En las últimas semanas, las autoridades de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) tomaron varias medidas polémicas vinculadas a la actividad de las terminales aéreas de todo el país. En el marco de un proceso de desregulación de los controles públicos, que se extienden por todo el Estado nacional, la entidad cambia algunas cuestiones sensibles a la hora de realizar vuelos, lo que viene siendo denunciado por los trabajadores aeronáuticos. Algunos de los cambios están vinculados con las condiciones laborales –como reducir los tiempos de descansos de personal de cabina y pilotos –y otros a la actividad en tierra. Una de las últimas reformas es la modificación de la Regulación Argentinas de Aviación Civil (RAAC) 153 que establece nuevas normas para la operación de aeródromos. Esta medida fue rechazada por la coordinación nacional de ATE en la ANAC, que viene reclamando una mesa de diálogo y discusión para generar estos cambios, de forma consensuada.
Es que sin este proceso, alertan, se pone en peligro “la seguridad operacional” de los aeropuertos. A esto se le suma el “esquema de autoridad delegada”, otra medida cuestionada que permite a las empresas del sector “se controle solo”. Además, desde el gremio volvieron a pedir una paritaria sectorial, para discutir temas salariales y laborales, reclamos que llevan años sin resolverse.
En noviembre, la ANAC realizó varios cambios en las RAAC 153, un conjunto de normas que rigen la operación de aeronaves en el país, emitidas y actualizadas por la ANAC. Estas regulaciones abarcan diversos aspectos, como las reglas de vuelo, la certificación de aeronaves y pilotos, los requisitos para operaciones específicas y la seguridad. Uno de los cambios fue el de “esquema de autoridades delegada”, que se dio a comienzos de mes. Otro, conocido hace unos días, los cambios permiten una menor presencia de organismos de control en aeropuertos y aeródromos. La nueva reglamentación traslada funciones que hoy están a cargo de los profesionales de la ANAC a los concesionarios aeroportuarios.
Para ATE el hecho de que los aeropuertos no cuenten con el control del organismo público “significa menos seguridad aérea”. Ante estos cambios, la coordinación nacional ATE realizó una reunión de “carácter urgente” con los jefes de aeropuertos de todo el país, incluidos los responsables de seguridad operacional y control terrestre, y declaró el “estado de alerta y movilización” ante el riesgo concreto que genera la tercerización de las funciones.
“Nosotros entendemos que cualquier proceso de transformación, si no se hace dentro de un marco ordenado de tiempo y de programación, estableciendo claramente una transición de un esquema de trabajo hacia otro, puede impactar en la seguridad aérea”, alertó Marcelo Belelli, coordinador nacional de ATE-ANAC.
En este sentido, el dirigente le pidió a las autoridades del organismo que se establezcan “claramente las responsabilidades y las funciones” del personal, y recordó que hay “cuestionamiento internacionales a la falta de trabajadores en la ANAC”. Es que la plantilla de la entidad estatal se vio reducida en los últimos tiempos por retiros voluntarios, jubilaciones y algunos despidos en el marco del plan de ajuste del gobierno respecto al Estado nacional, la famosa motosirerra.
“Todo ese proceso conlleva incumplir recomendaciones internacionales y tener menos capacidad operativa para poder controlar las operaciones aéreas en nuestro país”, le dijo Belelli a Data Gremial. Esto, sumado al esquema de autoridad delegada, es decir, que el privado se auto-controle, hace que los trabajadores de la ANAC alertan que “puede impactar en la seguridad operacional”.
Más cambios
Estas últimas decisiones se suman a otras vinculadas a la desregulación del Estado, y que hacen que los controles sean más “livianos”. Pero en casos como la salud y la seguridad aérea, esto puede traer pleigro a las actividades.
“La comunidad aeronáutica, sector privado y público, sabe muy bien el riesgo que genera cambios bruscos sin orden y razonabilidad. Los riesgos aparecen, los puestos de trabajo se ponen en riesgo y abunda el desconcierto. Por este motivo llamamos a la reflexión a las autoridades y exigimos de inmediato la convocatoria al proceso de elaboración participativa para el cambio de la RAAC 153, norma que rige el funcionamiento de los aeropuertos” expresaron desde ATE-ANAC.
Además, se subrayó que el gobierno nacional no ha planificado de forma adecuada las implicancias de esta transformación del sector, sin medir los riesgos, tiempos y responsabilidades.
También en noviembre, la ANAC dio por finalizada la suspensión de los artículos del decreto 378/2025, una medida adoptada “de manera unilateral y sin el debido proceso de consulta técnica con los especialistas y trabajadores del sector”.
La entidad estatal puso en vigencia el polémico DNU, mediante la resolución 812/2025, que introduce cambios en los tiempos de descanso, vacaciones y horas de trabajo del personal aeronáutico. Esto fue rechazado por la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), entidades que pidieron que se revean estas medidas, que ponen en exponen a los trabajadores y los pasajeros. En este caso tampoco se logró con consenso, por lo cual APLA acusa a la ANAC de romper “de manera intempestiva” la negociación, "quebrando los compromisos asumidos y agravando el nivel de conflictividad existente".
Paritarias
En cuanto a las condiciones laborales de los trabajadores de la ANAC, la dirigencia de ATE le pidió a las autoridades que avance con un viejo anhelo: una paritaria sectorial que atienda sus necesidades. En el marco de reclamo de reapertura de la paritaria nacional, que pasó a cuarto intermedio hace unos días, la coordinación nacional hizo el pedido de un llamado particular con el objetivo de “lograr la mejora del racionamiento y del suplemento por zona y recomponer salarios que perdieron 45 por ciento de poder adquisitivo en dos años”.
Cabe recordar que la semana pasada el gobierno reabrió la discusión salarial con los estatales nacionales, pero de manera sorprendente los funcionarios que representaron a la gestión libertaria lo hicieron sin una oferta de mejora salarial concreta. Ante esto, la negociación pasó a un cuarto intermedio que recién se reanudaría en 2026.
En este marco, Rodolfo Aguiar, titular de ATE, apuntó que “concurrir a una paritaria sin una oferta es apostar al conflicto”. En lo que va del 2025, recalcó el gremio, el gobierno otorgó sistemáticamente aumentos por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC). En los primeros 10 meses del año, el incremento fue de 13,6 por ciento mientras que la inflación en el mismo período fue de 24,8 por ciento. Por todas estas cuestiones, ATE-ANAC no descarta “acciones sindicales sorpresivas durante el mes de diciembre de no avanzar en la apertura de espacios genuinos que permitan abordar estas problemáticas”.