El escenario laboral de la provincia de La Rioja se torna “cada vez más complejo”, según señalaron desde la Secretaría de Trabajo local, y es porque cerraron dos fábricas y otras 7 de empresas tuvieron que reducir tanto salarios como horas de trabajo para evitar nuevos despidos. En ambos casos, la razón que bridan los responsables de las compañías es disminución “sustancial” de las ventas y la apertura de las importaciones.
Lamentablemente, el mapa del territorio gobernado por Ricardo Quintela muestra varias luces rojas con respecto a la empleabilidad. A modo de ejemplo, el Parque Industrial de la capital evidencia la crisis con cuatro firmas que ingresaron en procedimientos preventivos de crisis.
Sin exclusión
En tanto, la situación en los departamentos del interior está lejos de mejorar. Así lo reconoce la titular de la cartera laboral, Miriam Espinosa, que indicó que una empresa del rubro jojoba (extracción de aceite de vegetación) emplazada en la localidad de Aimogasta, Arauco, tomó el mismo camino, al igual que otra de Chamical.
Chilecito, con su tradicional cooperativa La Riojana, está inmersa en un escenario muy difícil. A propósito, la funcionaria remarcó que “tenemos el compromiso de que no haya despidos, pero están subsistiendo con lo que exportan porque se les cayó la venta de vino de mesa”.
Un panorama que empeoró
El cuadro de Vulcanar, en Sanagasta, evidencia el ambiguo alcance de las estrategias de supervivencia empresarial. Anteriormente, la compañía firmó un procedimiento preventivo de crisis con recorta salarial y jornada hasta diciembre. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaban y cerró sus puertas.
Para este martes, programaron una convocatoria a la Secretaría de Trabajo a las autoridades de la empresa bajo la premisa de discutir el pago de las indemnizaciones, mientras cientos de familias quedan atrapadas en el epicentro de la crisis industrial riojana.
La construcción en uno de sus peores momentos
La grave crisis económica y la paralización de la obra pública por parte del Ejecutivo nacional en la provincia de Ricardo Quintela hicieron que se perdieran 8 mil empleos en el sector y alertaron que el cuadro “continúa deteriorándose”.
En declaraciones medios de la provincia, el representante de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) filial La Rioja, Sebastián Di Fiore, confirmó que "se perdieron 8000 puestos laborales en dos años en el ámbito de la construcción".
"Si bien los trabajadores siempre buscan reinventarse y hacer trabajos ocasionales, la realidad es que se perdieron todos esos puestos que contaban con obra social y todos los beneficios correspondientes por estar afiliados al sindicato", señaló al analizar las consecuencias de las cesantías.
Asimismo, el dirigente sindical indicó que en la provincia de La Rioja había "casi 15 mil trabajadores, entre las rutas, viviendas, además del sector privado". Luego, reveló que el martes mantuvo un encuentro en Buenos Aires con responsables de obras en rutas nacionales, como la 73 y la 75, y lamentó la paralización de los trabajos, ya que la empresa que los ejecuta no recibió el pago por parte del Gobierno nacional, lo que obligará a despedir a más empleados.