Transportes Dagol, también conocida como Goldsmit, es una reconocida empresa transportista de la localidad de Concordia, Entre Ríos. Esta semana, cuando sus trabajadores llegaron a la sede de la firma, se encontraron el portón cerrado sin mayores explicaciones por parte del dueño. Al parecer cerró definitivamente, como miles en la Argentina de Javier Milei, donde la caída de la actividad y la crisis económica y social impacta de lleno en la actividad. Los datos son muy alarmantes, incluso los oficiales, y las perspectivas no son nada alentadoras. En este contexto, se conocieron datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), para el primer semestre de 2025, que establecieron que cerraron 3.647 empresas con al menos un trabajador registrado, lo que representa una caída del 0,7 por ciento respecto de diciembre de 2024. Si se hace la cuenta, son 20 empresas diarias las que cerraron en la primera mitad del año. Los rubros más castigados son los de transporte y almacenamiento, seguido de la industria manufacturera, un sector que las políticas “anti industriales” del gobierno libertario golpea especialmente. La larga lista de firmas que bajan las persianas incluye grandes firmas, hasta pequeñas pymes, todas por igual afectadas por un contexto desfavorable para la producción nacional.
El relevamiento de la dependencia oficial—que incluye únicamente a empresas formales y excluye las unipersonales e informales— refleja que al cierre de junio había 496.035 firmas registradas, frente a las 499.682 contabilizadas a fines del año pasado. El sector más golpeado fue el de transporte y almacenamiento, que perdió 1.396 firmas en el período analizado, equivalente a una baja del 3,8 por ciento. Se trata de una de las ramas más sensibles a los costos de combustibles y peajes, y que en los últimos meses enfrentó una fuerte caída en la demanda de servicios logísticos. En segundo lugar aparece la industria manufacturera, que registró 657 cierres (-1,4 por ciento). También se observaron retrocesos significativos en servicios inmobiliarios (-1.116 firmas, -4 por ciento), comercio (-546, -0,4 por ciento) y servicios de alojamiento y comida (-423, -1,7 por ciento). La construcción, uno de los motores históricos de la economía, también evidenció un retroceso: entre diciembre y junio cerraron 218 empresas del rubro, lo que implica una caída del 1,1 por ciento en el número de empleadores registrados. En menor medida, se verificaron bajas en servicios profesionales, científicos y técnicos (-343), agricultura, ganadería, caza y pesca (-545), información y comunicaciones (-12), intermediación financiera y seguros (-5) y suministro de agua y gestión de residuos (-11).
A pesar del contexto general de retracción, analizó el relevamiento al que tuvo acceso Data gremial, algunos sectores “mostraron un leve crecimiento en el número de empresas formales”. El mayor aumento se observó en servicios de asociaciones y servicios personales, que sumaron 1.146 firmas, un alza del 2,8 por ciento. También se destacaron los incrementos en actividades administrativas (+238 empresas, +2 por ciento), salud humana y servicios sociales (+145, +0,8 por ciento), enseñanza (+52, +0,6 por ciento), servicios artísticos, culturales y deportivos (+61, +0,8 por ciento), y administración pública (+17, +0,6 por ciento). En cambio, sectores como el suministro de electricidad, gas y aire acondicionado prácticamente no tuvieron cambios, con apenas dos empresas más que en diciembre.
Deterioro bonaerense
La comparación entre diciembre de 2024 y junio de 2025 muestra que la retracción en la cantidad de empresas formales se replicó en la mayoría de las jurisdicciones, aunque con distinta intensidad. La provincia de Buenos Aires continúa concentrando el mayor número de empleadores registrados, con 164.187 firmas, pero perdió 1.368 respecto del cierre del año anterior. En segundo lugar se ubica la Ciudad de Buenos Aires, con 120.277 empresas, que también registró una caída de 718 unidades. Entre ambas jurisdicciones concentran más del 57 por ciento del total nacional. En el interior del país, las bajas más pronunciadas se observaron en Córdoba, que pasó de 50.096 a 49.934 empresas (-162); Santa Fe, de 49.375 a 48.912 (-463); Mendoza, de 21.094 a 20.785 (-309); y Entre Ríos, de 16.836 a 15.733 (-1.103). También hubo retrocesos en Misiones, que perdió 764 firmas; Chaco, con 495 menos; Salta, con 335 menos; y San Luis, con 26 menos.
Por el contrario, algunas provincias lograron mantener o incluso ampliar su cantidad de empresas formales. Formosa pasó de 3.272 a 3.233 (+39); Catamarca se mantuvo casi estable con 20 empresas más; y Neuquén registró un leve crecimiento, con 214 firmas adicionales. Asimismo, Tucumán incrementó su número de empleadores de 10.468 a 10.488 (+20), mientras que La Rioja subió de 2.464 a 2.616 (+152). En total, 17 de las 24 jurisdicciones mostraron un saldo negativo en la cantidad de empresas formales entre diciembre y junio, en línea con la tendencia general a nivel país.
Ejemplos concretos
Que la provincia de Buenos Aires sea la más afectada por los cierres parece confirmar las críticas que viene haciendo el gobernador Axel Kicillof al modelo económico nacional, y el pedido de hacer una defensa de la producción y el trabajo nacional junto a los gremios. Al respecto, este lunes el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, volvió a cuestionar al Gobierno nacional y advirtió sobre el deterioro del tejido productivo desde la asunción de Javier Milei. Para graficar su crítica, dijo que en junio se destruyeron 277 empresas en la provincia de Buenos Aires y un total de 1.556 en el primer semestre de 2025. “En la Argentina de Milei, no hubo un solo mes de 2025 sin destrucción de empresas”, sostuvo el funcionario, al tiempo que reclamó un cambio de rumbo económico que permita generar empleo y sostener al sector privado.
Uno de los ejemplos con mayor impacto de los últimos meses es la fábrica de pisos cerámicos Ilva, ubicada en la localidad de Pilar, una de las plantas más relevantes de ese segmento industrial en la Argentina, que decidió cerrar sus puertas y dejar de producir a comienzos de septiembre. Esta medida desencadenó el despido de más de 300 empleados, que siguen todavía reclamando por el pago de su indemnización. En este contexto, desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires confirmaron que se produjo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense pero el abogado representante de la empresa “no llevó ninguna propuesta de pago a los trabajadores cesanteados”.
En tanto, Molino Campo Claro, una de las empresas pioneras en la producción de alimentos orgánicos en Argentina, anunció el cierre de sus puertas luego de más de tres décadas de actividad. La firma, ubicada en Carlos Keen, partido de Luján, explicó que la decisión se da en medio de la crisis económica que atraviesa el país: el cierre deja sin empleo a todos sus trabajadores y genera preocupación en la comunidad. A través de un comunicado, la empresa expresó su tristeza por el final de una etapa que trascendía lo comercial. “Hemos resistido 30 años, y lo seguiremos haciendo, pero no de esta forma”, señalaron, al tiempo que destacaron que el proyecto representaba “mucho más que una empresa o un producto”. También aseguraron que mantendrán viva la esperanza de volver a producir “cuando lleguen mejores tiempos”.