Empleados de Astra Evangelista (AESA), una empresa subsidiaria de YPF, parecen metidos en una verdadera encrucijada, ya que los propietarios de la misma, al no poder recortar casi la mitad de los sueldos, optaron por despedir a más de 40 operarios en la última semana en la planta de Canning. Dicha situación derivó en un paro total y en un acampe por tiempo indeterminado fuera del establecimiento.
Si bien los empleados afirman que la compañía de soluciones energéticas transita por un contexto de resultados operativos favorables, las autoridades basaron las cesantías en la búsqueda de "competitividad y eficiencia”.
El delegado de los trabajadores de la planta de Canning, Alfredo Martínez, repasó que hace 25 días la firma echó a más de 40 de sus compañeros, quienes habían sido reincorporados en el marco de una conciliación obligatoria, pero que, al finalizar esa instancia, los desafectaron definitivamente.
Con una antigüedad de una década, Martínez reveló: “Ya venía con amenazas, queriendo bajar nuestro sueldo un 40 por ciento. Hasta que tomó la decisión de despedir a 43 compañeros. Mediante la conciliación obligatoria pudieron entrar de nuevo. Ahora venció la conciliación y no los dejaron entrar más”.
Sobre la medida de fuerza explicó que “acá estamos, hace más de una semana con el acampe fuera de la fábrica y haciendo el aguante como todos los días”. “Estamos esperando la reincorporación de los compañeros”, recalcó.
Entre la espada y la pared
Más tarde, dio a conocer la práctica casi extorsiva de las autoridades de Astra Evangelista al precisar que “están llamándonos día por medio, pero siempre nos dicen que nos tenemos que bajar los sueldos para que puedan ingresar los compañeros”. A propósito, mencionó que “la idea de ellos es bajarnos el sueldo el 42,5 por ciento para que puedan volver los compañeros”.
También, lamentó el trato recibido por los propietarios de la compañía tras indicar que “la empresa tiene más de 75 años y esto nunca ha pasado”. Por lo que manifestó que “es una vergüenza que tomen medidas drásticas de esta manera. No somos nada para la empresa, pero se olvidan que tenemos familia. Y eso no es para nada justo”.
A modo de cierre, destacó que “el sindicato también ofreció formas de mediar y la empresa siempre estuvo con la negativa”.
La compañía
Durante el año pasado, en medios especializados sobre la industria de la minería, destacaban que “con 75 años de trayectoria, se posiciona como un actor clave en el desarrollo de los sectores minero y energético en Argentina, ofreciendo soluciones integrales a las industrias del petróleo, la energía y la minería”.
Posteriormente, daban cuenta que “la compañía, que emplea a casi 9.000 personas distribuidas en distintas provincias argentinas, como Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, Mendoza y Buenos Aires, ha consolidado su presencia en áreas estratégicas, como la provincia de Jujuy, donde ha comenzado a colaborar activamente con la industria del litio, uno de los sectores más dinámicos y de mayor crecimiento en el país”.