La crisis laboral sin fin: suspenden a más de 500 trabajadores de una de las madereras más grandes del país

Se trata de Forestadora Tapebicuá, que suspendió sus actividades en la localidad correntina de Gobernador Virasoro por 30 días, y hay temor a que sea la antesala de su cierre definitivo.

Lunes, 11 de agosto de 2025 16:31

La Forestadora Tapebicuá, una de las principales madereras del norte argentino, con planta de producción en la localidad correntina de Gobernador Virasoro, anunció el cese de sus actividades por 30 días y suspendió a sus 520 operarios, debido a problemas de liquidez y una importante caída en sus ventas. Según fuente delo sector, la suspensión de actividades abarca a todas las líneas de aserrado y procesamiento de madera, y afecta también a proveedores, contratistas y transportistas de la firma, que ven afectada la actividad de un número indeterminado de trabajadores de estas empresas.

La empresa, una de las más importantes de esa región, mantiene una fuerte deuda y aún no abonó los salarios de julio, agosto y el medio aguinaldo, lo que ha generado una marcada incertidumbre sobre su futuro y el de sus trabajadores, que se movilizaron hoy a las puertas de la planta en Virasoro.

La situación de parálisis productiva de la firma Tapebicuá fue precedida por un expediente de Proceso Preventivo de Crisis (PPC) que la empresa presentó ante la Secretaría de Trabajo de la provincia de Corrientes.

Temor de cierre

Fuentes gremiales dejaron trascender su temor de que la parálisis total de actividades por 30 días pueda ser seguida de suspensiones por tres meses para cerca del 50 por ciento del personal, periodo en el cual la firma pretendería abonar sólo un 20 por ciento de los salarios. En 2023 la firma ya había cerrado su planta de San Charbel, en Garruchos, departamento correntino de Santo Tomé, donde se produjeron 70 despidos.

La compañía, controlada por el grupo Celulosa Argentina, arrastra desde hace meses una caída de actividad y problemas de liquidez, agravados por la recesión industrial, la contracción del consumo interno, la apertura de importaciones y un tipo de cambio que complica la competitividad exportadora, argumentaron desde la empresa.

Debido a que el conflicto incluye deudas salariales -la empresa aún no abonó los sueldos de julio ni el medio aguinaldo de junio-, el Sindicato de Trabajadores de la Madera (STM) presentó una demanda judicial por 170 millones de pesos, que derivó en el embargo de una cuenta bancaria.

Clima de crisis

La situación de Tapebicuá refleja los efectos del modelo económico impulsado por el presidente Javier Milei, caracterizado por ajuste fiscal, apertura comercial y recorte de obra pública. La paralización de la construcción —gran demandante de madera— y la falta de incentivos a las exportaciones han sido determinantes para el derrumbe de la rentabilidad.

El futuro de la planta dependerá de la negociación en la Secretaría de Trabajo y de la capacidad del Estado y la empresa para encontrar una salida que evite el colapso de uno de los principales motores económicos del noreste argentino. En Virasoro crece el temor a que esta suspensión marque el principio del fin de Tapebicuá, y con ello, un golpe estructural para toda la economía regional.