Mediante una publicación en sus redes sociales, el ministro de Economía Luis Caputo anunció que el gobierno licitará unos 1.800 kilómetros de rutas nacionales, como parte de su plan de privatización de la Red Federal de Concesiones. Se trata de licitaciones nacionales e internacionales para dos nuevos tramos de esos caminos, que incluyen entre otras las autopistas Riccheri, Newbery y Ezeiza-Cañuelas. Desde que asumió el gobierno nacional, se lanzó un plan para pasar a manos privadas buena parte de los caminos bajo jurisdicción nacional, y que generó críticas entre los usuarios y los gremios del sector. Es que de la mano de esta política la gestión libertaria intenta achicar la participación estatal en el sector, para lo cual inició un proceso de ajuste total en la Dirección Nacional de Vialidad.
En este tiempo, se intentó cerrar o fusionar el organismo, y anta la imposibilidad de hacerlo por la resistencia de sus trabajadores, se comenzó un recorte de los recursos, que hacen que prácticamente esté paralizado. Esto incluye un año sin paritarias, que un fallo judicial obliga a descongelar. Desde la Federación del Personal de Vialidad Nacional (FEPEVINA) criticaron la política del gobierno respecto de las rutas, y aseguraron que se necesita “estabilidad” para un proceso exitoso, sino se trata de “un experimento”.
La FEPEVINA analizó este nuevo paso en materia de privatización, en primer lugar lo consideró un tema “durísimo”. “El gobierno vendió las licitaciones como la salida al estado de situación de las rutas argentinas”, afirmó Fabián Cattanzaro, secretario Gremial y de Prensa de la entidad sindical. En diálogo con Data Gremial, recordó que “en principio la idea era concesionar 9.100 kilómetros sobre un total de 40 mil, se llenaron la boca hablando de privados haciéndose cargo de las inversiones para mejorar las condiciones de transitabilidad sin subsidios, pero las condiciones cambiaron drásticamente”.
Cattanzaro se refiere al primer tramo de la Red Federal de Concesiones, que comprende entre otras cosas las rutas del MERCOSUR, y que este martes se abrieron las ofertas. “Primero se les otorgó un fideicomiso pymes para garantizar la tarifa, además de otorgarles créticos del BICE, un banco que manera Economía, por lo tanto Caputo está dando todo servido a las empresas a cambio de tareas básicas, como corte de pasto y bacheo, por lo cual las rutas no van a tener una mejora sustantiva”. Estas licitaciones que se abrieron son por 20 o 30 años según el caso, y no se incluyen obras de infraestructura como ampliación de calzada o mejoras en puentes, para nombrar alguna de ellas.
En tanto, las licitaciones lanzadas esta semana corresponden a la segunda etapa de la Red Federal de Concesiones, que profundiza la privatización de los cominos del país. Como ejemplo de esto, Cattanzaro sostuvo que “en este momento hay 24 peajes en el país, y con estas licitaciones van a pasar a 63, es decir un peaje cada 80 o 90 kilómetros, en un país donde no hay rutas alternativas”.
Cabe recordar que desde FEPEVINA vienen asegurando que la Constitución Nacional establece el “libre tránsito” por la Argentina, por lo cual debe haber caminos no arancelados, cosa que no pasa. Todas estas mejoras que el gobierno está dando a las firmas –tanto las que licitaron el primer tramo como las que oferten este segundo –se explican según Cattanzaro porque “ven que los números de la macroeconomía no le dan, entonces buscan nuevos mecanismos para garantizar el negocio a la patria contratista y el ‘club de peaje’”.
Otro cambio que se generó en los pliegos es que no es necesario para ser parte del proceso tener experiencia en el rubro, o poseer los equipos y el personal necesario. “Con los avales bancarios ya se puede ser parte, por eso cualquier que se arme una empresa en un par de día puede quedarse con la concesión de una ruta en la Argentina”, alertó el referente de FEPEVINA.
Detalles de la licitación
Según informó el Ministerio de Economía, el nuevo tramo a licitar tiene un total de más de 1.800 kilómetros, que pasarán a ser gestionados por el sector privado. “De esta manera, estamos reemplazando un modelo deficitario por uno transparente, competitivo y sin subsidios del Tesoro”, dijo Caputo en su posteo.
Asimismo, el ministro resaltó que “estamos trabajando para tener una infraestructura vial más moderna, alentando a la inversión privada y cuidando al mismo tiempo los recursos de los argentinos”. Los tramos que salen a licitación para ser privatizados son: Tramo Sur – Atlántico – Acceso Sur de 1.325 km (RN 3, 205, 206 y autopistas Riccheri, Newbery y Ezeiza-Cañuelas); tramo Pampa de 547 km sobre la RN 5 (Luján – Santa Rosa). La segunda fase de la Red Federal de Concesiones está constituida por más de 4.400 kilómetros de rutas nacionales, divididos en 8 tramos ubicados en el sector centro del país, abarcando las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y La Pampa.
En los mencionados tramos se incluyen las autopistas Ricchieri, Ezeiza-Cañuelas, y Newbery, así como las rutas nacionales 3, 5 y 7, y los trazados que dan acceso a los puertos del Paraná, en torno a la ciudad de Rosario y sus alrededores. En esta oportunidad saldrán a licitación sólo dos tramos de los ocho que integran la segunda etapa de la Red Federal de Concesiones.
En junio pasado se realizaron las audiencias públicas de todos los tramos, para cumplimentar con la instancia de participación ciudadana que permitió avanzar en el proceso privatizador. Pese a esto, desde FEPEVINA ponen en duda este esquema y sus resultados finales.
“Para que alguien invierta y recupere en 20 o 30 años, necesita estabilidad de flujos, contratos que se respeten, y una moneda que mantenga el valor real, en un contexto que no sea inflacionario, ya que el valor de la divisa debe ir a la par del poder adquisitivo de la población beneficiaria de la obra pública”, resaltó Cattanzaro, que marcó que estas cuestiones no terminan de consolidarse en un país como la Argentina. “Ese es el requisito para que la concesión sea viable y no un experimento fallido, que vamos a terminar bancando los argentinos con empresas que tienen riesgo cero”, agregó.
Paritarias
En tanto, en el marco del desfinanciamiento de Vialidad Nacional, la semana pasada FEPEVINA “festejó” un año sin negociación paritaria, dejando a sus empleados con salarios muy reprimidos. Ante esto, hubo presentaciones judiciales, que tuvieron en estos días respuesta.
Así, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo le ordenó a la Secretaría de Trabajo, dependiente del Ministerio de Capital Humano de la Nación, que en el plazo de 10 días hábiles, “realice la convocatoria de las negociaciones paritaria, a los fines de iniciar conversaciones para rediscutir alzas salariales”.
FEPEVINA presentó su propio pedido judicial, que según los trascendidos está pronto a salir, ya que está en manos del mismo fiscal que pidió un informe a las autoridades para dictaminar.
Sobre lo que puede pasar con esta decisión judicial, Cattanzaro adelantó que una de los reclamos es “que además de que se sienten a negociar presenten una oferta de mejora salarial”. “En los organismos descentralizados está pasando que después de un año de congelamiento salarial, ofrecen 2 o 3 puntos de aumento, en cuotas, como paso en el PAMI, por eso el horizonte se vuelve difícil, tenemos expectativa peso sabemos que puede pasar esto”, concluyó el referente gremial.