Alrededor de 300 trabajadores de la marca Tía Maruca sufren el atraso en el pago de sus salarios

Son los operarios de la planta que la empresa posee en la provincia de San Juan y los propietarios de la misma argumentan que el problema se debe a la recesión por la que atraviesa la industria argentina. Por ahora, descartan el cierre de la firma.
 

Miércoles, 28 de mayo de 2025 18:20

Alrededor de 300 empleados de la planta que la marca de pepas y galletitas Tía Maruca tiene en San Juan afrontan el atraso del pago de sus salarios y los dueños de su empresa propietaria, Dilexis, admitieron que no están ajenos “la recesión” que vive la industria argentina, sobre todo en el rubro de las alimenticias.

Al respecto, el CEO de Tía Maruca, Pablo Tamburo dio cuenta que los problemas financieros afectan a todas las pymes del sector, pero remarcó que la firma continúa operativa y no planea cerrar al enfatizar:  "Nos tienen que sacar muertos de ahí".

Igualmente, reconoció que "nos hemos atrasado, sí, pero hablamos de unos pocos días, no de meses. Y siempre lo comunicamos a los trabajadores”. “No debemos nada. Las horas extras se pagan, aunque en realidad no hay horas extra porque se trabaja en tres turnos y no los fines de semana", explicó.

Descartan cierre

También, detalló que "Dilexis es una pyme, no estamos ajenos a la recesión, a la baja de márgenes, ni a los problemas financieros que vive cualquier industria hoy en Argentina”.  Sin embargo, fue optimista porque aseguró que “estamos dando batalla, y nos está yendo bien dentro de ese contexto".

Asimismo, rechazó las versiones que afirman que Dilexis podría desprenderse de sus instalaciones en Albardón. "No estamos pensando en vender, ni en irnos. Nos tienen que sacar muertos de ahí. Esta planta está viva y creciendo. Tenemos desafíos, no problemas. Y si algún inversor quiere apostar a esto, bienvenido. Porque lo que necesitamos ahora es capital para seguir creciendo", concluyó.

El contexto

El caso de Tía Maruca es similar al de Lipo, dado que sufre las consecuencias ocasionadas por la baja   en las ventas y el costo laboral en alza.

En el caso de Lipo, recientemente los 100 empleados de su planta en Lanús, en la provincia de Buenos Aires, implementaron un cese de tareas exigiendo se abonen los sueldos.

El panorama de la planta acumula prácticamente un semestre de idas y vueltas entre la cúpula de la compañía, una Pyme familiar comandada por Matías y Mariela Lipovetzky y con un nivel de producción del orden de los 2 millones de caramelos diarios y 100 variedades diferentes.

"El conflicto dio inicio el día 7 de mayo, que tendría que haber sido el cuarto día hábil del mes. Nosotros somos mensualizados, tendríamos que haber cobrado la totalidad de los haberes del mes de abril, lo cual la empresa no cumplió con lo que serían los plazos. Así que hemos percibido casi un 50 por ciento del total de los salarios", declararon al respecto empleados alineados con esa organización.

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