La Legislatura Unicameral de Córdoba después de muchos años dio inicio (a fines de 2022), al tratamiento en la Comisión de Legislación del Trabajo, Previsión y Seguridad Social, de tres iniciativas de violencia laboral. Dos de las cuales son de mi autoría: el N° 31745L20 (impulsado por la U.C.R.) y el  33946L21 (impulsado por la Izquierda,  Ari, Encuentro Vecinal, entre otros.). El tercero de ellos, el N° 34120L21 (impulsado por el oficialismo).

La violencia laboral es un flagelo que se padece en ámbitos laborales estatales y privados. 

Su número de casos, viene en crecimiento geométrico no solo en Córdoba, sino también en todo el país.

La violencia laboral es una forma de abuso de poder que se ejerce sobre una o más personas, que busca el sometimiento, como así también, en muchas oportunidades, la renuncia como objetivo principal.

Tiene tres modalidades y ellas son: el acoso sexual, el acoso moral o psicológico y la agresión física (todas  ellas en el lugar de trabajo).

En Argentina,  y particularmente en Córdoba, la situación es realmente preocupante.

Lugares de trabajo en donde aprovechando este contexto, se profundizan los casos de violencia laboral, una violencia que va día a día aumentando de manera alarmante y preocupante, y que debe tener respuesta local por parte de quienes legislan en la Provincia de Córdoba.

Ámbitos laborales colmados de jefaturas dictatoriales "que actúan como verdaderos patrones de estancia infundiendo el temor diario", agresiones constantes,  descalificaciones personales, agravios permanentes, no asignación de tareas y “silencio despectivo”, inequidad salarial entre trabajadores y trabajadoras que hacen la misma tarea, entre otras acciones que se ejerce hacia los subalternos.

Trabajadoras y trabajadores que viven realmente atormentados durante sus jornadas laborales, como una verdadera película de terror que se repite todos los días, y padeciendo de distintas maneras, violencia laboral.

Subalternos, ejerciendo acoso laboral a forma de complot contra superiores jerárquicos, con la finalidad de que los mismos sean desplazados del sector.

Compañeras y compañeros del mismo rango o jerarquía, acosando laboralmente a su/s pares por razones económicas, o por el anhelo desmedido de ascensos o mejoras en sus ingresos a cualquier precio.

Estos son algunos de los casos que se viven a diario en el ámbito laboral, tanto por subalternos, por superiores jerárquicos y por trabajadores o trabajadoras del mismo rango o jerarquía.

Lo que hay que manifestar ante cualquiera de estas situaciones que son verdaderamente inaceptables, es que nadie va a su trabajo a sufrir, a enfermarse o hasta encontrar la muerte.

Según lo investigado y lo expresado por varios médicos especialistas, se advierte que la violencia laboral no solo enferma, sino que además causa muertes (incluyendo suicidios).

En mi caso particular, logré elaborar y presentar con contundentes apoyos y respaldos, a través de distintos legisladores más de veinte iniciativas legislativas sobre la violencia laboral.

Logramos luego de mucho trabajo y consenso, la aprobación del primer marco legal en la provincia de Córdoba  (de mi autoría), de la Ordenanza 2625/19 contra la violencia laboral  en Río Ceballos.

Soy autor de más de veinte iniciativas legislativas sobre esta problemática central de quienes trabajan.

Varias de ellas, han tenido acompañamientos de sindicatos, centrales obreras nacionales, facultades de la Universidad Nacional de Córdoba, del Defensor del Pueblo de la Provincia, de organizaciones sociales y religiosas; es decir, tienen el consenso de todos los sectores.

Es por todo lo hasta aquí expuesto, que la clase trabajadora cordobesa necesita la firme decisión política en Córdoba, para que en el año 2023 (independientemente que sea año electoral), tengamos aprobada la tan esperada Ley contra la violencia.

TEMAS DE NOTA