Tras la multitudinaria marcha hasta las oficinas del dueño de Garbarino, trabajadores de la cadena de electrodomésticos le dejaron un petitorio al Presidente

Empleados de la empresa se movilizaron hasta las oficinas de Carlos Rosales, quien, enterado, se ausentó para evitar atender el reclamo. Posteriormente, se dirigieron hasta la Casa Rosada para solicitarle a Alberto Fernández que interceda ante el incumplimiento salarial de la empresa y la incertidumbre sobre su futuro.

Por Redacción

25 de junio de 2021

Son horas de incertidumbre para los trabajadores de Garbarino de la zona oeste del conurbano bonaerense. La empresa les adeuda salarios, bono y aportes, y tras varias protestas, siguen sin tener respuestas.

Pero lejos de paralizarse por la gravedad de la situación, decidieron llevar adelante hoy dos acciones de alto impacto para visibilizar su conflicto: primero, marcharon hacia las oficinas porteñas de Carlos Rosales, el dueño de la cadena de electrodomésticos. Y luego se dirigieron a la Casa Rosada para dejarle un petitorio escrito al presidente Alberto Fernández para ponerlo al tanto de la situación y pedirle que interceda.

“Nos comunicamos por este medio ante la gravedad de la problemática que nos aqueja, somos aproximadamente 4500 familias de todo el país afectadas por la firma Garbarino de la cual somos empleados”, comienza el texto al cual tuvo acceso en exclusiva Data Gremial.

Lo trabajadores le explicaron al primer mandatario que hace un año la empresa fue comprada por Carlos Rosales y la realidad que, si bien la firma estaba pasando por un momento de crisis, la situación no mejoró con su nuevo dueño.

“Estamos pasando por un momento de total abandono y desesperación, ya que se nos adeudan sueldos de abril, mayo, bono de fin de año, aguinaldo y aportes previsionales. Nos quedamos sin atención medica en plena pandemia. Todo lo que se retiene de nuestros sueldos, no es derivado correctamente a donde debería, como por ejemplo las cuotas de alimentos que no le son depositadas a los hijos de los trabajadores”, le detallaron los trabajadores al Presidente en uno de los pasajes más angustiantes del documento.

En otro pasaje relataron que el personal que es grupo de riesgo no percibe tampoco sus sueldos, y hay casos de enfermos oncológicos que no tienen para comprar sus medicamentos

“Las sucursales están siendo cerradas indiscriminadamente y se aplican suspensiones arbitrarias al personal que son interminables; existe incumplimiento en los protocolos indispensables en los tiempos que corren, hay persecución sindical, y además obligan a los empleados a ir a trabajar a pesar de no tener ni para viajar, y si realizan retención de tareas bajan las persianas en señal de amenaza”, añadieron en el escrito que lleva la firma de los delegados del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio (SEOCA) Nadia Ponce, Érica Salazar y Claudio Ledesma.

“De los 4.500 empleados que éramos hace un año, más de 1.300 se terminaron yendo con despidos encubiertos cansados de todo el manoseo recibido por la empresa, y no se les ha completado las liquidaciones a esos empleados”, expresaron.

Por último, concluyeron: “Desde ya agradecemos su intervención o cualquier tipo de ayuda que nos puedan brindar, confiamos en ustedes”.

Texto del petitorio

“No dan la cara”

Previamente a la entrega del petitorio al presidente Alberto Fernández, los trabajadores de Garbarino habían marchado desde la sede del SEOCA, en Morón, hasta las oficinas de Carlos Rosales, en Juncal 1126, en Capital Federal.

Enterado de la protesta, Rosales no se presentó en el edificio. Por otra parte, al llegar, los trabajadores se encontraron con un operativo policial.

La protesta fue encabezada por el propio secretario general del SEOCA, Rubén Ledesma. "Rosales no tiene sensibilidad con sus trabajadores y trabajadoras. Es un mudo. Se esconde detrás de un acuerdo con el Ministerio (de Trabajo)", expresó el experimentado dirigente.

"Es una empresa indescifrable. No dan la cara, no vamos a aflojarle con el plan de lucha. El Gobierno debería intervenir", concluyó el líder del SEOCA.