El Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica (SECZA) denunció que la empresa Caromar decidió cerrar su sucursal en la ciudad de Mar del Plata, dejando sin trabajo a 15 empleados. La medida se inscribe en un proceso más amplio de reestructuración comercial, que incluye el cierre de cuatro sucursales a nivel nacional.
La empresa continúa operativa en otras provincias
Pese al cierre de estas unidades de venta, desde el gremio remarcaron que Caromar mantiene plena continuidad laboral y productiva. La compañía continúa operando en múltiples localidades del país y conserva una estructura industrial sólida, con plantas dedicadas a la fabricación de detergentes, alcohol y productos químicos.
Por ello, desde el Sindicato consideran incompatible que la empresa alegue una situación de fuerza mayor que imposibilite su actividad.
Rechazo al intento de abonar solo la mitad de la indemnización
La organización gremial que conduce Guillermo Bianchi cuestionó con firmeza que Caromar intente encuadrar los despidos bajo el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, figura legal que permite pagar solo el 50% de la indemnización cuando existe “fuerza mayor”. Para Empleados de Comercio, esta maniobra resulta improcedente e injustificada.
“No existe cese de actividades ni un hecho excepcional que impida el normal funcionamiento de la empresa. No permitiremos que se utilicen causales inexistentes para perjudicar a quienes han sostenido la operación de la firma durante años”, señalaron desde el SECZA.
Reclamo por el pago del 100%
Ante esta situación, el gremio exige que Caromar abone el 100% de las indemnizaciones a todos los trabajadores afectados. Además, se puso a disposición de los empleados para acompañarlos durante el proceso y garantizar que se respeten íntegramente sus derechos laborales.
Un cierre que se da en un contexto crítico para la economía marplatense
El caso Caromar se suma a un panorama económico que golpea con fuerza a distintos sectores productivos de Mar del Plata, especialmente a la industria textil. Según referentes empresariales del sector, la crisis generada por las medidas económicas del gobierno de Javier Milei derivó en casi 300 despidos en el último año en una ciudad que históricamente se destacó por su producción de indumentaria, en particular de pulóveres.
La actividad textil sufrió un desplome del 50% en las ventas, combinado con un fuerte crecimiento de las importaciones, lo que derivó en despidos, suspensiones, recortes salariales y cierres de fábricas. Guillermo Fasano, presidente de la Cámara Textil local, advirtió que el cambio de modelo económico —basado en el ajuste del consumo interno, la apertura importadora y tasas de interés “delirantes”— paralizó la actividad y dejó a decenas de empresas al borde del colapso.
A este escenario se suma la caída del poder adquisitivo y el turismo emisivo, que incentiva compras en el exterior, profundizando la pérdida de empleo. “Las empresas están despidiendo gente, y esto va a seguir si no cambia el modelo”, alertó Fasano, quien confirmó que dos firmas de peso entraron en concurso preventivo y que la temporada 2026 arrancó con “muy pocos pedidos”.
La situación quedó graficada con la decisión de Textiliana, dueña de la marca Mauro Sergio, que suspendió a 175 trabajadores hasta marzo de 2026. Un dato que refleja la magnitud de una crisis productiva que, como ocurre con Caromar, afecta directamente a los trabajadores de la ciudad y exige respuestas urgentes.