Burger King se va de Argentina tras 36 años: incertidumbre por 4.500 puestos de trabajo

Con más de 110 sucursales en todo el país, la compañía anunció su retiro del mercado argentino. La decisión se suma a la de Carrefour, que meses atrás también comunicó su salida del país.

Martes, 30 de septiembre de 2025 12:26

La noticia golpeó fuerte en el sector gastronómico: Burger King anunció su salida de la Argentina después de 36 años de presencia ininterrumpida, dejando en vilo a los más de 4.500 trabajadores que dependen de sus 110 sucursales en todo el país.

El grupo mexicano Alsea, operador de la marca, informó que pondrá a la venta la operación local y que encargó al banco BBVA la búsqueda de potenciales compradores. Si bien continuará en el país con Starbucks, la decisión abre un escenario de incertidumbre para miles de familias que dependen de la histórica cadena de hamburguesas.

Un mercado adverso: caída del consumo y competencia local

Si bien Alsea explicó que la venta forma parte de un proceso de reestructuración regional, en Argentina existen razones específicas que aceleraron la decisión.

En primer lugar, Burger King perdió en los últimos años el segundo lugar en el mercado frente a Mostaza, la cadena nacional que no solo ganó terreno en precios sino también en cantidad de locales, consolidándose como el principal competidor de McDonald’s.

A esto se suma la fuerte caída del consumo masivo provocada por las políticas recesivas del gobierno de Javier Milei. El derrumbe del poder adquisitivo, la suba de tarifas y la inflación golpearon de lleno a las cadenas de comida rápida, que vieron reducido su público más tradicional: los sectores populares y de clase media.

Además, el mercado se fragmentó con el auge de las hamburgueserías gourmet y propuestas artesanales que, con precios competitivos, captaron a los consumidores más jóvenes en los grandes centros urbanos.

Impacto laboral y preocupación sindical

El anuncio abre un frente laboral complejo: más de 4.500 puestos de trabajo corren riesgo si no aparece un comprador que garantice la continuidad de la operación.

El antecedente reciente de Carrefour, que también anunció su retirada para concentrarse en mercados más rentables, refuerza la preocupación sindical respecto a la inseguridad laboral en el sector de servicios y gastronomía.

Historia de una marca que marcó generaciones

Burger King llegó a la Argentina a fines de los 80 con un local en la Avenida Cabildo, en Belgrano, frente al primer McDonald’s del país. Desde entonces, la rivalidad entre ambas cadenas se convirtió en un clásico del consumo argentino.

En 1992, la franquicia pasó a manos de Fast Food Sudamericana S.A., que inició un plan de expansión. En 2006, la operación quedó en manos del grupo mexicano Alsea, que amplió la red hacia provincias como Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Neuquén y Tucumán.

Actualmente, la compañía cuenta con más de 110 locales, pero la falta de rentabilidad en un mercado cada vez más competitivo y deteriorado terminó inclinando la balanza hacia la retirada.

¿Quién se queda con Burger King?

El banco BBVA ya está en negociaciones con potenciales compradores. Uno de los nombres que suena con más fuerza es Inverlat, fondo de inversión que maneja KFC y Wendy’s en el país, aunque todavía no hay definiciones.

El futuro de Burger King en Argentina dependerá de esa operación: si se concreta la venta, podría garantizarse la continuidad de los locales y de buena parte de la plantilla. De lo contrario, la salida definitiva abriría un escenario de despidos masivos.

Futuro incierto para los trabajadores

El retiro de Burger King no solo marca el fin de una era en el negocio de la comida rápida en la Argentina: también refleja el deterioro del consumo popular bajo un modelo económico recesivo.

Mientras el mercado se concentra y los capitales extranjeros reconfiguran sus apuestas, miles de trabajadores esperan definiciones sobre su futuro inmediato. Lo que está en juego no es solamente la continuidad de una marca, sino la estabilidad laboral de 4.500 familias.

 

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