Empresas pesqueras quieren bajarle un 30% el salario a los trabajadores: se profundiza la crisis sectorial

En el rubro langostinos, la baja del precio internacional es la excusa para intentar aplicar un brutal ajuste en los sueldos. La campaña 2025 no comenzó, y hay amenaza de despidos.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Domingo, 08 de junio de 2025 10:00

Convocados por la Comisión de Industria de la cámara de Diputados, representantes de las empresas pesqueras ratificaron que en estas condiciones no pueden sacar los buques para realizar la pesca de langostinos. Desde hace unas semanas, 100 embarcaciones llamadas “congeladoras” están varadas en los principales puertos del país, ante el conflicto que se generó por el valor de producción. En la su visita a los legisladores, las firman insisten que con la baja del precio internacional la única forma de hacer sostenible la actividad es bajando el valor de producción, lo que lisa y llanamente es una reducción de los salarios de los trabajadores. Esto es rechazado por los distintos sindicatos del sector, que esta semana pidieron una mesa de discusión con las cámaras patronales y el gobierno nacional para buscar una salida a esta crisis, que aseguran puede costarle muchos puestos de trabajo a un sector que emplea de forma directa 60 mil argentinos.

Esta no es la única amenaza que deben soportar estos trabajadores altamente calificados. La puesta en vigor de un régimen de excepción para la marina mercante amenaza con flexibilizar al extremo las condiciones laborales, y terminar con muchos de los derechos adquiridos en los actuales convenios colectivos.

En los discursos de los representantes del sector empresarial, se notó que la principal propuesta para solucionar la crisis general y del langostino en particular es bajar sueldos y condiciones laborales. “Hoy me parece que necesitamos ordenar esos convenios colectivos o esos acuerdos que hemos tenido hace muchos años para poder seguir trabajando”, explicitó en su ponencia Agustín de la Fuente, de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CONARPESA y CAPIP). De manera clara, las firmas buscan bajar las condiciones laborales, y tuvieron un guiño del gobierno con el régimen de excepción, que permite sumar tripulación extranjera en caso de que no hay mano de obra disponible.

Como explican los gremios, si quieren pagare menos del salario establecido por convenio, las pesqueras pueden argumentar que “no hay personal disponible” y sumar obrero de otras nacionalidades. Las cámaras niegan que haya despidos, y muestran los valores del precio internacional como el gran problema. Pese a esto, la dirigencia sindical quiere sumar a las empresas a una mesa tripartita con el Estado nacional y las provincias pesqueras, para buscar una alternativa.

Tenemos que sumar fuerzas con las empresas para pedir que sea el gobierno el que aporte la solución”, le dijo a Data Gremial una importante fuente del sector. Esta semana, al mismo tiempo que los empresarios blanqueaban su intención de bajar salarios, tres gremios formalizaron su pedido de negociar un acuerdo entre las partes. Así, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, el Sindicato de Conductores y Motoristas Navales y el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales de Argentina le pidieron a la Directora Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, Mara Ágata Mentoro, un espacio para discutir esta realidad, y ratificaron que “en ningún caso se aceptará que la variable de ajuste sea el salario de los trabajadores y/o sus condiciones de trabajo”.

“Queremos que el estado nacional colabore con la solución, tenemos algunas alternativas, como la quita de algunas retenciones, o que se reforme el impuesto a los Combustibles”, destacó la misma fuente. Otra idea de los gremios es “que el gobierno devuelva lo que retiene de Impuesto a las Ganancias a los trabajadores pesqueros, una forma de mejorar los ingresos”. Según las fuentes consultadas, las empresas piden bajar el valor de producción que forma el salario de los trabajadores un 30 por ciento. “Un número mágico que tiene el aval del gobierno”, criticó la misma fuente.

La crisis en números

La flota congeladora de langostino, inactiva desde el 17 de marzo, genera anualmente alrededor de 600 millones dólares en exportaciones, y su parate impacta de lleno en las economías de ciudades como Puerto Deseado, Puerto Madryn y Mar del Plata. Según pudo saber Data Gremial, en 2024 generó 1.969 millones de dólares, lo que representó el 3,9 por ciento del total exportado.

En la última década, el segmento aportó 17 mil millones de dólares, mientras que genera más de 46 mil empleos directos y abastece a más de 100 mercados internacionales con unas 800 mil toneladas anuales de productos diversos. Mar del Plata, uno de los principales polos pesqueros del país, está entre las ciudades más impactadas. El puerto representa el 30 por ciento del producto bruto geográfico local. La paralización de la actividad se suma a un contexto laboral complejo: la ciudad cerró 2024 con la tasa de desempleo más alta del país (8,6 por ciento) y registró 374 despidos formales en los primeros cuatro meses del año.

La Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores (CAPECA), el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) afirmaron en un comunicado que “la negativa sindical a revisar el convenio colectivo vigente, firmado en 2005, imposibilita adaptarse a un contexto internacional adverso, en el que el precio del langostino cayó más del 50 por ciento. Aseguran que continuar operando bajo las condiciones actuales hace inviable la actividad”. En relación a los salarios, afirmaron que si la temporada se hubiera activado, un marinero podría haber percibido hasta 12 millones de pesos brutos en junio, en función de los rendimientos históricos. Actualmente, los trabajadores reciben solo el salario básico, que ronda los 500 mil pesos.

Crisis laboral

Esta realidad pone en peligro muchas fuentes laborales, pese a los dichos de los empresarios. Es que mientras que no haya actividad, muchas empresas del rubro están en peligro. La planta pesquera Apolo Fish, por ejemplo, volvió a ser escenario de un conflicto laboral tras el despido de al menos 13 trabajadores en los últimos días. La medida, que afecta incluso a empleados con más de 20 años de antigüedad, derivó en la toma de las instalaciones por parte del personal, mientras aguardan una audiencia con el Ministerio de Trabajo prevista para este viernes. Desde el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) temen que las desvinculaciones se extiendan a buena parte de los 40 trabajadores restantes. El conflicto comenzó esta semana en Mar del Plata, cuando siete trabajadores fueron despedidos tras negarse a realizar tareas que no estaban contempladas en su convenio colectivo. La respuesta fue una asamblea con retención de tareas, lo que provocó nuevas cesantías.

A esto se le suman los problemas que genera el régimen de excepción de la marina mercante. La desregulación del ministro Federico Sturzenegger sobre el funcionamiento de los barcos de carga permite despedir a un marino con 20 años de servicio por una indemnización equivalente a 10 días de salario básico. Para los gremios, el decreto 340/25 es una reforma laboral "salvaje" a favor de líderes mundiales del sector, que también complica a empresas locales. En este sentido, las entidades gremiales volvieron a alertar que el decreto 340/2025 que “pretende implementar este gobierno dejará sin empleo a más de 20 mil trabajadores de manera directa y aproximadamente 6 mil más de forma indirecta”, indicaron los gremios,