El dirigente sindical Federico Giuliani, secretario general de ATE y de la CTA Autónoma Córdoba, cuestionó con dureza el rumbo laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. En diálogo con el programa “La Hora de las Villas y los Barrios” de FM La Ranchada —mientras realiza una misión internacional en el País Vasco, invitado por la organización Martin Etxea— aseguró que la Argentina atraviesa “una reforma laboral de hecho” basada en ajuste salarial, caída del poder adquisitivo, precarización y pluriempleo.
Giuliani sostuvo que el proyecto oficial representa “un retroceso de más de 100 años”, y que su objetivo es desmontar los pilares que hoy sostienen el sistema de relaciones laborales. “El Gobierno busca terminar con los derechos laborales que garantizan un piso de dignidad al 40% de la fuerza laboral del país”, afirmó.
Fin de los convenios y jornadas de 12 horas
Para el dirigente, el plan oficial apunta a eliminar convenios colectivos, desactivar paritarias y extender la jornada laboral a 12 horas, en sentido contrario a las tendencias internacionales, donde varios países —como España— discuten su reducción.
Giuliani también comparó el proyecto con la reforma laboral implementada en Brasil en 2017. Señaló que “favorece a los grandes grupos económicos y genera salarios más bajos y condiciones laborales más precarias”, planteando que el esquema apunta a consolidar “una mano de obra barata y sin derechos”.
Además, advirtió que la iniciativa busca restringir el derecho de huelga y condicionar las asambleas, habilitando mayores facultades patronales para regular o autorizar instancias de organización sindical.
Un contexto ya debilitado: 60% de informalidad
El dirigente remarcó que el impacto sería especialmente grave porque se sumaría a un mercado laboral ya deteriorado: el 60% de los trabajadores no registrados carece de vacaciones pagas, límites horarios o estabilidad mínima.
“La reforma vendría a profundizar ese cuadro, no a resolverlo”, aseguró.
Un llamado a la movilización
Con el debate legislativo previsto para febrero de 2026, tras el receso de verano, Giuliani planteó que la discusión requiere una respuesta social contundente.
“Lo que no se logró electoralmente debe hacerse en la calle. Los dirigentes tienen que dejar los escritorios, ir al territorio, hablar con los trabajadores y construir una resistencia que derive en una masiva respuesta popular”, sostuvo.
Y concluyó con una consigna que ya circula en los sectores gremiales: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.