Para octubre, el gobierno nacional tiene como objetivo fijar un techo paritario del 2 por ciento mensual, una forma de tratar de romper la inercia de la inflación, que se mantiene en torno al 4 por ciento pese a los esfuerzos. Para eso, se ordenó a la secretaría de Trabajo que no se homologuen acuerdos por encima de esa cifra, bajo el argumento que en los últimos meses los ingresos le ganaron a la inflación.
Pero hasta ahora, las dos nociones son desmentidas por la realidad. La primera, porque los gremios están firmando acuerdos que superan ese límite, como quedó demostrado en varias paritarias, la más reciente la de los mecánicos de SMATA.
La otra, porque pese a los datos mostrados por el gobierno, los sueldos siguen corriendo de atrás respecto a los precios. Un nuevo informe del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma desmiente esa afirmación, y alerta que los salarios están “en el peor nivel” de los últimos años. Incluso, en la era libertaria retrocedieron 20 puntos respecto de la inflación. Esta crisis, para los trabajadores privados, es mucho más grave para los empleados públicos, que ya perdieron un 35 por ciento de su poder de compra.
El trabajo del Monitor de Indicadores Sociales del IEF estableció que la pérdida salarial de los privados está en los peores niveles desde el 2016. “Cabe destacar que el crecimiento del salario real de los trabajadores registrados en estos meses responde a una lógica relativamente sencilla: Luego del fuerte ajuste en diciembre y enero, que condujo a un piso mucho más bajo, las paritarias comenzaron a actualizarse por inflación pasada”, destacó el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial.
En un contexto de precios “que mostraron una variación mensual decreciente, aunque todavía muy elevada, ello permitió que el salario pudiera recortar parcialmente aquel deterioro”. Sin embargo, “este efecto solo se sostendrá en tanto y en cuanto la inflación siga su camino decreciente, algo que no parece estar sucediendo en la actualidad”. “De no existir una modificación de esta dinámica, el mejor escenario posible es una estabilización del salario real en niveles que apenas empatarían con los que fueron los más bajos de la última década en el sector privado, y que profundizarían un deterioro muy significativo en el sector público”, remarcó el trabajo.
De esta forma, la entidad salió al cruce del gobierno, que difundió datos del INDEC sobre la situación salarial de julio. A partir de esto, se salió a sostener que el salario “le ganó por cuarto mes consecutivo a la inflación” y que ello era una muestra de las virtudes del actual programa económico”. Sin embargo, afirmó el IEF, “la realidad está muy lejos de acompañar esta visión”. En julio “la variación promedio del salario en el sector privado registrado y en el sector público fue superior a la inflación, y crecieron el 6,3 y 6,7 por ciento respectivamente, contra un IPC que se incrementó el 4 por ciento”.
Sin embargo, este aumento del salario real debe ser puesto en contexto. En primer lugar, todavía resulta “insuficiente para revertir la pérdida de los meses de diciembre y enero”. En el sector privado registrado, “si bien ya se recortó gran parte de aquel retroceso, todavía se encuentra un 2,6 por ciento por debajo del nivel de noviembre”. En el sector público “la situación es muchísimo peor: los valores actuales representan una caída del 16,9 por ciento en términos reales en el mismo período”.
Mayor deterioro
La mirada de los que sucede en la gestión libertaria en materia salarial es más grave si se amplían los tiempos, y se van a casi 10 años atrás, ya que el IEF recalcó que “comparar contra noviembre de 2023 también puede resultar engañoso. “Los salarios de los trabajadores registrados por entonces estaban en los niveles más bajos de la última década”, se dijo. De esta manera, “la caída de este año profundiza un deterioro tendencial iniciado muchos años atrás: en julio de 2024 el salario real en el sector privado registrado acumulaba una caída del 20 por ciento en comparación con diciembre de 2016 y en el sector público este retroceso era del 35 por ciento”.
Esos 15 puntos de diferencia entre los salarios del sector privado y del sector público son los que tensan la relación de los estatales con el gobierno, que lleva adelante en esa área el brutal ajuste, empezando por los empleados de la administración pública y los docentes y nodocentes universitarios.
Por esto, ATE anunció que profundiza el plan de lucha ante la tercera ola de despidos en el sector público y el congelamiento salarial y lanzó acampes y permanencias en ministerios, siendo la primera de las acciones este jueves a partir de las 12 del mediodía en la sede del Ministerio de Capital Humano, cartera conducida por Sandra Pettovello.
Paritarias
En cuanto a las discusiones paritarias, la mejora esgrimida por el gobierno puede verse en algunos acuerdos, por encima del techo oficialista. El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) acordó con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) un nuevo incremento salarial del 8,2 por ciento, de alcance bimestral (septiembre y octubre 2024) y adoptará la modalidad de Suma No Remunerativa. Luego, en noviembre, se incorporará al básico de cada categoría.
Por su parte, trabajadores de entidades deportivas y civiles (UTEDYC) nucleados en el Convenio Colectivo de Trabajo 804/23 cobrarán un 5 por ciento de aumento con los salarios de septiembre. El incremento es sobre la base de agosto 2024.
Por su parte, los trabajadores bancarios recibirán en octubre un aumento que incluye un porcentaje mensual de aumento del 4,2 por ciento, equivalente a la inflación del mes de agosto, sobre los sueldos de julio, “para todas las remuneraciones mensuales brutas, normales, habituales y totales, remunerativas y no remunerativas, incluyendo los adicionales convencionales y no convencionales”, según informa el comunicado oficial. A su vez, Mercado Libre y la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga de la República Argentina (UTICRA) llegaron a un acuerdo para incrementar los salarios de los empleados del gigante del comercio electrónico alcanzados por este convenio. Este aumento impactará en aquellos trabajadores que cumplan jornada full time y será del 6 por ciento, corresponde al bimestre septiembre-octubre.
Por último, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), cerró un acuerdo de incremento salarial para el bimestre agosto-septiembre. Para este mes corresponde un aumento del 4 por ciento en septiembre y un pago único de 44.613 pesos por el Día del Trabajador de la Sanidad que se celebra el 31 de septiembre. El gremio de Héctor Daer acordó volver a reunirse con las cámaras empresarias en octubre, a fin de analizar el impacto de la inflación en las nuevas escalas y definir nuevos aumentos.