“Vamos que se vota más temprano”. Eran las 15 horas del “súper miércoles”, y la Plaza de los Dos Congresos ya estaba repleta. Las columnas se iban acomodando en torno del escenario, cuando llegó la noticia que los legisladores decidieron unificar el tratamiento de los vetos a la Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Emergencia Pediatría, por lo tanto a media tarde se definirían las dos normas, y no a la noche o entrada la madrugada. Por esos muchas de las personas y entidades que se movilizaron para repudiar el ajuste del gobierno de Javier Milei llegaron a la zona cuando la definición ya se había producido. Si bien esto le quitó cierta emotividad a la votación, no le restó importancia a la jornada, que volvió a movilizar a un grupo trasversal de gremios, agrupaciones y sectores opositores que volvieron a marcarle la cancha al gobierno, y mostraron que lejos de apaciguar los ánimos, el anuncio del proyecto de Presupuesto 2026 y las primeras cifras de los números para el año que entra generaron más malestar, en especial en los sectores de la educación y la salud.
Estos fueron los puntales de la jornada, pero la amplia gama de apoyos marcan la formación de una “masa crítica” al modelo libertario, que promete más presión legislativa. Además, se escucharon reclamos a la CGT y las otras centrales obreras, para que convoquen a un paro general, una medida que se mete en la agenda a pocas semanas de un nuevo proceso electoral.
Con el color de las dos marchas anteriores, aunque sin la masividad de esos momentos, la tercera Marcha Federal mostró una sociedad movilizada por dos temas centrales: la educación y la salud pública. El rechazo a los vetos presidenciales se concretó con un importante margen, pese a que en la previa había algunas dudas. En la calle, el malestar respecto de la decisión del presidente Milei inundó de carteles y banderas las muchas cuadras ocupadas por manifestantes.
“No al veto. Sí a la universidad y la salud pública” fueron los pasacalles puestos a lo largo de Avenida de Mayo por la federación nodocente de FATUN, que concentró desde temprano junto a los integrantes del Frente Sindical de Universidades Nacionales. En medio de la plaza, un escenario leía las adhesiones, además de las declaraciones y arengas de quienes sumaron su apoyo a las leyes vetadas. Pór los costados, los gremios de la CGT sumaron su habitual ruido, de la mano camioneros, la UOM, UPCN y muchos otros. En tanto, los grupos de estudiantes se encolumnaron detrás de la dirigencia universitaria, que llegó pasadas las 15 bajo la consigna de “unidad de acción”.
Para la CGT, “sin educación y salud no hay crecimiento ni desarrollo”. Así lo marcó la bandera que no pasó desapercibida, ya que desde el escenario hicieron sentir las presiones. Madres del Garrahan, un espacio que reúne a familias de chicos atendidos en el centro pediátrico, le pidió directamente “paro general” a la central obrera, algo que comparten sectores más combativos del movimiento obrero, y los partidos de izquierda. La idea de hacer de este espacio heterogéneo la base de la resistencia al modelo libertario se viene manejando en las últimas jornadas de lucha, como viene retratando Data Gremial.
En este caso, el enojo apuntó a la falta de definiciones de la dirigencia cegetista. “Viva la lucha de los trabajadores, necesitamos lo mismo de las centrales obreras”, marcaron desde ese espacio.
Votación
Dentro del Congreso, el gobierno tuvo otro cachetazo. No sólo se rechazó el veto, sino que además se hizo luego de anunciar supuestas mejoras en los fondos para salud y educación, lo que marca que aprobar los números que elaboró el gabinete económico será una tarea compleja. La primera votación fue sobre la Ley de Emergencia del Hospital Garrahan.
El veto de Milei fue rechazado por 181 votos afirmativos contra 60 negativos, consiguiendo así la mayoría calificada, como la lograda durante la aprobación. Minutos después, se trató el veto a la Ley de Financiamiento para las Universidades Nacionales. En este caso, el resultado fue de 174 votos a favor de rechazar el veto y 67 en contra. Al finalizar la votación, los diputados de los bloques opositores se levantaron de sus bancas y entonaron cánticos en defensa de la universidad pública. Ahora, ambas leyes deberán ser tratadas en la cámara de Senadores, donde la oposición también necesitará reunir una mayoría de dos tercios para convertir en ley las iniciativas que el Poder Ejecutivo había bloqueado.
“Hoy es un día histórico y hemos dado un paso fundamental, pero la lucha continúa, ahora esperamos que el Senado de la Nación insista con la ley y rechace el veto de manera definitiva”, sostuvo el secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), Daniel Ricci. Encabezando la columna del Frente Sindical junto al resto de los secretarios generales, el dirigente expresó después de la votación: “En unidad, seguiremos defendiendo la universidad pública, gratuita, de calidad y al servicio de los pueblos”.
El dato político de la tarde fue que ese espacio, coorganizador de la jornada, marchó junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof, que dejó la nutrida columna del Movimiento Derecho al Futuro para avanzar por Avenida de Mayo junto a los gremios docentes y nodocentes, que se sumaron a los trabajadores y profesionales de la salud para pedir y luego festejar la baja del veto en la cámara baja.
Crisis sanitaria
Junto con la comunidad educativa, los integrantes de la salud pública dijeron presente en el Congreso y marcaron el malestar por el ajuste que se viene dando en el sistema sanitario. En el escenario dijeron presente grupos de despedidos de los hospitales nacionales, como el Posadas o el Bonaparte, que apenas inició la presidencia libertaria fueron blanco de las cesantías indiscriminadas. Además, residentes se mostraron en contra de los cambios en la formación que lleva adelante el Ministerio de Salud, así como el “congelamiento salarial” que padecen.
En cuanto a la Ley de Emergencia Pediátrica, que eludió el veto, recordaron que reasigna fondos específicos para la compra de insumos, la mejora de la infraestructura hospitalaria y el incremento de los salarios del sector, beneficios que el Gobierno nacional decidió rechazar mediante el veto presidencial. “Venimos a rechazar el veto y a denunciar que el presupuesto 2026 que anunció el presidente es un dibujo”, le dijo a Data Gremial María Fernanda Boriotti, presidenta de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA). La referenta destacó el protagonismo de las organizaciones de base “en la resistencia al plan de desguace de la salud pública”.
En las grandes ciudades del país, hubo marchas similares, así como reclamos contra el desguace de la salud pública. “Venimos a reclamar que el Congreso rechace el veto presidencial y estamos dispuestos a sostener la lucha, a no bajar los brazos y a buscar la más amplia unidad para, de una vez por todas, terminar con este ajuste brutal que está atravesando nuestro pueblo”, dijo Boriotti, antes de subir al escenario para representar a los gremios de base de la salud del país. La dirigenta afirmó también que “hay una necesidad social que empuja también la votación en el Congreso. Lo muestra esta plaza y decenas de plazas de todo el país, con una movilización federal unida de salud y educación”.