El Gobierno nacional incorporó este martes nuevas reformas en el Código Aeronáutico, con la finalidad de “simplificar y desregular normas obsoletas con más de 55 años de antigüedad”. Entra las medidas, se destacó que a partir de esto sólo habrá jefe de aeródromo público donde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) lo exija, eliminando funciones “duplicadas en algunas dependencias”. Esta situación fue rechazada por la coordinación nacional de ATE en el organismo, que rechazó estos cambios y se declaró en “estado de alerta”.
A partir de esta nueva reforma del Código Aeronáutico, que complementa a las anteriores, Argentina “moderniza su normativa aeronáutica con más de 55 años de antigüedad, y avanza hacia un sector cada vez más abierto y alineado con las últimas tendencias de la industria”, según el gobierno. Pero para la dirigencia de ATE-ANAC se “atenta contra la seguridad operacional del sistema aeronáutico nacional y precariza las condiciones laborales de todo el sector”.
La eliminación del rol de jefe de aeródromo “supone un vaciamiento del rol del Estado en funciones estratégicas y deja en manos de privados la gestión y control de espacios que requieren experiencia, responsabilidad y un fuerte compromiso con la seguridad”. Además, ATE-ANAC recordó que la figura de jefe de aeródromo “es clave en la coordinación, control y supervisión de las operaciones aeronáuticas”, por lo cual su eliminación implica “debilitar la cadena de seguridad, aumenta los riesgos operacionales y desprotege a trabajadores y usuarios”.
Estado de alerta
Luego de publicarse los cambios, ATE-ANAC salió al cruce y alertó sobre su impacto en las condiciones en que se vuela en el país. “Estas medidas no sólo sigue desregulando la industria aérea, generando la pérdida de puesto de trabajo de argentinos y argentinas, sino que también avanza con una instancia quitando una función clave en las tareas de fiscalización en los aeropuertos”, sostuvo Marcelo Belelli, coordinador nacional de ATE-ANAC. La medida, explicó, “busca que los privados se controles solos”, lo que generará “situaciones de riesgo”.
Para Belelli, el pretendido autocontrol “en áreas tan sensibles como en el control aéreo es riesgoso, por eso no estamos de acuerdo con la decisión de borrar loa figura del jefe de aeropuerto, que tiene la potestad de restringir operaciones en el marco de la fiscalización de la seguridad aérea”. En este sentido, el dirigente marcó que “cuando el estado se corre de sus funciones genera situaciones de riesgo como las que se vieron con accidentes en nuestro país, o tensiones con empresas por estas situaciones”.
Otras medidas
La norma fue publicada hoy en el Boletín Oficial mediante el DNU 338/2025, y allí se establece que la actualización promueve una mayor modernización del sector aéreo y la simplificación de trámites en la industria aerocomercial facilitando el ingreso, no solo de nuevas líneas áreas, sino también de operadores de rampa y otros servicios aeroportuarios. “Las medidas representan un beneficio para empresas y pasajeros, con una mayor conectividad y más opciones de vuelo; siempre priorizando la seguridad operacional del sistema”, señalaron desde la Secretaría de Transporte en un comunicado.
Otro de los puntos más polémicos es la posibilidad de que puedan matricularse aeronaves mediante mayor libertad contractual, es decir las partes tienen autonomía para acordar los términos del contrato, ya sea que éste se celebre en Argentina o en el extranjero. Además, se formaliza la eliminación del requisito de las 2/3 partes del directorio de nacionalidad argentina en la constitución de sociedades, que deseen operar en el sector aeronáutico. De esta manera se transparenta “la constitución de determinadas sociedades de capital extranjero que antes tenían que ser representadas por terceras personas. Se mantiene como punto de conexión el domicilio legal en Argentina”.