Tras el cierre del INTA AMBA y el traslado de todo sus trabajadores, ATE cuestionó la legalidad de la resolución y prepara una denuncia judicial

Más de 100 empleados recibieron la orden de cambiar de sede entre el viernes y sábado pasados. Temen que sea la antesala de despidos masivos en el marco del plan de ajuste del organismo por parte del gobierno nacional.
 

Martes, 01 de julio de 2025 11:45

Entre gallos y medianoche, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) AMBA no existe como tal, dado que más de sus 100 trabajadores recibieron la orden de mudarse de estación experimental y abandonar su puesto, una medida a la que le cuestionan su legalidad y la consideran como maniobra previa a los despidos.

Fue a espaldas de los trabajadores y sindicatos”, así lo mencionó el delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), José Perea, con respecto a la decisión que se ejecutó entre el viernes y el sábado pasado, días que no fueron laborables para la administración pública.

La noticia no sorprendió a ninguno de los empleados porque la Estación Experimental INTA AMBA fue la primera que se nombró para un posible cierre, en un marco de un plan de ajuste del organismo, que se verá más perjudicado por un decreto del Ministerio de Desregulación que planea recortes e incluiría la expulsión de 1.500 personas, fusiones de instituto, creación de macrorregiones y recortes en planes de investigación.

La estación experimental tenía una gran influencia sobre 39 municipios de la provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si bien no se barajó la posibilidad de cesantías, los investigadores no se confían. Por ahora, debieron trasladarse a otras sedes.

Perea analizó el impactó de la decisión y puntualizó que “a trabajadores que estaban dentro de una estructura, que tenían un perfil laboral con habilidades y conocimientos y una larga trayectoria, los van a poner en otros puestos de trabajo que no son acordes a la formación que ellos tuvieron”. Calificó a la maniobra como “un avasallamiento” que destruye el perfil laboral de muchos profesionales.

En este sentido, comparó: “Es como si mañana alguien te echara de tu casa, te vas al garage y después te mandan afuera”. También, estimó que el cierre del INTA AMBA es la punta del iceberg de un “ataque más profundo”.

Plan de lucha

Los trabajadores llevaron a cabo numerosas acciones para defender al organismo y denunciar su desguace. Una muestra de esto fue el abrazo simbólico a la institución en la sede de Castelar, en la que la consigna unánime fue “el INTA-AMBA no se vende, se defiende”. En simultánea, organizan una presentación judicial y también preparan nuevas medidas de fuerza para los próximos días.

Los integrantes de ATE sostienen que la reestructuración efectuada por la Dirección Nacional del Inta no tiene validez porque, aseguran, no tuvo en cuenta las disposiciones que establece el régimen de administración de estructura ni se permitió a los dirigentes participar.

Asimismo, Perea señaló, en diálogo con Bichos de Campo, que ATE había presentado un plan para conformar una nueva estructura conformada por dos institutos de investigación nucleados en un centro, pero que el Consejo Directivo lo “cajoneó”.


El delegado fue tajante y enfatizó: “Esta celeridad que tienen es porque quieren vaciar el INTA AMBA y meterle candado”.

Consecuencias del cierre

El impacto de la extinción forzosa del INTA AMBA alcanza al cinturón frutihortícola que abastece de alimentos y recursos al área más poblada del país, donde se concentran unas 16 millones de personas. 

En una emotiva y dolorosa carta, la ingeniera agrónoma y trabajadora de la estación, Anahí Minvielle, graficó la difícil situación por la que atraviesa: “Nos desarman sin mirarnos a la cara, sin darnos ni una sola explicación, sin siquiera darnos la posibilidad de defendernos. No nos preguntan qué hacemos; no quieren saber, no les importa. Sólo quieren borrarnos del mapa”.

Somos el INTA que trabajaba codo a codo con los que menos tienen, con ese productor y productora que vino del interior o de países hermanos, escapando de la miseria, a engordar las grandes urbes, huyendo del hambre y del agronegocio que lo arrinconaba y lo dejaba sin aire y sin posibilidades de progresar”, recalcó.

Apoyo de los legisladores

Más allá del triste panorama, desde el sindicalismo insisten en que lucharán para que vuelva todo a fojas cero.

En la movilización que hizo el sector hacia la sede en el microcentro porteño, también recolectaron el apoyo del diputado nacional por el Partido de los Trabajadores, Christian Castillo, que instó a sus pares en el Congreso a votar en contra del ajuste al INTA. “Nuestro compromiso, si sale el decreto de Sturzenegger, es tratar de derrotarlo”, dijo en la calle.