La CATT repudió el intento del gobierno bonaerense de quitarle la personería gremial al Sindicato de Peajes

La confederación que reúne a gremios del transporte además rechazó las multas y sanciones que se le pretenden aplicar a su organización sindical asociada, a raíz de que “se encuentra ejerciendo su legítimo derecho de reclamo ante los reiterados incumplimientos de la empresa”, advirtieron en un comunicado.

Por Redacción

06 de enero de 2023

La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) expresó su “profundo rechazo al intento del gobierno de la Provincia de Buenos Aires por quitarle la personería gremial al Sindicato Único de Trabajadores de Peajes y Afines – Sutpa".

Asimismo, criticó que se le impongan cualquier tipo de multas y/o sanciones a través de la Dirección Nacional de Fiscalización, “habida cuenta que la organización sindical asociada a esta Confederación se encuentra ejerciendo su legítimo derecho de reclamo ante los reiterados incumplimientos de la empresa”, expresó la organización mediante un comunicado que lleva las firmas de su secretarios General y de Prensa, Sergio Sasia y Juan Pablo Brey, respectivamente.

Tal como informó Data Gremial, el SUTPA se encuentra en un conflicto con las autoridades de Autopistas de Buenos Aires (AUBASA), a raíz de insistentes incumplimientos y falta de respuesta en materia de efectivizaciones y recategorizaciones por parte de la empresa.

“En línea con el planteo realizado por el SUTPA esta Confederación considera que la pretensión de quitarle su personería gremial, constituiría un peligroso avasallamiento a la Ley de Asociaciones Sindicales - Ley Nº 23.551, a los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras de la mencionada organización sindical en particular, y de todas las organizaciones sindicales en general”, continuó el documento de la CATT.

Y concluyó: “Considerando la gravedad del tema, inesperado por cierto de un gobierno que reivindica los derechos laborales y la libertad asociativa de los trabajadores y trabajadoras a través de las organizaciones sindicales, desde esta Confederación seguiremos atentos y en solidaridad plena con nuestros compañeros y compañeras  del SUTPA".

Un conflicto que no para de crecer

No es la primera vez que los trabajadores de peajes denuncian a la actual gestión de la empresa concesionaria de los corredores viales más importantes de la Provincia. En septiembre del año pasado mantuvieron una medida de fuerza por los maltratos, aprietes y amenazas que sufrían los trabajadores.

Desde SUTPA apuntan directamente contra Ricardo Lissalde, y dieron a entender que hasta que no cambie la administración de AUBASA el conflicto continuará al rojo vivo.

Desde que Lissalde ha asumido al frente de la presidencia de AUBASA hemos ingresado en un espiral de conflictos que parecen no tener fin. Cabe señalar que con ninguna de las empresas concesionarias de la actividad hemos presentado este grado de imposibilidad de acuerdo", había asegurado el gremio días atrás.

El origen de la medida de fuerza está vinculado con la reconversión tecnológica de los peajes, pero el sindicato pide hacerla "de una manera ordenada, consensuada y contemplando a los trabajadores".

Lo que pide la organización sindical es "un plan serio de reconversión para tener en cuenta a los trabajadores, hay que recalificar al trabajador y tiene que quedar dentro de la empresa, como lo estamos haciendo en otros accesos", sostuvo el SUTPA.

A la falta de un plan de reconversión, la situación se empezó a tensionar cada vez más con denuncias de maltrato y acoso ejercido por Lissalde.

En septiembre del año pasado, el SUTPA denunció al titular de AUBASA ante el INADI por dichos misóginos contra la secretaria general del gremio, Florencia Cañabate.  Concretamente, Lissalde le dijo en una reunión frente al vicepresidente de AUBASA, Felipe Vismara: “¿Qué pasa, hoy viniste solita? ¿No tenés miedo?”.

Pero no fue el único episodio grave. En otra oportunidad, el mencionado funcionario manifestó delante de todo el directorio, en referencia al Secretario Gremial y a la Secretaria General: “A estos deberían haberlos tirado al mar como en los 70".

Lejos de detener la escalada, la empresa intensificó la persecución: en pleno conflicto despidió sin causa a un gerente y se niega a reincorporarlo.