A horas de que el gobierno formalizara el ingreso del proyecto de reforma laboral, la bancada del Senado de Unión por la Patria (UP) recibió a la cúpula de la CGT para analizar una estrategia común para buscar los votos para impedir la aprobación de la iniciativa del gobierno de Javier Milei. Según los cálculos, los 28 votos propios -que en UP creen tener para este tema, sin fisuras- se sumaría la dupla de Santa Cruz, integrada por Natalia Gadano y José Carambia. Si bien en la cámara alta son necesarios 37 votos para la mayoría, si 36 bancas quedan vacías no hay quórum.
Ese es el primer objetivo del peronismo desde este jueves y en la mira están los partidos provinciales. Si logran congelar la reforma, en UP acordaron con los gremios armar una “agenda legislativa propia”. La reunión se realizó en el salón del tercer piso del Senado y asistieron por Confederación General del Trabajo Jorge Solá, Octavio Argüello y Cristian Jerónimo, integrantes del triunvirato. También fue Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA e integrante del Consejo de Mayo, que elaboró las propuestas para la reforma laboral que Milei no termina de redactar.
Para mostrar unidad, UP llevó gente de todas sus tribus. Participaron José Mayans, Juliana di Tullio, Anabel Fernández Sagasti -autoridades-; Alicia Kirchner, Jorge Capitanich, Mariano Recalde, Carlos Linares, Florencia López, Fernando Rejal, Fernando Salino y Carolina Moisés. Otros representantes gremiales presentes fueron Guillermo Moser (Luz y Fuerza); José Luis Lingeri, (Obras Sanitarias), José Minaberrigaray (textiles), Paco Flores (AEFIP) y Maia Volcowinski (Justicia). También asistieron miembros del bloque UP de diputados con base en los gremios, como Vanesa Siley (judiciales), Mario Manrique (SMATA), Hugo Yasky (CTA) y la ex ministra de Trabajo Kelly Olmos.
Legislación moderna
A la salida del encuentro, el senador Mariano Recalde confirmó que el peronismo dará pelea. “No tenemos ningún proyecto. No hay ninguna propuesta para mejorar el país que sea bajarles los derechos a los trabajadores. Nosotros vamos a pedir una legislación moderna, que tenga en cuenta las licencias por paternidad y el teletrabajo”, anunció el porteño.
La puesta en escena de la CGT en el Senado confirmó que no será fácil acercar posiciones. En la breve rueda de prensa que hubo después de la reunión, Jerónimo negó cualquier negociación con el Gobierno. El piso para avanzar que manejan en LLA es de 34 votos, necesitan tres más y no es fácil encontrarlos. La suma tiene al bloque oficialista, a los tres del PRO, al monobloquista Luis Juez y a la decena de radicales. Entre los amarillos está Andrea Cristina, quien responde al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que reporta además a Provincias Unidas y maneja el voto de la senadora ex radical Edith Ternezi.
Negociaciones
El problema del Gobierno es que, con la CGT en contra, no será sencillo pedirles a los partidos locales que se peleen con los gremios de sus provincias. Un caso es Santa Cruz, que tiene como gobernador a Claudio Vidal, quien proviene del gremio petrolero. Este sindicato también es fuerte en Chubut y Neuquén, representado desde este miércoles en el Senado por Julieta Carroza.
El gobierno de Córdoba controla el voto de Alejandra Vigo; socia del correntino Carlos Espínola. El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, cuenta con Flavia Royón. La reforma ya tiene en guardia al gremio minero, muy presente en la provincia norteña. La pecera se completa con Misiones, que tiene dos votos leales al líder Carlos Rovira (Carlos Arce y Sonia Rojas Decut). La tucumana Beatriz Ávila supo ser leal a la Casa Rosada y la semana pasada se asoció al gobernador, Osvaldo Jaldo, que también suele ayudar al gobierno, pero no está claro si también lo hará si implica luchar con la CGT. El Gobierno necesita aliados de este lote de partidos provinciales para tener una reforma laboral.