El dueño de la famosa cadena de heladerías Lucciano’s desarma el relato libertario: “En 15 años nunca tuvimos un juicio laboral”

Christian Otero, dueño de la cadena de heladerías Lucciano’s, contradijo el discurso del Gobierno sobre la litigiosidad laboral. Con más de 1.500 trabajadores, aseguró que el crecimiento de la empresa se explica por el respeto a la ley, los derechos laborales y una relación virtuosa con el Sindicato de Pasteleros.

Viernes, 26 de diciembre de 2025 11:18

Mientras el Gobierno nacional insiste con el discurso de la supuesta “industria del juicio” para justificar una reforma laboral regresiva, un empresario del sector privado salió a desmontar ese relato desde la experiencia concreta. Se trata de Christian Otero, dueño de la cadena de heladerías Lucciano’s, quien reveló que en 15 años de actividad la empresa nunca enfrentó un juicio laboral, aun con un plantel de más de 1.500 trabajadores.

En diálogo con El Destape 1070, Otero expuso un modelo de negocios en plena expansión que no apela a la precarización ni al recorte de derechos. Solo durante este año, Lucciano’s abrió 34 nuevos locales en el país y en el exterior, con 500 empleados directos y otros 1.000 vinculados a través del sistema de franquicias. Pese a ese volumen de personal, la conflictividad es nula.

“El mérito es haber construido una empresa muy sana, muy sólida. Somos una empresa que está muy cercana a la gente y, si hay un conflicto, tratamos de resolverlo rápidamente”, explicó el empresario, marcando una diferencia clara con el diagnóstico oficial que presenta al sistema laboral como una traba para el desarrollo productivo.

Lejos de coincidir con esa mirada, Otero sostuvo que el marco legal vigente no paraliza a los empleadores ni desalienta la contratación. “Nuestro caso es un negocio que funciona muy bien y no tenemos miedo a contratar. No nos restringimos”, afirmó, en abierta contradicción con los argumentos que el Ejecutivo utiliza para avanzar sobre los derechos de los trabajadores.

Si bien el empresario se mostró a favor de discutir una reforma que alivie ciertos costos no salariales, como la carga impositiva que afecta especialmente a pequeños emprendedores, trazó una línea roja infranqueable: los salarios y los derechos laborales. “La ley no tiene que significar una pérdida de derechos del trabajador. Jamás permitiría que algo le toque el salario a mis empleados”, aseguró.

El elogio a los sindicatos

En otro punto que choca de lleno con el discurso antisindical que baja desde la Casa Rosada, Otero reivindicó abiertamente el rol de la organización gremial en su actividad. “Tenemos un sindicato, el de Pasteleros, que es bastante moderno y acompaña a las empresas”, destacó.

Lejos de presentar a los gremios como un obstáculo, el dueño de Lucciano’s los señaló como parte de una convivencia necesaria y virtuosa. Pasteleros es un ejemplo de cómo debería ser la convivencia y la construcción de un sindicato, trabajadores y empresas”, afirmó.

Las declaraciones de Otero se suman a una serie de voces que, desde el propio sector empresario, cuestionan el relato oficial que busca responsabilizar a los trabajadores y a sus organizaciones por los problemas estructurales de la economía. En este caso, la experiencia concreta de una empresa en crecimiento expone que respetar la ley laboral, garantizar derechos y dialogar con los sindicatos no solo es posible, sino también compatible con el éxito económico.