La Justicia laboral falló a favor de un empleado de un call center y dictó un precedente sobre las aseguradoras de riesgos de trabajo, las cuales volvieron a estar en el foco. En ese contexto, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ordenó a una ART a indemnizar a un trabajador que desarrolló una incapacidad psiquiátrica como consecuencia del estrés crónico generado por la sobrecarga de tareas, la presión constante y la vigilancia permanente en su puesto.
Este caso tuvo como protagonista principal a un telemarketer de una reconocida empresa de ventas telefónicas, en la cual había que cumplir con objetivos estrictos, atender llamadas cronometradas y disponer de escasos minutos de descanso.
Según constataron los magistrados, la dinámica laboral incluía "sobrecarga de actividad impuesta a los trabajadores, la presión imperante en relación con el tiempo de duración de cada llamada, y los escasos minutos para descansar o concurrir a los sanitarios, más el control constante y directo de los superiores jerárquicos".
Para los jueces, esas condiciones derivaron en un cuadro de estrés laboral crónico, con consecuencias psicológicas incapacitantes.
Riesgos psicosociales
Precisamente, los jueces Diana Cañal y Alejandro Perugini de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo argumentaron que la aseguradora no cumplió con su obligación legal de prevención.
Señalaron que la ART "no acompañó constancias que demuestren haber realizado evaluaciones periódicas del ambiente laboral ni haber propuesto medidas correctivas o capacitaciones en prevención de riesgos".
Más adelante fueron más allá y sostuvieron que las ART no pueden limitarse a intervenir una vez que el daño ya está hecho, sino que deben actuar de manera activa y continua en el control de los factores de riesgo, incluidos los psicosociales.
En ese marco, precisaron que "las aseguradoras deben realizar evaluaciones periódicas del ambiente laboral, proponer medidas correctivas y capacitar en prevención de riesgos".
Esto fue una muestra más de un fenómeno creciente en materia de justicia laboral, dado que cada vez son más los casos de riesgos psicosociales en el trabajo que llegan a tribunales.
A propósito, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó que el estrés laboral es una de las principales causas de ausentismo, baja productividad y enfermedades mentales vinculadas al empleo.
Las consecuencias
En este sentido, los call centers son un claro ejemplo donde la presión por cumplir metas se combina con la monotonía, la falta de pausas y la vigilancia tecnológica. A raíz de esto, los especialistas identifican un escenario propicio para el desarrollo de ansiedad, agotamiento y trastornos del sueño.
En síntesis, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo marcó un precedente importante: el deber de las ART no se agota en cubrir accidentes o enfermedades, sino que incluye prevenir los daños derivados de entornos laborales que afectan la salud mental. En este caso, la omisión de esa prevención tuvo consecuencias concretas —y ahora, también, un costo económico para la aseguradora.