Ante la caída de la actividad siderúrgica, Acindar acuerda extender el plan de suspensiones

Con el visto bueno de la UOM de Villa Constitución, el año que viene se va a sostener el esquema que rige de este año, que intenta paliar la crisis productiva de la provincia de Santa Fe y el país.

Martes, 16 de diciembre de 2025 11:40

La empresa siderúrgica Acindar y la conducción de la UOM de Villa Constitución acordaron esta semana extender hasta el 2026 el esquema de suspensiones rotativas ante la “fuerte caída de la producción”, en un contexto provincial y nacional marcado por el cierre de empresas, la pérdida de puestos de trabajo y el impacto del freno a la obra pública. Las mismas se vienen aplicando en los últimos años y que busca amortiguar el impacto laboral de la “fuerte retracción productiva”.

El entendimiento quedó plasmado en una minuta firmada por ambas partes, que ahora deberá ser homologada por el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe. El esquema prevé una rotación equitativa de suspensiones y un salario proporcional, que irá descendiendo desde el 83 por ciento en los primeros meses del año hasta el 75 por ciento en el último trimestre.

Acindar, que emplea de forma directa a 2.500 trabajadores, viene funcionando desde 2024 con la mitad de su capacidad productiva, afectada por el derrumbe del mercado interno y, especialmente, por la paralización de la obra pública desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei.

Antecedentes

Durante 2024 y 2025, la empresa aplicó un sistema similar, ajustándolo mes a mes según las necesidades de producción. El nuevo acuerdo busca replicar ese modelo en 2026 ante la previsión de un año igual de complejo. El escalonamiento salarial acordado sería: 83 por ciento del salario en enero y febrero; 81 por ciento en marzo y abril; 80 por ciento en mayo, junio y julio; 78 por ciento en agosto y septiembre; y 75 por ciento en octubre, noviembre y diciembre.

El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) advirtió que la combinación de dólar barato y apertura importadora acelera la desindustrialización, derivando en cierres de empresas y pérdida de puestos de trabajo. Para su coordinador, el economista Andrés Asiaín, estas consecuencias no son un efecto colateral, sino un resultado buscado por la política económica nacional, destinada a presionar al empresariado local y endurecer las condiciones de negociación salarial, mientras se promueve una reducción del costo laboral.

Crisis productiva

Los datos recientes confirman la profundidad de la crisis. El INDEC informó que el Índice de Producción Industrial manufacturero cayó 2,9 por ciento interanual en octubre, mientras que la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) señaló que el 60 por ciento de las ramas industriales provinciales registraba caídas hacia septiembre.

El panorama del acero es aún más alarmante: la producción en Santa Fe cayó 45 por ciento interanual, alcanzando niveles que, según FISFE, son los más bajos en 17 años. La entidad remarcó que la baja demanda interna y el freno total de la obra pública nacional profundizan la crisis siderúrgica.

El deterioro no se limita a la producción. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló que, desde el inicio del actual gobierno, se perdieron más de 19 mil empresas y 276 mil puestos de trabajo en todo el país, según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). En Santa Fe, entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, desaparecieron más de 2 mil empleadores y se perdieron 15.657 empleos registrados.