El industricidio se lleva puesto a numerosas fábricas y por lo tanto a cientos de puestos de trabajo a lo largo de nuestro país cotidianamente. Ciudades reconocidas por sus plantas productivas y con una rica historia de clase obrera pierden su esencia cada vez que las consecuencias económicas del gobierno libertario acechan.
Córdoba es un claro ejemplo de este fenómeno. Atrás quedaron las conquistas de los movimientos sindicales del pasado ya que, ahora, todo es desolación. El cierre repentino de la fábrica de neumáticos IBF, ubicada en la capital provincial, es una muestra de una de las crisis económicas más pronunciadas de la historia reciente.
En ese contexto, los propietarios de la compañía comunicaron el fin de la planta y las cesantías de todo su personal, integrado por 40 personas, realizadas de un día para el otro, sin ninguna etapa de negociación con los operarios ni con el sindicato.
Lo más indignante de esta situación, además de las desvinculaciones, fue el cómo se las comunicaron a los trabajadores: les notificaron la decisión con la presencia de escribanos y de personal de seguridad. Modalidad que fue muy cuestionado por integrantes del gremio del neumático y los delegados del establecimiento fabril.
Denuncia sindical
Al respecto, el delegado de los obreros de IBF, Miguel Díaz, consideró a la determinación como “totalmente desmedida” y acusó a la compañía de actuar sin los procedimientos legales. En este sentido, reveló que “llegaron con escribanos y patovicas para decirnos que estábamos todos despedidos y que la planta se cerraba, sin ninguna charla previa con los delegados ni con el sindicato”.
En ese contexto, desde el sector sindical confirmaron que la patronal no abrió ninguna instancia de negociación, ni notificó formalmente a los representantes gremiales antes de avanzar con la medida.
La gestión de la Gobernación
El sindicato del neumático realizó la denuncia ante la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Córdoba, que intervino en el conflicto y dictó una resolución que calificó de “ilegales” a los despidos, al tiempo que intimó a la firma a reincorporar al personal. También, estipuló un plazo para que los trabajadores regresen a sus puestos.
Como réplica, los trabajadores protagonizaron una permanencia pacífica dentro del establecimiento como medida de protesta. No obstante, durante la jornada se produjo una denuncia que derivó en una intervención judicial.
El representante del Sindicato del Neumático en Córdoba, Germán Silva, mencionó que se presentó una acusación por una supuesta retención de personas dentro de la fábrica. Por eso, apuntó que "alguien denunció que teníamos un trabajador retenido adentro de la fábrica y lo estábamos compeliendo a la acción sindical”. “La fiscalía dictó una orden de desalojo y la Policía vino a sacarnos de prepo", concluyó.
Lejos de quedarse aislados, los operarios recibieron el respaldo de distintas organizaciones sindicales y sociales que se acercaron al lugar. Cómo consonancia, diferentes sectores docentes y universitarios advirtieron que el conflicto se inscribe en un contexto de cierres de fábricas y precarización laboral, en medio del debate sobre el proyecto de Ley de Modernización Laboral.