Durante un acto de campaña realizado este viernes en Sidersa, una empresa del Grupo Techint ubicada en San Nicolás, el presidente Javier Milei volvió a insistir con uno de los ejes más resistidos por el movimiento obrero: la reforma laboral. En un discurso cargado de promesas de “modernización” y guiños al empresariado, el mandatario anticipó que buscará renegociar los convenios colectivos de trabajo y permitir que los contratos laborales puedan pactarse en dólares u otras monedas extranjeras, una idea que ya había utilizado en campaña y que ahora intenta revivir.
“Los convenios colectivos están vigentes desde hace más de 70 años y deben ser renegociados para fomentar el vínculo entre las partes empleadora y sindical”, expresó Milei ante un auditorio empresario. La frase encendió las alarmas en la CGT, donde consideran que el Gobierno apunta a vaciar de contenido los acuerdos paritarios que rigen las relaciones laborales en casi todos los sectores de la economía.
Renegociación de convenios y flexibilización encubierta
El primer eje del plan presidencial, según explicó Milei, será la “renegociación de los convenios colectivos de trabajo (CCT)”, con el argumento de “modernizar las estructuras laborales” para adaptarlas al nuevo contexto económico.
“Quienes quieran volver a elegir los esquemas establecidos hace más de 70 años van a poder hacerlo, pero ello debe ser fruto de una negociación que busque poner al país adelante”, sostuvo el libertario, en lo que para los sindicatos implica una clara presión sobre los gremios para reabrir marcos legales que hoy garantizan derechos adquiridos.
El anuncio reaviva la preocupación del movimiento obrero, que advierte sobre un intento de flexibilización laboral y retroceso en las condiciones de trabajo conquistadas en las últimas décadas. En la práctica, una renegociación generalizada de convenios podría significar la pérdida de cláusulas que protegen la estabilidad, las categorías profesionales o los regímenes de antigüedad.
Entre los puntos centrales, Milei anticipó además que su gobierno buscará digitalizar los procesos de contratación, eliminar “trabas burocráticas” y abrir la posibilidad de pactar los contratos laborales en cualquier moneda, una decisión que, según fuentes gremiales, “apunta a romper con la paritaria nacional y con el concepto mismo de salario en pesos”.
Dolarización de sueldos y “banco de horas”: viejas recetas, nuevos discursos
El presidente retomó una de sus viejas promesas de campaña: permitir que los trabajadores cobren el 100% de su salario en dólares.
“Si alguien quiere cobrar el 100% de su salario en dólares, va a poder hacerlo”, aseguró Milei, en una frase que despertó aplausos en el auditorio empresario, pero escepticismo en los sindicatos y entre los economistas.
En una economía donde escasean las divisas y donde la brecha cambiaria supera el 40%, la posibilidad de dolarizar los salarios resulta más una consigna electoral que una medida viable. “Los empresarios no van a soltar sus dólares para pagar sueldos, y el trabajador no puede vivir de una promesa”, señaló un dirigente metalúrgico en diálogo con este medio.
Otra de las ideas retomadas por Milei fue la creación de un “banco de horas”, mecanismo que permitiría compensar jornadas de trabajo según las necesidades de la empresa. Esta figura ya fue rechazada en anteriores debates legislativos por sindicatos industriales y de servicios, que advirtieron que el sistema favorecería la precarización y la sobreexplotación laboral al diluir el pago de horas extras y recargar los turnos productivos.
Lo que Milei no dijo en su discurso
Fuera del micrófono, en los equipos técnicos del Gobierno vuelven a circular propuestas que la Justicia ya frenó por inconstitucionales cuando se dictó el DNU 70/2023. Entre ellas, la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos (que garantiza que sigan vigentes hasta que se firme uno nuevo), la reglamentación del derecho de huelga en sectores esenciales como transporte y educación, y la limitación de las cuotas solidarias sindicales, fuente central del financiamiento de los gremios.
Todas estas medidas fueron suspendidas por la Justicia laboral, que consideró que vulneran derechos constitucionales de los trabajadores y la autonomía sindical. Sin embargo, fuentes del oficialismo admiten que Milei busca reintroducirlas “por etapas” dentro de un paquete de leyes laborales a presentar después de las elecciones de octubre.
Alerta sindical y defensa del modelo argentino
Desde la CGT y las principales centrales sindicales, ya anticipan una respuesta unificada frente a cualquier intento de reforma laboral. “No hay modernización posible si significa pérdida de derechos”, expresó un dirigente del sector industrial.
Con este nuevo relanzamiento, Milei vuelve a ensayar el mismo libreto: promesas de dolarización y libertad contractual que, detrás de su envoltorio liberal, esconden una reforma laboral regresiva. El sindicalismo, en cambio, advierte que está dispuesto a defender en todos los frentes el modelo de negociación colectiva y los convenios por rama de actividad, pilares del sistema laboral argentino.