costo de vida y los ingresos de los trabajadores”. En paralelo, las políticas del gobierno de La Libertad Avanza han priorizado la "inversión" en Defensa, mientras se recortan recursos en áreas clave como la ciencia y la tecnología.

Otro de los aspectos más graves de esta crisis sanitaria, agregó CEPA, “ha sido el aumento en los despidos de médicos y trabajadores de la salud”. En 2024, “más de 100 profesionales fueron despedidos de hospitales emblemáticos, como el Garrahan, el Posadas y el Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte”.

Este ajuste tiene un claro objetivo: “contener el gasto público a costa de la calidad del servicio de salud, generando un fuerte malestar en los profesionales del sector”. “Mientras los trabajadores de la salud luchan por mantener sus empleos y salarios dignos, el gobierno de Milei ha decidido duplicar su inversión en Defensa”, recordaron. Según los datos, “el gasto en el área de seguridad y represión aumenta cada semana, con el despliegue de más de 1000 efectivos federales cada miércoles”. “Esta estrategia de priorizar el aparato represivo del Estado sobre los sectores sociales más vulnerables es una de las principales críticas que recibe el actual gobierno”, concluyó CEPA.