Rechazan proyecto para privatizar el Astillero Río Santiago: “Sería desmontarlo en la práctica”

Gremios y otros sectores se oponen al proyecto de un diputado libertario que quiere pasar a manos privadas la empresa estatal bonaerense. Desde ATE dicen que si se consolida “el modelo de Milei” puede pasar. El ex titular del astillero explicó las oportunidades que genera para la provincia y el país.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Jueves, 23 de octubre de 2025 16:15

Fundado en 1953 en la localidad de ensenada, el Astillero Río Santiago es un emblema de la marina mércate de nuestro país. Luego de una época de esplendor, donde construyó más de 70 embarcaciones, estuvo al borde de su privatización en los 90, la cual se evitó por la lucha de sus trabajadores. En las últimas décadas recuperó su actividad, reorientando su producción hacia el mercado internacional y firmando acuerdos para la construcción de buques. Hoy busca sostenerse en medio de una nueva ola neoliberal, que puso su venta en la mira. Es que si bien la administración es de la provincia de Buenos Aires, un legislador libertario busca hacer de la empresa pública “sujeta a privatización”, lo que encendió las alarmas de los gremios y la gestión. Si bien La Libertad Avanza no tiene los legisladores en territorio bonaerense para imponer solo la iniciativa, está claro que el gobierno nacional intentará imponer su modelo en la segunda mitad de gestión, en especial en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof se erige como contrapeso de las medidas de la Casa Rosada.

La propuesta del diputado bonaerense Guillermo Castello busca declarar “sujeto a privatización” al Astillero Río Santiago, bajo el argumento que esta empresa estatal “genera un déficit millonario y funciona de manera ineficiente y politizada”. La iniciativa ya ingresó en la Legislatura bonaerense, y además propone “transferir al sector privado todos los activos, bienes y derechos” del astillero. Además, fija un plazo máximo de un año para concretar la operación desde la entrada en vigencia de la norma, y crea una comisión bicameral para controlar el proceso y garantizar su transparencia. En los fundamentos, el diputado libertario sostiene que el Estado bonaerense “no necesita mantener una empresa pública de fabricación de barcos para cumplir con sus funciones”, y que su mantenimiento implica “mayores impuestos, burocracia y corrupción”. Para reforzar su planteo, citó a Juan Bautista Alberdi, quien rechazaba la intervención estatal en actividades propias de la iniciativa privada. “El Estado empresario es fuente de despilfarro y déficit”, sostiene el texto. Castello sostuvo que en otros países los astilleros públicos fueron privatizados o redujeron sus planteles para mejorar su productividad, el Astillero Río Santiago siguió el camino inverso: triplicó su dotación de personal, redujo su producción a la mitad y acumula uno de los déficits más altos del mundo en comparación con empresas similares.

Por el momento, el proyecto no generó mayores apoyos, pero los gremios están atentos porque la coyuntura provincial y nacional, en especial luego del resultado electoral del próximo domingo, puede empujar su tratamiento. “Si se consolidara el modelo que plantea Javier Milei para el país las chances para el saqueo en la entrega crecerían”, sostuvo Oscar de Isasi, dirigente de ATE Buenos Aires y titular de la CTA Autónoma bonaerense. En diálogo con Data Gremial, marcó que “saqueo y entrega son los dos conceptos que guían al diputado Castello a la hora de presentar el proyecto”.  Para de Isasi, el pueblo argentino “le está dando una lección gobierno, y el 26 de octubre le va a dar una lección a quien quiere hacer del país una colonia, y regalar el astillero”. En este sentido, agregó que “no sólo ATE y los trabajadores de la empresa van a resistir este tipo de iniciativas, sino también van a tener a la gente. Nosotros queremos el astillero reactivado y construyendo embarcaciones, quien quiere esto debe votar el domingo al Frente Patria y darle un golpe a Milei”:

Rechazo

Hasta agosto de este año, Pedro Wasiejko era el titular del Astillero Río Santiago. El dirigente de la CTA de los Trabajadores dejó su cargo, y hasta ahora el gobierno provincial no nombró su sucesor. El dirigente aseguró que el proyecto de Castello en verdad “seria desmontar el astillero en la práctica”. “Río Santiago como activo para la producción en general de construcciones navales y estructuras metalmecánicas de gran porte es una instalación única”, le dijo a Data Gremial. Además, remarcó Wasiejko, “está en zona franca libre de impuesto para el ingreso de equipo y para la exportación, que hoy seria la salida para que el astillero inicie un proceso de crecimiento sostenido de la producción en un  mundo donde las necesidades de construcciones navales orientadas a la defensa y a la producción off shore y eólicas ofrecen una oportunidad única”. “Este fue el paradigma que impulse en mi gestión”, insistió.

En sus argumentos, Castello sostuvo que el desequilibrio entre los recursos y los resultados del astillero son parte del problema: según detalla, concentra el 80 por ciento del empleo del sector naval nacional, pero solo produce el 20 por ciento del valor industrial total, lo que refleja, a su entender, la "ineficiencia estructural" del modelo estatal. Por su parte, para Wasiejkohay que aprender de planes de negocios que funcionan en la Argentina, como el que aplica la empresa Toyota tratando siempre que más del 50 por ciento de la porción sea para el mercado de exportación”. En el caso del astillero, agregó, “debería ser en estas instancias del país todo lo posible, o sea el 80 por ciento de sus capacidades, es la única manera de aprovechar ese activo industrial y poder cubrir los salarios y tener recursos genuinos para actualizar tecnológicamente e aumentar la productividad y a la vez diversificar las actividades”.

Situación actual

En la actualidad, el astillero ocupa un predio de 39 hectáreas donde desde hace más de 70 años se desarrollan tareas navales y metalmecánicas. A lo largo de su trayectoria se consolidó como uno de los complejos industriales más importantes de la región, con capacidad para construir y reparar embarcaciones de gran porte destinadas al ámbito comercial y estatal. Su localización estratégica a orillas del Río Santiago le otorga una ventaja operativa clave: el ingreso directo de buques de gran tamaño y un acceso fluido al Río de la Plata. Esa condición favoreció el vínculo con empresas marítimas nacionales e internacionales que recurren al astillero para tareas de mantenimiento, modernización y puesta a punto de sus flotas.

Sin embargo, el presente del astillero se ve atravesado por conflictos laborales y cambios institucionales. En julio, los trabajadores realizaron una protesta con cortes en la Autopista La Plata–Buenos Aires para exigir un aumento salarial de emergencia que asegure ingresos dignos a las más de 2.600 familias que dependen de la planta.

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