El Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB) volvió a salir al ruedo este lunes con un fuerte mensaje en defensa de Lácteos Vidal, justo después de que se confirmaran transferencias millonarias en dólares desde cuentas vinculadas al empresario detenido por narcotráfico Fred Machado.
“Lácteos Vidal es un ejemplo de lucha contra las prácticas mafiosas enquistadas en el sindicalismo y la justicia”, publicó la agrupación en sus redes sociales, sin mencionar una sola palabra acerca del escándalo que envuelve a los dueños de la firma láctea.
El respaldo generó una inmediata ola de críticas, no solo por el momento elegido sino por el historial de vínculos oscuros que rodean tanto al MEAB como a la firma láctea. El grupo —referenciado en figuras como Florencia Arietto y vinculado políticamente al espacio de Patricia Bullrich— se presenta como un movimiento “en defensa de la libertad empresarial”, aunque en los hechos ha sido señalado como un aparato de presión contra la organización gremial y las protestas obreras.
Transferencias bajo sospecha
La polémica se reavivó tras un informe de Canal 9 que reveló que Alejandra Bada Vázquez, titular de Lácteos Vidal, habría recibido más de 3 millones de dólares en transferencias provenientes de cuentas vinculadas a Fred Machado.
Esas operaciones financieras, tal como reveló el periodista Adrián Murano y reflejó Data Gremial días atrás, aparecerían registradas en planillas del Bank of America, incorporadas a la causa que se sigue en Texas contra Federico Machado y Debra Mercer-Erwin, acusados de lavar dinero proveniente del narcotráfico.
De acuerdo con la investigación, la empresaria aportó luego $215 millones a la campaña presidencial de Patricia Bullrich en 2023, lo que alimentó las sospechas de una posible triangulación de fondos de origen ilícito.
Un prontuario empresarial
Lejos de la imagen de “víctima de bloqueos sindicales” que el MEAB y los medios afines intentaron instalar, Lácteos Vidal acumula denuncias por despidos persecutorios, fraude laboral y amenazas con armas de fuego dentro de su planta porteña.
Durante la pandemia, un trabajador —Oscar García— murió por COVID-19 tras haber sido obligado a presentarse a su puesto sin las mínimas medidas de protección sanitaria. Tiempo después, la Justicia laboral falló a favor de los empleados, imponiendo a la compañía una multa millonaria por incumplir sentencias previas.
Las imágenes de Vidal Bada Vázquez portando un arma mientras increpaba a trabajadores recorrieron el país y se convirtieron en símbolo de la tensión permanente entre la empresa y el gremio.
La defensa de lo indefendible
Aun así, el MEAB insistió en presentar el caso como un emblema de resistencia frente a los “aprietes gremiales”, reforzando su apoyo público en un momento en que el movimiento aparece bajo sospecha de haber sido financiado con dinero del narcotráfico.
Con el escándalo de las transferencias expuesto y las conexiones políticas bajo la lupa, el respaldo del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos a Lácteos Vidal vuelve a poner en cuestión los verdaderos intereses detrás de su cruzada “contra las mafias”.