Luego que el INDEC difundiera los datos de pobreza e indigencia, que marcan un empeoramiento de ambas tasas, todo el arco sindical responsabilizó a Javier Milei y sus políticas de esta dramática realidad. En sus redes sociales, la CGT dijo que “la única verdad es la realidad”. “Según el INDEC más de la mitad del país es pobre, 2 de cada 3 niñas y niños están bajo la línea de pobreza”, expresó la central obrera, que agregó que “la pobreza aumentó 11,2 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2023, el dato más alto de pobreza desde el 2004”.
La pobreza y la indigencia tuvieron un tremendo salto en el primer semestre del año, hasta alcanzar al 52,9 por ciento y 18,1 por ciento de las personas, respectivamente, informó este jueves el INDEC. Se trata no solamente de números abrumadores sino que además implican un deterioro muy profundo respecto de los valores del 2023.
La pobreza saltó del primer semestre del 2023 al mismo período de este año desde el 40,1 por ciento de las personas hasta el 52,9 por ciento actual. Esto representa un incremento del 30 por ciento en el universo de personas bajo esa condición. En el caso de la indigencia, el salto es incluso más dramático: el primer semestre del 2023 impactaba sobre el 9,3 por ciento de las personas y ahora afecta al 18,1 por ciento, lo cual implica que prácticamente se duplicó el porcentaje de indigentes.
Miseria planificada
Por su parte, en un comunicado firmado por las dos CTA se marcó que “a pesar de que un poderoso sistema comunicacional intenta tapar esta realidad, la calle no miente: se derrumbó el nivel de vida de los sectores populares”. “El aumento de la pobreza y de la indigencia es absoluta consecuencia de las decisiones políticas de Milei y los que lo rodean, entre los que sobresalen Federico Sturzenegger y el Luis ‘Toto’ Caputo, ya tristemente célebres por sus anteriores fracasos”, agregó el texto que lleva la firma de Hugo Yasky y Hugo “Cachorro” Godoy.
Esta gravísima situación social, agregaron, “lejos de estar en vías de superación, va camino a agravarse”. “Los aumentos del tren, del colectivo, del gas o del agua incidirán para agudizar las penurias de nuestro pueblo. Para peor, en el presupuesto enviado al Congreso se prevén más tarifazos, es decir, más aumentos de los servicios públicos. Al mismo tiempo, las jubilaciones van a seguir congeladas en términos reales y la reglamentación de la reforma laboral facilita los despidos, o sea que aumentará la desocupación”, analizó el texto.
Frente a ello, expresaron, “el movimiento popular, las organizaciones sindicales y sociales, el conjunto de los sectores perjudicados por esta política económica vamos a profundizar nuestra unidad en las luchas movilizándonos para ponerle freno a este ataque feroz a las mayorías, al desarrollo económico y a la soberanía nacional”.
Aumento previsible
"Este aumento de la pobreza y la indigencia es tremendo pero previsible de acuerdo a los indicadores que se fueron conociendo en estos meses, desde la caída de salarios, en especial en el sector público, jubilaciones y programas sociales, en particular del Potenciar Trabajo", explica Mariana González, economista del Centro CIFRA. En relación a las declaraciones del vocero Manuel Adorni acerca del rol de la inflación en la pobreza, González explica que la clave no es en sí la inflación sino el aumento de los ingresos en términos reales, algo para lo cual actualmente "no hay condiciones para una recuperación sostenida en el tiempo".
"Las políticas en las que se apoya esta menor inflación relativa frente al pico del verano no se puede decir que sean permanentes, porque se basan por un lado en la apreciación del tipo de cambio real, que pone en jaque, tarde o temprano, a las cuentas externas; y por el otro en una brutal recesión, que afecta al empleo y los ingresos. Esta situación difiere de la que se presentaba sobre el final del gobierno anterior, cuando la alta inflación sí era una causa directa del deterioro de las condiciones sociales", agrega la especialista en declaraciones periodísticas.