Referentes del sector de la energía nuclear y representantes sindicales de los trabajadores del sector mantuvieron ayer lunes una reunión con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno. Del encuentro participaron también el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y el subsecretario de Energía bonaerense, Gastón Ghioni. Allí, el mandatario rechazó la privatización de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), que el gobierno nacional anunció en septiembre pasado.
La reunión tuvo como eje central la preocupación del sector ante el intento de la gestión de Javier Milei de avanzar con la venta de NASA, la empresa pública operadora de las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, y sus posibles consecuencias sobre la soberanía energética y el desarrollo estratégico del país.
Durante el encuentro, Kicillof defendió el rol histórico de la energía nuclear en la Argentina. “Hace muchos años que la Argentina decidió invertir en el área de energía nuclear, lo que llevó a posicionar al país en un lugar de privilegio a nivel internacional y contar con un activo estratégico clave”, afirmó el mandatario provincial. En ese sentido, advirtió que ese camino hoy “se ve amenazado por un gobierno nacional entreguista que, con su idea privatizadora, apunta a generar un gran negocio para unos pocos”.
Respaldo político
El gobernador remarcó además que el objetivo del encuentro fue expresar un respaldo político claro al sector: “La idea de este encuentro es demostrar que el sector no está solo: ante un Presidente que se subordina a intereses extranjeros y ataca a nuestra soberanía, cuentan con el compromiso y el acompañamiento de un gobierno bonaerense dispuesto a defenderlo”. Y concluyó: “Vamos a potenciar todas las iniciativas que estén encaminadas a detener la privatización de Nucleoeléctrica: no podemos permitir que destruyan un sector clave para las perspectivas de futuro de los argentinos y las argentinas”.
El espacio de diálogo permitió visibilizar la preocupación de trabajadores, técnicos y especialistas frente a un eventual cambio en el modelo de gestión de NASA, una empresa estatal que no solo opera las centrales nucleares del país, sino que también comercializa en el mercado eléctrico la energía producida por sus plantas. Sus balances positivos y su reconocimiento a nivel internacional fueron destacados como argumentos centrales en defensa de su continuidad como empresa pública.
A la venta
A fines de septiembre, Milei y el ministro de economía Luis Caputo autorizaron la privatización parcial de la NASA mediante el decreto 695/2025 publicado en el Boletín Oficial. Del total del paquete accionario ahora el Estado Nacional prevé quedarse con el 51 por ciento y el resto venderlo a los privados. En los argumentos esgrimidos por el gobierno nacional se menciona que “la intervención estatal a través del desarrollo de actividades que pueden ser efectuadas por el sector privado no ha dado los resultados esperados y ha sido incapaz de brindar una solución eficiente y rentable para el Estado Nacional”.
El gobierno libertario realizó la iniciativa “con el fin de asegurar la continuidad de las operaciones de la empresa de manera eficiente y competitiva”, y para ello consideraron “imprescindible” deshacerse de parte de las acciones de la empresa, considerando la privatización parcial como el medio “más idóneo” para la incorporación de inversores privados.