En un movimiento que encendió las alarmas en el ámbito de los medios y la producción televisiva, Telefe —la señal de mayor alcance del país— confirmó una serie de despidos tras concretarse su venta a manos de un empresario argentino. A través de un comunicado interno difundido el martes 10 de junio, el canal anunció una reducción del 3,5% de su fuerza laboral, bajo el argumento de un proceso de "optimización organizacional".
Con una presencia en más del 95% de los hogares del país, Telefe se consolidó en los últimos años como el canal más visto de la televisión argentina. En 2024 logró ubicar 9 de los 10 programas más populares del prime time, incluyendo títulos como Pasapalabra, Escape Perfecto, La Peña de Morfi, Cortá por Lozano, A la Barbarossa y Ariel en su salsa. Además, cerró el año con cerca de 3.500 horas de contenido emitido.
Una venta con ajuste como carta de presentación
La noticia de la venta del canal fue adelantada por el periodista Ángel de Brito, quien informó en sus redes sociales que Telefe pasaría a manos de un empresario argentino como nuevo accionista mayoritario. Sin que se conozcan aún los detalles públicos de la operación, lo cierto es que el primer efecto concreto del traspaso fue negativo: recortes de personal.
En el comunicado oficial, Telefe justificó la medida citando el contexto económico y los cambios en los hábitos de consumo audiovisual: “A medida que navegamos por los continuos descensos lineales de toda la industria y el entorno macroeconómico dinámico, estamos tomando las medidas difíciles, pero necesarias, para optimizar aún más nuestra organización a partir de esta semana”.
Más adelante, se confirma el número de afectados: “Reduciremos nuestra fuerza laboral doméstica en un 3,5%, y la mayoría del personal afectado será notificado hoy”. Aunque no se detallaron áreas específicas ni cantidad de personas exacta, la frase bastó para generar preocupación dentro del canal y en todo el sector.
Clima de tensión y silencio oficial
Desde que se conoció la noticia, la incertidumbre reina entre técnicos, productores, personal administrativo y creativo. Trabajadores del canal aseguraron que algunas notificaciones comenzaron a circular de forma informal, mientras que otros esperan definiciones sobre su continuidad laboral. Por ahora, no hubo pronunciamientos por parte de gremios ni de representantes del nuevo accionista.
El mismo comunicado cierra agradeciendo a los empleados por su "compromiso, compasión y apoyo mutuo" durante el período de transición, al tiempo que destaca los logros comerciales recientes, como el éxito de la última película de la franquicia Misión Imposible, producida por Paramount.
Sin embargo, para muchos trabajadores y trabajadoras, el agradecimiento corporativo no alcanza para compensar el impacto del ajuste. El desconcierto por una venta que se anunció como positiva, pero que se traduce en despidos, instala una pregunta incómoda: ¿qué otras “medidas necesarias” podrían venir?
Mientras tanto, en la industria audiovisual se sigue de cerca el caso de Telefe, que pone en evidencia cómo incluso las empresas más exitosas pueden aplicar lógica de recorte, aún en contextos de expansión. La motosierra, esta vez, también pasó por el canal de las pelotas.