El secretario general del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio (SEIVARA), Cristian Jerónimo, advirtió que el sector atraviesa “una recesión importante” ante la baja demanda y la importación indiscriminada de productos que provienen de Chica, al tiempo que si bien “no hay paritarias que alcancen”, remarcó que “si uno puede ayudar a alguna empresa que no cierre, debe hacerlo”.
El titular del SEIVARA manifestó su preocupación por la actualidad del rubro, al cual el Gobierno ignora por completo, tras alertar que “los puertos están llenos de contenedores que vienen de China”.
Al respecto, el también secretario de Salud Laboral y unos de los candidatos a conducir la central obrera, manifestó que “la industria del vidrio no es ajena a la realidad generalizada de la industria nacional hoy”, por lo que sentenció: “Hay una recesión importante y está peleando”.
Asimismo, analizó cómo repercute en la mencionada rama productiva las consecuencias de los problemas que sufren otras con las que mantiene una estrecha relación al subrayar que “nuestra industria tiene tres o cuatro ramas con mucha incidencia”. “Una es la construcción, cuando se cae tiene mucho impacto. La otra es la automotriz. Y es generalizado”, detalló.
Lumilagro, caso testigo
Jerónimo repasó la situación de la reconocida compañía fabricante de termos, que, hace días, decidió importar gran parte de sus productos y fabricar una fracción menor ante el escenario de recesión que perjudica a la industria.
Precisamente, la firma presentó un nuevo plan que consiste en importar 60 por ciento de los termos desde China y Brasil, y mantener solo el 40 por ciento de producción nacional (algo de vidrio y el resto de acero) bajo la premisa de "readaptarse o morir", como definió su gerente comercial públicamente, Carlos Bender.
El quiebre se precipitó con una decisión clave, pocos días después de que la administración de Javier Milei eliminara los aranceles antidumping sobre termos y recipientes isotérmicos a principios de julio, vigentes desde 2001.
Con respecto a la empresa que era una de las principales demandantes de la materia prima, sintetizó: “Todo es caída de producción y políticas que van a contramano de cuidar la industria nacional. Esta política económica en su mirada nos tiene como un país primarizado”.
Para que la crisis no se agrave, el dirigente gremial remarcó que hay que “ir peleándola” como sea posible y lanzó críticas contra el INDEC porque “creemos que el índice inflacionario es mentiroso”. “El costo de vida es altísimo y no hay paritarias que alcancen”.
Evitar cierres
No obstante, mostró un espíritu dialoguista para con fabricantes del sector e indicó que “por la responsabilidad, tratamos de discutir las mejores paritarias posibles en el día a día viendo cómo está la actividad”. Luego, fue directo y aclaró: “Porque con empresas cerradas no hay paritaria que se pueda discutir”.
“Me parece que eso está a la vista de propios y extraños, que juega con la incertidumbre de los trabajadores. De no saber si algún día va y se encuentra con la fábrica cerrada”, sumó.