Las fuentes de trabajo en el puerto de Mar del Plata sufren una gravísima crisis causada por los despidos, la precarización y por una “reforma laboral de hecho” donde prevalece con mucha más fuerza la informalidad. Un combo letal que aplicó la compañía Ostramar, firma del Grupo Caputo, que echó a 50 empleados y les ofreció pagarles el 50 % de las indemnizaciones en cuotas así como la posibilidad de reincorporarse pero sin estar en blanco.
La firma cuenta en su haber un gran cúmulo de antecedentes de conflictos laborales y estuvo relacionada a un juicio que investigó el hundimiento del buque Repunte, en el que fallecieron tres personas. Indignados por las cesantías, los operarios protagonizaron una protesta en la puerta de la casa de una de sus dueñas.
El Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) indicó que los fileteros expulsados estaban registrados, aunque llevaban tres meses sin tareas asignadas ni cobro del salario mínimo garantizado.
Como en Apolo Fish, manifestación a domicilio
Sobre el caso de la compañía ubicada en Guanahani y Beltrami, la secretaria general del SOIP, Marcela Ibarrola, remarcó que “a los trabajadores les informaron que otra empresa quería alquilar la planta pero no quería gente en blanco”. “O les ofrecían pagarles la mitad de la indemnización en cuotas. Desde hace meses que los compañeros bancan a la empresa y ahora salen con esto”, añadió.
Enojados por la situación, los operarios llevaron a cabo dos protestas para difundir el caso. Primero, concurrieron a la residencia de la dueña, Marcela Caputo, ubicada en el barrio General Roca, donde colocaron un cartel con la leyenda “50 familias en la calle, 3 meses sin cobrar”. Posteriormente llevaron el reclamo a la puerta de la planta, en Guanahani 3136.
¿Una modalidad que llegó para quedarse?
Lo que vive Ostramar ya no constituye un hecho aislado porque evidencia un nuevo mecanismo de la industria pesquera, la cual ahora prevalece el cierre de plantas con personal registrado, pero después reabren bajo esquemas de informalidad. En ese sentido, los gremios detectaron prácticas similares en Apolo Fish, Gaveteco, Fishing Ground MDQ y Sur Trade, consolidando lo que definen como una “reforma laboral de hecho” en el puerto marplatense.
La empresa del Grupo Caputo es un ejemplo de tires y aflojes entre la patronal y los trabajadores, dado que arrastra un largo historial de conflictos. En 2023, 17 trabajadores precarizados organizados en la cooperativa “Owencoop” realizaron un acampe de 73 días a fin de reclamar un reconocimiento laboral. Además, en 2020 despidió a 27 personas con más de 20 años de antigüedad.
El nombre de la empresa también apareció en 2019 en el marco del proceso judicial por el hundimiento del Repunte, que dejó tres muertos y siete marineros desaparecidos, aunque finalmente la causa fue cerrada en noviembre de 2024 con el sobreseimiento de los imputados.
Desde el sector gremial remarcaron que la propuesta de la empresa fue rechazada de plano y alertaron que el conflicto en Ostramar abre la puerta a la consolidación del trabajo en negro en una de las ramas más importantes de la economía marplatense.