Mar del Plata: clientes del mayorista Caromar se solidarizaron con los trabajadores despedidos y denuncian que la empresa no entrega mercadería que ya pagaron

Mientras los gremios denuncian maniobras empresarias para abonar sólo la mitad de las indemnizaciones, consumidores se acercan al local clausurado para solidarizarse y reclamar respuestas por productos retenidos dentro del establecimiento.

Martes, 02 de diciembre de 2025 19:48

La clausura intempestiva de la sucursal Mar del Plata del mayorista Caromar disparó un conflicto que va mucho más allá de los 15 despidos confirmados. A los reclamos gremiales por la pérdida de puestos de trabajo se sumó ahora la voz de los propios clientes, quienes aseguran haber pagado mercadería que quedó retenida dentro del local sin posibilidad de retirarla.

En las últimas horas, numerosos consumidores se acercaron al mayorista de la Avenida Presidente Perón 1950 —cerrado con candado y sin presencia empresarial— para respaldar a los trabajadores cesanteados y exigir respuestas. “Soy cliente de Caromar… o era. Realicé compras y tengo mercadería dentro del establecimiento. Cuando vengo a buscarla me encuentro con que la empresa cerró sus puertas y dejó a toda la gente afuera”, relató uno de ellos.

 “A todos los clientes que completamos la cuenta corriente de Caromar no nos entregan la mercadería. Vine a apoyar a los chicos y a ver cómo podemos resolver el tema”, explicó con indignación.

Cierre sorpresivo y despidos masivos en todo el país

Lo ocurrido en Mar del Plata forma parte de un proceso de cierres simultáneos que Caromar ejecutó en los últimos días en al menos cinco localidades, dejando a más de 200 trabajadores sin empleo y sin previo aviso. La empresa cerró sus sucursales de San Justo, Burzaco, José C. Paz y Rosario, además del local marplatense. El impacto más fuerte se registró en La Matanza, donde 63 empleados quedaron en la calle, entre ellos 43 representados por el Sindicato de Empleados de Comercio y 15 del Sindicato de Camioneros.

En Mar del Plata, la medida afectó a 15 trabajadores, algunos con más de dos décadas de antigüedad. Las organizaciones sindicales advierten que la firma intenta encuadrar los despidos bajo el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, lo que implicaría pagar únicamente el 50% de las indemnizaciones. “Es una maniobra para abaratar costos y desligarse de responsabilidades”, alertaron desde el Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica (SECZA).

Caída del consumo y reclamos judiciales en puerta

La crisis de Caromar se desarrolla en un contexto de fuerte contracción de ventas en el sector comercial, golpeado por la caída del consumo que atraviesa el país desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Según el INDEC, el consumo privado se redujo un 11,6% en el primer trimestre del año, afectado por el ajuste fiscal, aumentos tarifarios y apertura de importaciones que impactaron en la demanda de productos de limpieza, perfumería y cosmética, rubros centrales para el mayorista.

Mientras tanto, los gremios mercantiles SECZA, SEOCA y otras seccionales bonaerenses de la FAECyS encabezaron manifestaciones y medidas de fuerza en distintas sucursales cerradas. La tensión continúa y se esperan audiencias de conciliación convocadas por el Ministerio de Trabajo para intentar avanzar en una salida. No se descartan acciones judiciales contra la compañía, que mantiene otras bocas operativas en Laferrere, Moreno y Neuquén, además de fábricas de detergentes, alcohol y productos químicos.

Clientes sin respuestas y trabajadores sin indemnización

Los clientes afectados analizan iniciar presentaciones legales colectivas para recuperar los productos que ya pagaron. Los trabajadores, por su parte, continúan movilizados frente a los locales cerrados, exigiendo el pago completo de las indemnizaciones y denunciando abandono empresario.

Hasta el momento, Caromar no emitió ningún comunicado oficial que aclare los motivos de los cierres ni el destino de su personal o de la mercadería que quedó dentro de sus instalaciones. La incertidumbre crece, mientras empleados y consumidores coinciden en una misma pregunta: ¿dónde está la empresa y quién dará respuestas?