Horror en un campo de Vedia: un peón denunció que sus jefes le arrancaron “una oreja con los dientes” y amenazaron con tirarlo “a la cal viva”

Agustín F, de 20 años, contó que fue golpeado, mordido y amenazado de muerte durante más de una hora en una estancia bonaerense. La Justicia investiga el hecho como privación ilegal de la libertad, lesiones y coacción agravada.

Martes, 04 de noviembre de 2025 15:35

La localidad bonaerense de Vedia quedó conmocionada tras la denuncia de un joven trabajador rural de 20 años, Agustín F., quien acusó a sus dos patrones de haberlo sometido a una brutal sesión de torturas, golpes y amenazas en una estancia ubicada sobre la Ruta Nacional N°7.

Según el testimonio del peón, todo ocurrió el 30 de septiembre y el ataque se habría desatado a raíz de un supuesto robo dentro del predio. “Yo les dije que nunca había robado nada y me empezaron a pegar”, relató el joven en una entrevista con Distrito Interior TV.

Golpes, mordidas y amenazas

El calvario comenzó dentro de una casilla del campo, donde Agustín fue sorprendido por sus empleadores mientras compartían unos mates. “Me tiraron al piso y empezaron a pegarme”, contó.

Luego, lo sacaron afuera y lo inmovilizaron con precintos plásticos para evitar que se defendiera. Me ataron y me sacaron la oreja con los dientes”, relató el joven, quien sufrió una mutilación parcial del tejido.

Después de eso, los agresores continuaron golpeándolo con un fierro macizo —un elemento que se utilizaba en el campo para atar animales—, lo que le provocó severas lesiones en las rodillas y otras partes del cuerpo.

“Te vamos a hacer desaparecer”

Durante la golpiza, uno de los patrones habría tomado una carabina negra y se la apoyó en la cabeza a la víctima, mientras el otro le mostró una jeringa con un líquido gris. “Esto te va a detener el corazón”, le advirtió antes de darle una patada en el cuello.

También lo amenazaron con tirarlo dentro de una lata de 200 litros con cal viva para hacerlo desaparecer, y le dijeron que, si su familia preguntaba por él, responderían que se había ido a Córdoba.

Tras casi una hora y media de torturas, los agresores lo subieron a la parte trasera de una camioneta y lo dejaron en su casa de Junín, dándole dos pastillas de diclofenac y una advertencia aterradora: No se te ocurra decir nada en el hospital ni en la comisaría, porque te vamos a matar a vos y a tu familia”.

El testimonio y la investigación judicial

A pesar del miedo, Agustín decidió denunciar lo ocurrido y consiguió una restricción de acercamiento contra los acusados. El informe médico fue contundente: presentó fractura de las paredes del seno maxilar, desplazamiento del tabique nasal y lesiones en la cara y las piernas.

Por la magnitud de las heridas, los médicos le indicaron reposo absoluto por 40 días. “Quedó psicológicamente destruido”, afirmaron sus abogados, Anabella Sandoval y Matías Almeyra, según publicó El Territorio.

La causa, que se tramita en la ayudantía fiscal de Vedia, fue caratulada como “privación ilegal de la libertad, lesiones y coacción agravada”, aunque los letrados de la víctima solicitaron que se agrave la imputación a “intento de homicidio”.

 

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