Para Mariano Moreno, el gobierno “firmó un certificado de defunción para el cabotaje nacional”

Desde el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales volvieron a criticar la decisión de las autoridades de transporte de autorizar la llegada de un remolcador con trabajadores extranjeros para realizar tareas en el país.

Por Redacción

06 de marzo de 2024

En el marco de la polémica por la autorización por parte de las autoridades nacionales de transporte a una empresa para realizar tareas con un remolcador, Mariano Moreno, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo ratificó el rechazo a la maniobra, y la vinculó al “principio de la desaparición de la flota nacional”. El dirigente ya había denunciado que la firma Oiltanking Ebytem fue autorizada por el gobierno para hacer trabajos de remolque con trabajadores europeos.

El permiso ya había sido polémica cuando se había presentado el pasado 21 de febrero, 5 días después de que zarpara el remolcador de altamar “ALP Striker”, con bandera de Países Bajos y perteneciente a la mencionada firma, del Puerto de Las Palmas, en España. El mismo operará en el Puerto de Rosales, en Bahía Blanca, para recuperar la operatividad de la monoboya Punta Ancla. “No se trata de un remolcador, se trata del principio de la desaparición de la flota nacional”, sostuvo Moreno

Para el dirigente sindical, el gobierno nacional “no entiende la importancia de mantener esta actividad al resguardo de la competencia de otras banderas” y que, de esta manera, “el cabotaje Nacional está en alerta por la apertura de los trabajos locales a empresas extranjeras”.

Certificado de defunción

De esta forma, Moreno calificó la decisión de la secretaría de Transporte como “un certificado de defunción para el cabotaje nacional”. “Desde el sector marítimo venimos luchando hace años para una Ley de Marina Mercante, que cuando vio la luz en el Congreso el expresidente Mauricio Macri vetó los artículos que verdaderamente le daban impulso al sector”, agregó el gremialista. “Hoy Franco Mogetta le abre la puerta al mundo y nos lanza a una competencia que claramente vamos a perder”, afirmó.

De todas formas, Moreno aseguró que “no nos vamos a quedar con los brazos cruzados mirando cómo se llevan nuestro trabajo, vamos a constatar la real necesidad de usar ese remolcador y si vemos que fue un engaño, como lo sospechamos, vamos a ir a la justicia porque hay una clara violación a la Ley 19.492”. Cabe destacar que esa Ley establece en su artículo 1 que “la navegación, comunicación y comercio de cabotaje nacional serán practicados únicamente por barcos argentinos”.

Trabajo argentino

El barco que tiene banderas de Países Bajos zarpó el pasado 16 de febrero desde el Puerto de Las Palmas (España) a pedido de la firma Oiltanking Ebytem. Fue solicitado para recuperar la operatividad de la monoboya Punta Ancla que abastece, por una cañería submarina de 2 mil metros de longitud, a la planta de 18 tanques desde la cual se bombea el crudo hacia las refinerías instaladas en La Plata, donde se lo industrializa.

Tenemos los trabajadores más calificados de Latinoamérica, pero las empresas corren a otras banderas por la gran presión tributaria y porque están cansados de que se juegue sucio, como se está demostrando con este permiso, a medida de un negocio millonario”, sentenció el secretario general. Además, agregó que la grúa argentina Magnus IX hizo este mismo trabajo en otras oportunidades y que “está sobredimensionada para los requerimientos que se pidieron en el permiso pero un punto, cuestionable hasta que se confirme en el trabajo de campo, la desplazó de la operación”.

De acuerdo a Moreno, el gobierno nacional “dejó de lado la política de recuperación de la flota de bandera y esto congeló las inversiones en nuevos elementos”. Desde el sector gremial aseguraron que el país “necesita de la flota para abaratar los fletes, para conectar al interior productivo con los puertos y para transportar el litio, el petróleo, los productos regionales del NOA y del NEA”.