Bajo el lema “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, gremios y movimientos sociales se movilizaron para conmemorar a San Cayetano, el patrono del trabajo. La jornada, que comenzó con una multitudinaria misa en el tempo del barrio de Liniers, es desde hace unos años un espacio de encuentro de los sectores populares, y desde que Javier Milei llegó a la presidencia una muestra de rechazo a sus políticas en materia laboral. Este año, la participación de todos los sectores del movimiento obrero le dieron un marco masivo a la marcha, que desde el mediodía copó el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, además del mensaje religioso hubo un importante componente social, en especial en los discursos. “El ajuste económico no debe basarse en la destrucción del empleo, ni en políticas que recorten derechos laborales”, advirtieron los integrantes de esta especie de multisectorial, en un documento leído al cierre del acto central, realizado en Plaza de Mayo.
El clima de unidad mostrado por todo el movimiento obrero y los distintos sectores sociales hace pensar que la celebración será “un punto de partida” para enfrentar el modelo económico, y podría terminar con un tercer paro general, como ya reclamaron muchos dirigentes. “Los trabajadores tenemos que estar en la calle”, afirmaron.
La jornada comenzó con una misa en el Santuario de Liniers, bajo el lema “San Cayetano, danos fuerzas para caminar con esperanza”. La iglesia abrió sus puertas a la medianoche para recibir a los peregrinos, y por la mañana fue sede de la misa, encabezada por el arzobispo de Buenos Aires, Carlos García Cuerva.
En su homilía, y remarcó que “nadie se salva solo” porque, si bien “la responsabilidad de que estemos tan mal es de todos”, también es responsabilidad de todos solucionarlo. “Somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna, de los discapacitados y de todos los enfermos. No podemos desentendernos de los que sufren”, aseguró el arzobispo.
Al lugar llegaron los gremios de la CGT, las dos CTA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que después marcharon a Plaza de Mayo para completar la jornada multitudinaria, en defensa del empleo y con duras críticas a las políticas del gobierno nacional. “Enfrentamos el desguace sistemático de la economía popular, el empobrecimiento brutal de nuestros jubilados y la destrucción del empleo”, expresaron desde la organización. Varios de los sectores expresaron abiertamente que la movilización tiene que convertirse en la antesala de un nuevo paro general.
“Esta movilización se puede tomar como un punto de partida”, sostuvo Esteban Cabello, titular de la UOM La Matanza, cuya columna estuvo desde temprano en Plaza d Mayo.
Ante la consulta de Data Gremial, el dirigente metalúrgico explicó que “es algo muy importante que la CGT junto a los movimientos sociales pueda movilizarse, y hacer ver la disconformidad que tenemos todos”. En este sentido, Cabello marcó que “cada gremio tiene su impronta, una forma distinta de actuar y proceder, pero todos tenemos el mismo propósito, todos queremos llegar a mostrar la problemática que estamos sufriendo”.
Por eso, se destacó la unidad que se logró en la marcha, que congregó a todos los espacios internos de la CGT, por ejemplo, desde la conducción y los sectores dialoguistas a los grupos más combativos, como el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos, uno de los promotores principales del evento. Si bien en la previa hubo tensiones entre las partes, la jornada mostró criterios conjuntos para enfrentarse al modelo libertario. “San Cayetano fue una buena escusa para movilizarse, denunciar la injerencia de la secretaría de Trabajo en la homologación de los convenios salariales, que nos afectan a todos los gremios”, dijo Cabello.
Participación
En esta unidad conseguida, el amplio abanico de organizaciones coparon la emblemática Plaza de Mayo como una muestra de rechazo al modelo de Javier Milei, que taca la producción y el trabajo nacional abriendo indiscriminadamente las importaciones y fomentando la especulación financiera.
Por eso en el encuentro pudo verse a sectores de servicio, como la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio (APPyJC), que marchó “en defensa de los derechos laborales, por salarios dignos, trabajo registrado y un modelo de país con justicia social, porque la unidad del movimiento obrero es el camino para enfrentar el ajuste”; junto a otros espacios, como la Unión Ferroviaria, que junto a sus seccionales del AMBA e integrantes del Secretariado Nacional se sumaron para “consolidar la unidad del movimiento obrero”, que es “fortalecer la defensa del trabajo, la producción y la justicia social”.
“Las distintas organizaciones que marchamos este día de San Cayetano venimos sosteniendo que en un país hecho de pan no puede haber hambre”, sostuvo por su parte el titular de la CTA Autónoma Capital Federal, Pablo Spataro, que denunció que “este modelo económico que lleva adelante el presidente Milei hace que miles de compatriotas no puedan garantizar lo más básico como un plato de comida en su mesa”. Las dos CTA se habían movilizado el día anterior al Congreso, para apoyar la sesión especial que traía varios proyectos de importancia, como la Ley de Financiamiento Universitario, y para apoyar a sectores como la discapacidad, reprimidos en ese lugar. En este sentido, Spataro recalcó ante Data Gremial que “el gobierno hace de su crueldad una política de Estado, como en el Hospital Garrahan, y además tiene pisado los salarios, con un cepo a las paritarias”. Por eso, se subrayó que en la actual situación sólo se benefician “el agronegocio, la minería, la industria de los hidrocarburos o el sector financiero”.
En este contexto, hubo coincidencia que la unidad de acción debe ser el horizonte, más allá de las campañas electorales que se vienen, tanto en la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional. “Este tiene que ser un punto de partida”, insistió Cabello, que recalcó que “los trabajadores tenemos que estar en la calle, es la única forma que tenemos y que sabemos expresarnos, para que todos se enteren de lo que está pasando”. La presencia de sectores pymes en la jornada muestra la preocupación por los puestos de trabajo, en momentos que el gobierno decisión disolver la secretaria de la pequeña empresa. Por eso Spataro recordó que “este modelo destruye la producción y la vida de los trabajadores”, y como ejemplo puso que “más de 13 mil pymes cerraron, además de cientos de comercios, lo que hace crecer el desempleo. Por eso le decimos a Milei basta de sus políticas de hambre”.
Documento
El cierre de la jornada de protesta sintetizó el mensaje contra las políticas del gobierno y la promesa de profundizar el plan de lucha, incluyendo la idea de un tercer paro general. “La deserción y desmantelamiento de áreas sensibles y estratégicas al interés de toda la sociedad como el Hospital Garrahan, la atención de la discapacidad, el INTA, Vialidad Nacional, CONICET, el Instituto Nacional del Cáncer, son acciones irresponsables e insostenibles”, sostuvieron gremios y movimientos sociales en un documento que leyeron sobre el escenario.
El texto, titulado "La inclusión y el bien común contra la cultura del descarte", advirtió: "Como representantes de las demandas sociales, no podemos resignarnos a ver cómo crecen la desigualdad, la precarización y la fragmentación del tejido productivo y social de nuestro país, aumentando la inequidad social”. Y agregó: "El trabajo no es un privilegio, es un derecho, es pilar de la dignidad humana y ordenador social, como fuente de derechos".
“El ajuste económico no debe basarse en la destrucción del empleo o en el deterioro de su calidad. No avalamos políticas que recorten derechos laborales, que le pongan cepo a las paritarias libres o que desmantelen el Estado en nombre de una supuesta eficiencia”, sostuvo en otro de sus pasajes más fuertes.
De todos modos, se volvió a dejar abierta la posibilidad de un diálogo con las Casa Rosada: “Creemos en el diálogo social como herramienta clave y eje central en la búsqueda de consensos que posibiliten la puesta en marcha de políticas superadoras para dejar atrás una crisis que venimos soportando desde hace años y que golpea inequitativamente a la gran mayoría de nuestra sociedad”, indicaron. Por otro lado, los sindicalistas remarcaron que aspiran “a una sociedad con derechos, con más protección social, donde nadie sea prescindible; donde erradiquemos la mirada que convierte a los pobres en enemigos y a los excluidos en responsables de un destino inaceptable”.