Con Milei, ni el Mantecol se salva: trabajadores de Georgalos paralizaron la planta de San Fernando tras despidos

La compañía implementó un ajuste que derivó en la intervención del gremio, afectando directamente a la fábrica del norte del conurbano bonaerense. En paralelo, la empresa continúa con su estrategia de búsqueda de inversores.

Sabado, 07 de junio de 2025 15:31

La planta de Georgalos en San Fernando, reconocida por producir el emblemático Mantecol, atraviesa una crisis laboral tras la aplicación de despidos y recortes en beneficios. El conflicto se desató este jueves, cuando la empresa despidió a cinco empleados del área de producción de chocolates y suspendió el bono por productividad que otorgaba a su planta de San Fernando, mientras que en sus otras tres se abonaba más de $200.000 por ese concepto. Esto motivó la paralización de la fábrica por parte de los trabajadores.

El Sindicato de la Alimentación STIA denunció los despidos ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, calificándolos como una represalia por los reclamos de mejores condiciones laborales. En este contexto, el gremio además advirtió sobre la posibilidad de intensificar las medidas de protesta, incluyendo paros periódicos, si no se revierten las decisiones tomadas por la empresa.

Tensión en aumento

“El conflicto se inicia hace 45 días porque veníamos trabajando con una persona menos en la dotación”, relató Miguel, uno de los despedidos con 18 años de antigüedad, a un medio local. “La mayoría de mis compañeros tiene epicondilitis, artrosis, artritis, tendinitis en los brazos, en el codo, en el hombro, en la muñeca”.

Los operarios trabajaban con una máquina que debía operar a 22 golpes por minuto, pero al reducir la dotación de seis a cinco personas sin ajustar el ritmo, los chocolates caían sin ser recolectados, afectando la productividad. “La empresa baja la velocidad a 17 golpes para que caigan menos chocolates, pero nos pagaban el bono como si estuviéramos a 22. Mientras otras plantas ganan entre $200.000 y $300.000, nosotros cobramos $56.000”, explicó Miguel.

El domingo pasado circuló la versión de una posible reunión conciliatoria, pero nunca se concretó. “El lunes fuimos a trabajar como siempre y nos esperaban con telegramas. A las 5:30 de la mañana me dijeron que no podía ingresar”, contó Miguel.

Alejandro, otro despedido, relató: “Los compañeros cuando se enteraron avisaron al sindicato, que declaró el paro y se frenaron los tres turnos. El Ministerio dictó la conciliación obligatoria y estamos esperando que la empresa la acate. Si lo hace, volvería todo para atrás.”

La conciliación tendrá un plazo de 15 días hábiles para abrir una mesa de diálogo. Sin embargo, el clima entre los trabajadores es de tensión e incertidumbre. “Que el Ministerio lo haya establecido no te garantiza que la empresa la acate”, advirtieron.

La planta permanece paralizada mientras los despedidos y sus compañeros esperan frente a las rejas una respuesta de la empresa.

Una crisis que atraviesa a toda la industria alimenticia

Este conflicto se enmarca en un panorama más amplio de tensiones laborales en la industria alimenticia argentina. Empresas como Molinos Río de la Plata, SanCor, Tía Maruca y La Lácteo también enfrentan dificultades económicas y conflictos con sus empleados. En el caso de Georgalos, la situación se agrava por la contradicción entre los ajustes aplicados y la estrategia de expansión anunciada por la empresa, que busca recaudar aproximadamente 100 millones de dólares mediante alianzas o la incorporación de nuevos socios.