La disparada inflacionaria resquebraja el techo salarial impulsado por Economía

El nuevo aumento del IPC en febrero deja muy atrasado el índica del 60 por ciento anual que busca imponer el ministro Sergio Massa.

El rebrote inflacionario forzó al Gobierno a anticipar la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo para el próximo martes pero ha deteriorado el entendimiento tácito que había anudado Economía con algunos referentes sindicales de la CGT para fijar una pauta salarial del 60% para todo 2023.

 

Es que al 12,6% de inflación acumulada en el primer bimestre se le sumaría una cifra de entre el 6% y el 7% durante marzo destruyendo, así, la previsión de una suba del 30% para los primeros seis meses del año. Frente a la bajada de línea oficial, hubo gremios como UTA que firmaron un acuerdo del 30% para el primer semestre siempre con revisión. “Estas cláusulas o las de gatillo igual vuelven virtual esta pauta porque en unos meses te volvés a sentar y armás una nueva paritaria en base a la evolución de la inflación", dijo una fuente gremial consultada.

 

En verdad, hay distintas opiniones dentro del movimiento obrero organizado. Un sector de los “Gordos e Independientes” de CGT no vio con malos ojos el sendero de crecimiento salarial deslizado por el Palacio de Hacienda. En el moyanismo, en tanto, son más renuentes a aceptar un techo salarial. Pero, es cierto, que nunca hubo “foto” oficial en la central de calle Azopardo y se fueron postergando sucesivos encuentros con el ministro Sergio Massa.

 

Al ser consultado por este medio si el alza inflacionaria ponía en riesgo la pauta salarial, Carlos Acuña, co-titular cegetista, dijo que en su gremio (Estaciones de Servicio) cerraron un 30% de marzo a agosto “siguiendo la prudencia a la que nos comprometimos pero con una revisión en el segundo semestre. Igual la prudencia no solo tiene que venir de los trabajadores sino también de los empresarios que hoy hacen ‘política’ al remarcar precios”. Con todo, el jefe gremial sostuvo que más allá del porcentaje de aumento sugerido, “cada organización va discutiendo de acuerdo a sus posibilidades”.

En este sentido, reconoció que “uno firma un acuerdo salarial y al otro día los precios aumentaron todos. Los empresarios se adelantan a los incrementos que cobrará la gente: es la histórica frase: los sueldos van por la escalera y los precios por el ascensor".

En los hechos, hay gremios grandes que parecen haber roto “este techo de cristal”. La UOM aceptaría una suba del 40% para la primera mitad del año con una rápida renegociación. Bancarios, en tanto, también presiona por un alza mayor a la sugerida por Economía.

 

Los estatales nacionales también buscan sumar un plus al acuerdo del 97% que vence el 31 de mayo próximo. En este sentido, ATE reclamaría una nueva tanda de negociación, fijada en la última reunión de enero pasado, antes de discutir la paritaria 2023-2024.

Hugo “Cachorro” Godoy, titular del gremio y de la CTA Autónoma, que participará del Consejo del Salario Mínimo del 21 de marzo, sostuvo que “entre la especulación y la impudicia de los empresarios, y la impotencia –y a esta altura ya complicidad- de la política económica del Gobierno, la situación actual es insostenible. Como venimos diciendo, el plan del FMI que están aplicando Massa y Alberto Fernández es inflacionario y no hay ninguna posibilidad de frenar esta escalada si no se cambia el plan económico”. Reclama, en este sentido, un aumento de emergencia y que se reabran y se mantengan abiertas las discusiones paritarias, así como también un aumento sobre aquellos sectores de trabajadores que no tengan un beneficio paritario.

 

En tanto, en UPCN se movilizaron esta mañana a las puertas del ministerio de Defensa, en Azopardo 230, para exigir a las autoridades que tomen la medida que habilite al personal civil de las Fuerzas Armadas a ejercer el derecho irrenunciable de la libre opción de obra social.

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