Tras el nuevo fracaso en audiencia de la semana pasada con representantes de la Cámara Argentina del Acero (CAA), desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) denunciaron que el sector empresario puso un “techo” de 2 por ciento de aumento mensual para las negociaciones salariales del sector siderúrgico (rama 21 de la actividad). La cifra fue rechazada por el gremio que encabeza Abel Furlán, que reclama el doble y anticipa la convocatoria a asambleas para definir un plan de lucha.
Este nuevo tramo de las negociaciones paritaria estuvo precedido por más de siete meses de durísimo conflicto en el sector, que sufrió un congelamiento salarial entre noviembre del año pasado y julio de este año, cuando finalmente luego de largas negociaciones e incluso de la convocatoria a un plebiscito gremial para definir la continuidad del plan de lucha, se llegó a un acuerdo.
En ese marco, el gremio planteó fuertes críticas al rol jugado por el Grupo Techint, como principal responsable de la intransigencia en la CAA. Además, el techo salarial coincide con las intenciones del gobierno de Javier Milei de no homologar subas superiores a ese 2 por ciento a partir de octubre, para lo que comenzó a limitar los aumentos a los estatales nacionales, como ocurrió en la última paritaria sectorial.
Oferta insuficiente
Después de la reunión de este martes en la Secretaría de Trabajo se pasó a un cuarto intermedio y se fijó un nuevo encuentro para el 17 de septiembre. La UOM reclama aumentos de 4 por ciento en julio, 4 por ciento en agosto, 3 por ciento en septiembre y 3 por ciento en octubre (con carácter retroactivo), a lo que se suma la inclusión de una cláusula de revisión. El sector empresario afirma la “imposibilidad” de conceder estos incrementos en un contexto de “desacople” entre la evolución inflacionaria y el tipo de cambio oficial, además de la “amenaza” planteada por una “agresiva competencia” de las importaciones de acero de China e India.
El gremio metalúrgico denunció que el planteo obedece a la intención de la CAA de “atar la discusión salarial al dólar, en término de la devaluación del peso que mensualmente dispone el Gobierno”. Y añadió, justificando el rechazo a la oferta patronal: “La parte empresaria propone un incremento mensual del 2 por ciento ahora, pero como techo ni siquiera como piso, ello quiere decir que si la devaluación oficial del peso disminuyera por ejemplo al 1 por ciento ese sería el incremento en los salarios, aunque si por el contrario fuera del 5 o 10 por ciento o más, las remuneraciones no se incrementarían en idénticos porcentajes, sino que se mantendrían con el topo de 2 por ciento”.
Asambleas informativas
En ese marco, la UOM anticipó que comenzará a convocar a “asambleas informativas” para dar a conocer la evolución de las negociaciones en las distintas plantas del sector, lo que también es rechazado por los empresarios que sostienen que se deberá solicitar una autorización especial en cada empresa para estas asambleas y amenazaron con la aplicación de medidas disciplinarias y descuentos por eventuales abandonos de los puestos de trabajo.
La negociación pone en vilo a todo el sector, con el antecedente más reciente y una negociación que derivó en siete meses de conflicto entre diciembre de 2023 y julio de 2024.