El ex ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, criticó duramente el proyecto de Ley de Modernización Laboral al considerar que “cada día se parece más a Ley Banelco” y advirtió a los bloques opositores a estar alerta con relación a su tratamiento, que empezará en pocas semanas en el Congreso
El titular de la cartera laboral durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner manifestó que tiene “una preocupación respecto de cómo vamos a transitar de acá al 10 de febrero”, fecha en la que la Cámara de Senadores comenzará a trabajar sobre la propuesta.
Al enumerar los puntos más graves de la iniciativa libertaria, Tomada consideró a la propuesta como "una ley pre-yrigoyenista” al referirse a su carácter regresivo.
Asimismo, derribó uno de los mitos utilizados por el Gobierno para justificar el cambio de legislación laboral al afirmar que “no creo que las indemnizaciones sean el problema fundamental” de las empresas que se encuentran en crisis.
En este sentido, remarcó: “No creo que sea esa la razón por la que 20 mil empresas quebraron en estos dos años”. A lo que estimó que “tiene más que ver con las políticas económicas, que son el verdadero problema”.
No obstante, se mostró preocupado por la forma en la que el Ejecutivo intentará conseguir los adeptos suficientes para la aprobación de la ley que atenta contra los derechos de los trabajadores y la vinculó con la conocida Ley Banelco, donde legisladores cobraban coimas por la aprobación de una reforma laboral.
Críticas al sector empresarial
Al respecto, deslizó: “Con respecto al temor, a ver… por un lado, estamos asistiendo, de una manera naturalizada, a una compra de votos. Y creo que cada día que pasa se acerca más el parecido a la Ley Banelco. Ese es el riesgo, una ley sospechada. Y eso no es bueno”.
Además, salió al cruce de los sectores de la patronal al recalcar que “desde el punto de vista empresario, por más de que es una ley pro-patronal, se deberían procurar por cierta seguridad jurídica, por cierto respecto a las normas constitucionales”.
Advertencia a la oposición
Posteriormente, llamó a los sectores contrarios al Gobierno a elaborar un programa para rechazar el proyecto. “A mí me preocupa que creo que a partir del jueves 1º de enero se debe iniciar un plan de acción. Un accionar lo más orgánico posible mediante el que se informe, se debata, se explique masivamente y públicamente en las calles qué implica esta reforma”, indicó.
En declaraciones a la AM 750, completó con una nueva serie de consejos para combatir la reforma: “Creo que hay que echar mano en todo. Pero no es solamente paro. Es también recolección de firmas, explicaciones en la calle, debates en las plazas. Una tarea que los delegados de fábrica y los militantes del campo nacional y popular tienen el compromiso de asumir. Es muy grave si esta ley pasa”.