La CGT activó un plan de acción en rechazo a la reforma laboral que el Poder Ejecutivo pretende sancionar en el Congreso. Luego de la marcha de la semana pasada a Plaza de Mayo, la dirigencia de la central obrera insiste con sus críticas respecto de la iniciativa, que la vincula con intereses empresariales. Hasta febrero, cuando el oficialismo intente la media sanción en el Senado, los gremios sumarán pedidos de reuniones a gobernadores y legisladores para que rechacen la iniciativa. También, acudirán al Poder Judicial. Octavio Argüello es uno de los integrantes del triunvirato de conducción de la CGT, sostuvo que la propuesta libertaria es “regresiva” y “ataca derechos colectivos e individuales de los trabajadores”.
Además, el dirigente afirmó que vienen “trabajando en todos los frentes, no solo en la calle, también en el Poder Legislativo y la justicia”. “Es una ley que no va a producir más trabajo, deja a los trabajadores en una situación indefensa donde no van a poder discutir nada ni poder hacer reclamos. Destruye los convenios colectivos y el derecho a reclamar”, dijo.
“Es una ley muy judicializable, porque hay cosas que van contra los derechos constitucionales y contra lo que establece la OIT (Organización Internacional del Trabajo)”, sumó Arguello a su análisis. “Nos quieren llevar a un modelo a la peruana, con un 75 por ciento de los trabajadores fuera de la formalidad. El problema no son los trabajadores, es el sistema económico y político que lleva adelante este gobierno. Le sacás derecho a los trabajadores y abrís la importación, no se soluciona el problema del empleo de esa manera. Esta ley no nos lleva a una mejor situación, todo lo contrario, va a traer mucha desocupación. A las pymes les sirve que haya consumo y producción”, manifestó.
Despliegue territorial
El dirigente camionero detalló que le pidieron desde las CGT a las 81 regionales de la central desplegadas en todo el país que “hablen con sus gobernadores y legisladores” para poder persuadirlos de que rechacen el proyecto del gobierno. “Leyes importantes como la laboral y la tributaria pretenden sancionarlas a libro cerrado, sin debate”, añadió. “Ya hubo reformas laborales en los `90 y la Ley Banelco con Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger, que no dieron más trabajo y que generaron que haya más trabajadores en la informalidad”, apuntó.
“Esta reforma es un pedido de Estados Unidos. Donald Trump le hizo la campaña a Milei. Vienen por nuestros recursos naturales, quieren tener a los trabajadores entregados para llevarse los recursos como más le convenga”, afirmó.
Triunfo
Por su parte, Jorge Solá, uno de los titulares de la CGT y el secretario general del sindicato del Seguro, aseguró que "postergar la reforma laboral es un gran triunfo de los trabajadores" y remarcó que "es necesario” que el gobierno nacional “escuche a todos los sectores”. En declaraciones radiales, Sola indicó que es favorable que el Proyecto de Modernización Laboral se trate en febrero del próximo año porque debatirlo esto "entre gallos y medianoche era un error y se tomó nota de ello".
"Hubo un trabajo muy fuerte con gobernadores, senadores y senadoras para explicarle, desde la CGT, las consecuencias de la reforma laboral, que se la expresamos a (Patricia) Bullrich”, aseguró Solá. Por otra parte, recordó que desde el comienzo de la gestión del presidente Javier Milei dejaron de existir “más de 18 mil pymes” y planteó que, para abrir una pequeña o mediana empresa, “se te va el 40 por ciento en impuestos provinciales, nacionales y tasas”: “Es ahí donde hay que buscar la diferencia”.
Asimismo, Solá se posicionó en contra del Presidente al afirmar que “los trabajadores en negro tienen derechos, pero no los pueden ejercer” y subrayó que los cambios de reglas, que propone la reforma, entre un empleador y un trabajador “no van a generar empleo, sino que lo va a hacer un proyecto de inversión". "Esta reforma tiene cosas que rozan la inconstitucionalidad y a la vuelta de la esquina se van a chocar contra la pared de nuevo", concluyó el titular de la central obrera.