A 80 años de la instauración del aguinaldo para todos los trabajadores, la histórica medida impulsada por Perón

En el aniversario del Decreto-Ley 33.302/1945, que instauró el Sueldo Anual Complementario, las vacaciones pagas y la indemnización por despido injustificado, sindicatos y especialistas advierten que el proyecto de reforma laboral del Gobierno busca recortar protecciones históricas al excluir estos derechos del cálculo de las indemnizaciones.

Sabado, 20 de diciembre de 2025 19:07

Este sábado 20 de diciembre de 2025 se cumplen 80 años de la publicación del Decreto-Ley N.º 33.302/45, promulgado durante el gobierno de Edelmiro Farrell e impulsado por Juan Domingo Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. La norma marcó un antes y un después en la historia laboral argentina al institucionalizar el aguinaldo como derecho obligatorio y general para todos los trabajadores, junto con las vacaciones pagas y la indemnización por despido injustificado.

A ocho décadas de aquella conquista, el debate vuelve a cobrar actualidad frente al proyecto de reforma laboral del gobierno de Javier Milei, que propone excluir estos beneficios del cálculo de las indemnizaciones y es señalado por el movimiento obrero como un retroceso en derechos históricos.

Un decreto que cambió la historia laboral argentina

El Decreto-Ley 33.302/45 representó un hito en la ampliación de derechos laborales en la Argentina. Su sanción fue la culminación de un proceso iniciado años antes por Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, creada en noviembre de 1943 con el objetivo de intervenir activamente en las relaciones laborales, equilibrar desigualdades estructurales y promover la justicia social.

Por primera vez, el Estado nacional reconocía de manera explícita el derecho de las y los trabajadores a percibir un salario anual complementario, junto con un sistema de vacaciones pagas y una protección frente a los despidos arbitrarios. Se trató de una transformación profunda del vínculo entre capital y trabajo, que colocó a la Argentina a la vanguardia en materia de legislación social en la región.

El aguinaldo: de práctica histórica a derecho universal

Lejos de presentarlo como una invención personal, Perón sostuvo siempre que los derechos sociales no se crean de la nada, sino que expresan necesidades y conquistas previas del pueblo trabajador que el Estado debe garantizar. En ese sentido, el aguinaldo tenía antecedentes históricos en distintas culturas.

Desde sociedades antiguas hasta la Europa medieval, existieron prácticas como gratificaciones anuales, pagos extraordinarios o compensaciones especiales destinadas a reconocer el trabajo realizado. Incluso entre los pueblos celtas se registraba el pago del “eguinad” en épocas de abundancia, antecedente que luego fue retomado y difundido por los romanos durante el Imperio.

Con el paso del tiempo, estas gratificaciones se formalizaron en Europa como pagos extra al final del año o en fechas especiales. Sin embargo, su consolidación como derecho estuvo siempre ligada a la lucha de los trabajadores por mejores condiciones laborales. En la Argentina, ese proceso alcanzó su máxima expresión en 1945, cuando el aguinaldo se convirtió en un derecho universal y exigible.

Antes de ese año, el pago existía de forma parcial y limitada: por disposiciones locales o prácticas administrativas, solo para algunos empleados públicos y en determinados territorios. No era universal, ni obligatorio, ni estaba garantizado por ley.

Octubre de 1945 y la centralidad de la movilización obrera

El camino hacia el decreto estuvo marcado por fuertes tensiones políticas. El 8 de octubre de 1945, Perón fue forzado a renunciar a su cargo como secretario de Trabajo y Previsión. Dos días después, pronunció un discurso histórico ante miles de trabajadores, en el que anticipó medidas de enorme impacto social.

“También dejo firmado un decreto de una importancia extraordinaria para los trabajadores”, afirmó entonces, al referirse al aumento de salarios, el salario móvil, vital y básico y la participación en las ganancias. El 12 de octubre fue detenido y, dos meses más tarde, en un contexto atravesado por la presión y la movilización obrera, se promulgó el Decreto-Ley 33.302/45.

La norma no solo estableció el aguinaldo, sino que también incorporó las vacaciones pagas, la indemnización por despido injustificado y la creación del Instituto Nacional de Remuneraciones, encargado de fijar salarios mínimos acordes al costo de vida.

Del decreto a la ley: la ratificación del peronismo

En febrero de 1946, la fórmula Perón–Hortensio Quijano se impuso en las elecciones presidenciales frente a la Unión Democrática. Con Perón ya en la Casa Rosada, las conquistas laborales fueron ratificadas y profundizadas. El aguinaldo quedó definitivamente consagrado por la Ley N.º 12.921, sancionada el 20 de diciembre de 1946.

No todos los países adoptaron este derecho con la misma rapidez. Uruguay lo estableció recién en 1960, Brasil en 1962 y México en 1970, lo que ubica a la Argentina como pionera en la región en materia de reconocimiento del Sueldo Anual Complementario.

Cambios posteriores y actualización del derecho

Con el paso del tiempo, el régimen del aguinaldo fue adaptándose a distintos contextos económicos. En 1974, la Ley de Contrato de Trabajo (20.744) estableció que el SAC equivalía a la doceava parte del total de las remuneraciones del año. Sin embargo, la inflación generada por el Rodrigazo y la dictadura de 1976 afectó su poder adquisitivo.

En 1984, ya en democracia, el Congreso sancionó la Ley 23.041, que fijó el cálculo actual: el 50% de la mayor remuneración mensual de cada semestre. Esta modificación buscó atenuar el impacto inflacionario y preservar el espíritu original del derecho.

El aguinaldo fue, desde sus inicios, una de las conquistas del peronismo que más incomodó a sus detractores. El escritor Jorge Luis Borges llegó a calificarlo como “una barbaridad”, al cuestionar que se pagaran trece salarios por doce meses de trabajo, reflejando una disputa ideológica que atraviesa la historia argentina.

El contraste actual: la reforma laboral de Milei

A 80 años de su instauración, el aguinaldo vuelve a estar en el centro de la discusión. El proyecto de reforma laboral impulsado por el presidente Javier Milei propone excluir del cálculo de las indemnizaciones por despido sin causa conceptos no mensuales como el aguinaldo, las vacaciones pagas y otros beneficios extraordinarios.

La iniciativa, presentada como un intento de “modernización” del régimen laboral y reducción de costos para fomentar el empleo formal, generó un fuerte rechazo de la CGT y de las centrales sindicales, que la consideran un retroceso en derechos históricos. El debate parlamentario continúa abierto y expone el contraste entre el modelo de ampliación de derechos nacido en 1945 y las propuestas actuales de flexibilización laboral.

A ocho décadas del Decreto-Ley 33.302/45, el aguinaldo sigue siendo mucho más que un ingreso extra: es un símbolo de una concepción del trabajo, del rol del Estado y de la justicia social que continúa siendo eje de disputa en la Argentina.