Más allá de los resultados electorales, que cargaron de optimismo al oficialismo nacional, la recesión golpea sin pausa al corazón productivo del país, como marcaron varios informes. Esta realidad golpea de lleno a las empresas más pequeñas, como marca el último Radar Pyme 2025 elaborado por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales (ENAC). Según este reporte, el 41 por ciento de las pymes se endeudó para pagar impuestos o salarios, mientras el 88 por ciento sufrió aumentos de costos y el 74 por ciento tuvo que subir precios. El informe advierte que “la economía argentina continúa sin señales de recuperación”.
El relevamiento, que abarcó a 379 empresas, cooperativas y trabajadores autónomos de 18 provincias, confirmó que cuatro de cada diez pymes registraron malas ventas durante el tercer trimestre de 2025. En la industria, el número trepa al 45,9 por ciento.
La capacidad operativa promedio se ubicó en apenas 54,6 por ciento, reflejando un nivel de subutilización alarmante del aparato productivo. En el sector industrial, esa cifra cayó al 54,7 por ciento, por debajo del umbral mínimo del 60 por ciento considerado saludable. “El mercado interno sigue en caída y la actividad productiva se mantiene en niveles de recesión”, advirtió el trabajo.
Consumo planchado
“El consumo interno continúa en picada”, dijo el reporte. Los salarios, absorbidos por la inflación, apenas alcanzan para cubrir gastos básicos. Según el informe, las familias están endeudadas en un 130 por ciento de sus ingresos, lo que recorta al mínimo la capacidad de consumo.
Por otro lado, el 88 por ciento de las pymes informó subas de costos promedio del 18,3 por ciento, frente a aumentos de precios del 15,2 por ciento. La diferencia golpea la rentabilidad: seis de cada diez pymes trabajan sin ganancias y una de cada cuatro pierde dinero incluso estando operativa.
Problemas de empleo
En tanto, el empleo tampoco escapa a la crisis. Durante el tercer trimestre, solo el 17 por ciento de las pymes incorporó personal, mientras que casi el 20 por ciento despidió trabajadores. En la industria, los despidos alcanzaron al 28,8 por ciento. En conjunto, las empresas registraron una variación negativa del 2,99 por ciento en su dotación de personal, consolidando una tendencia de ajuste que se arrastra desde comienzos de año.
El dato más preocupante del Radar Pyme es el tipo de endeudamiento: no productivo. Un 21,3 por ciento de las empresas tomó créditos para pagar impuestos, y otro 20,5 por ciento lo hizo para cubrir salarios o aguinaldos. “La mayoría no se endeuda para invertir, sino para sostener la actividad básica”, señala el relevamiento. Además, el 59 por ciento de las pymes denunció que sus clientes extendieron unilateralmente los plazos de pago, y el 47 por ciento observó un aumento del incumplimiento.
En promedio, las pequeñas y medianas empresas financian a sus clientes por 37 días, mientras pagan a proveedores a 30, un desequilibrio que agrava la fragilidad del circuito financiero. La percepción del futuro económico tampoco mejora. El 76 por ciento de los empresarios cree que la situación nacional empeorará en los próximos meses, y el 59 por ciento prevé un deterioro en su propio sector. Las principales limitantes para crecer son tres: la caída del mercado interno (75 por ciento), la baja rentabilidad (55 por ciento) y la apertura de importaciones (43 por ciento).