La llegada de Javier Milei a la Presidencia de nuestro país es producto del fracaso de la clase política tradicional. Tener a una persona tan nefasta, ineficiente, nociva y antipatria es lo peor que nos pudo pasar.
Existe un remedio para terminar esta pesadilla: el juicio político. ¿Están dispuestos los opositores a impulsarlo o van a seguir siendo colaboracionistas y cómplices de nuestra destrucción?
La decadencia de la clase política y el desgaste de la democracia interna
Tenemos partidos políticos con mujeres y hombres que llevan más de 15 años atornillados a los mismos cargos en algunos casos, y en otros lugares distintos también, pero siempre están ahí, sin permitir la renovación dirigencial y generacional en todas las estructuras partidarias. Se creen imprescindibles, cuando han demostrado ser más que prescindibles.
Los partidos políticos argentinos no tienen democracia interna, ya que no hacen internas.
Grupos de familiares, amigos y obsecuentes de turno son quienes integran a dedo las listas de candidatos a cargos ejecutivos y legislativos.
Veamos a las candidatas y candidatos a diputados nacionales por Córdoba, que en estos días se pasean por los medios de comunicación local.
Hablamos de portadores de apellidos, familiares de viejos políticos, actuales legisladores que quieren tener cuatro (4) años más ocupando bancas en el Congreso, sin trayectoria propia, sin demostrar capacidad ni méritos para estar en esos lugares.
Legisladoras y legisladores que nunca movieron la aguja en la política con su gestión.
¿Cuántos proyectos presentaron en su mandato actual o en anteriores que hayan mejorado la vida del pueblo? Ninguno.
Grandes vendedores seriales de humo, que hoy se presentan ante el electorado como la alternativa, como los rebeldes y como los verdaderos opositores.
Muchos de ellos han sido los principales aliados de la nefasta gestión de Milei como presidente.
Este alarmante nivel de mediocridad en la política solo profundiza la crisis de representatividad política en esta nación.
Renovación generacional: el camino para rescatar a la Argentina
Si de verdad queremos salir adelante alguna vez, debemos recuperar todos los partidos políticos, volviendo a las internas y terminando con el microemprendimiento de muchas familias que así los han convertido.
Hay que ponerle fin a una era de políticos que han llevado a nuestra nación al pozo en el que está sumergida.
Solo con una profunda y verdadera renovación generacional y dirigencial, y sin que estén los mismos de siempre, lograremos estar en el lugar que merecemos y volver a ser la potencia mundial que alguna vez fuimos.
Hace falta políticos que amen a la patria, que tengan trayectoria, capacidad, que trabajen para el bienestar del pueblo y no para ellos mismos.
Basta de ir al basurero para seguir eligiendo dirigentes fracasados que se reciclan con el paso del tiempo para eternizarse en cargos de representación ciudadana.