En el marco de la reapertura de la discusión paritaria, el gobierno de la provincia de Buenos Aires se reunió con estatales y docentes. En un contexto complejo, marcado por el ajuste que lleva adelante el gestión libertaria y la campaña electoral, funcionarios bonaerense se reunieron con los gremios enrolados en la ley 10.430 y los integrantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB), para comenzar el proceso de discusión para los nuevos incrementos salariales para ambos sectores. En la primera reunión, como se viene haciendo, no hubo oferta concreta, y se presentaron los datos de las arcas públicas provinciales, golpeadas por la motosierra libertaria. En este sentido, los representantes del gobernador Axel Kicillof les confirmaron a los dirigentes que irán a la justicia para reclamar nada menos que 12 billones de pesos, que la Casa Rosada dejó de transferir a La Plata.
Esta situación genera alarma entre los gremios, que temen que la falta de recursos complique las negociaciones, como pasó en la discusión de mayo, donde por primera vez se rechazó una oferta oficial. En el caso de los docentes, la mesa paritaria se abrió cuando hay al menos siete provincias en conflictos, y hay presiones para nacionalizar un plan de lucha que unifique todos los reclamos. Críticas a los gobernadores por “acompañar el ajuste de Javier Milei”.
Los integrantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) fueron los primeros convocados para la reapertura de las paritarias de la provincia de Buenos Aires, una cumbre llevada a cabo en la sede del Ministerio de Trabajo la capital provincial. Junto a autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), los funcionarios dieron detalles de la situación financiera que atraviesa la provincia, afectada por un ajuste que situaron en los 12 billones de pesos.
En este contexto, el FUDB confirmó que en la reunión “se realizó un análisis de los índices de inflación, del impacto en el salario docente y de la situación compleja que, en particular, atraviesa nuestro sector”. Por su parte, el gobierno provincial expresó “las dificultades financieras que enfrenta la Provincia como resultado de medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional, una deuda que es ahora de 12 billones, dado que hay continuidad en el recorte de fondos y, en muchos casos, la eliminación de los mismos”. Ante esto, los gremios plantearon “la necesidad de fortalecer el poder adquisitivo del salario docente estableciendo un incremento salarial para el mes de agosto, dado que se está cobrando en esta semana el incremento del mes de julio; para que, de este modo, se le dé continuidad a la recuperación salarial”.
Sin oferta –siguiendo el mecanismo que se viene usando desde que comenzó la actual gestión provincial –los funcionarios tomaron nota de los requerimientos del FUDB y, mediante un cuarto intermedio, convocó a una próxima reunión para el viernes 8 de agosto, con el objetivo de “dar continuidad a la mesa paritaria y avanzar en acuerdos que atiendan las demandas de nuestro sector”.
Si bien los dirigentes coincidieron que el clima es “ameno”, la profundidad del ajuste teme que se vuelva un obstáculo muy fuerte para lograr un acuerdo, en momentos que los conflictos docentes se extienden. “Entendemos que tenemos que avanzar en un aumento importante, que se note en los salarios de los docentes y los trabajadores en general”, le dijo a Data Gremial el secretario Gremial de UDOCBA, Gustavo Salcedo.
El dirigente recordó que además del tema salarial “tenemos que acordar una serie de cuestiones laborales que venimos pidiendo, en beneficio de los compañeros”.
Sobre el futuro de la negociación, Salcedo recalcó que “esperamos que la semana que vienen logremos llegar a algún tipo de acuerdo para que los aumentos se puedan percibir con los sueldos de septiembre, teniendo en cuenta que el jueves vamos a cobrar el 4 por ciento de incremento acordado oportunamente para el mes de julio”. En este sentido, se marcó que “tenemos tiempo para avanzar en el aumento”, aunque esperan que se llegue a un entendimiento “lo antes posible”. Desde el FUDB destacaron que sin el acuerdo alcanzado en mayo le permite a los docentes estar por encima de la inflación, lo que esperan mantener para este segundo tramo del año.
Rebelión docente
La reunión de la paritaria docente en la provincia de Buenos Aires se da en momentos que la mayoría del país vuelve del receso invernal, y al menos en siete provincias se activaron paros y acciones para reclamar mejoras salariales y laborales.
Se trata de medidas de fuerza que se llevaron adelante entre la semana pasada y esta que comienza, y que muestran el malestar en el sector, no sólo con el gobierno nacional, que entre otras cosas clausuró la Paritaria Nacional Docente, sino además con los gobernadores, a quienes acusan de acompañar el ajuste libertario”. Así, en estos días hubo protestas en Salta, Jujuy, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Misiones, Chubut y Chaco, que se extendieron hasta estos días. En el caso santacruceño, el conflicto entre el gremio docente ADOSAC y el gobierno local sumó un nuevo capítulo esta semana, con la convocatoria a un nuevo paro escalonado de cuatro días, que comenzará mañana miércoles 6, jueves 7, miércoles 13 y jueves 14 de agosto.
Si bien estas luchas fueron apoyadas por CTERA, el principal gremio a nivel nacional del nivel inicial y secundario, sectores clasistas presionan para un plan de lucha nacional, que coordine las luchas provinciales.
Así lo reclamaron desde la Coordinación Nacional Docente, que reúne a gremios y agrupaciones clasistas de todo el país, que expresaron que estos paros expresan “el hartazgo ante el ajuste que también golpea en cada provincia”. “No son hechos aislados. En todas ellas se repite el mismo esquema: ofensiva contra nuestros derechos, pérdida salarial y desfinanciamiento general de la escuela pública”, dijeron, que le pidieron a la conducción de CTERA y a los gremios docentes de la CGT que “rompan con su política de pasividad y contención, y convoquen de inmediato a un plan de lucha nacional, empezando por rodear de solidaridad activa los paros en curso y unificando los conflictos como el hospital Garrahan, la universidad, discapacidad o jubilados”.
En diálogo con Data Gremial, desde la coordinación confirmaron que buscarán “nacionalizar las luchas”. “Es importante que estas siete provincias en conflicto y los problemas que comienzan a surgir en todo el país se coordinen para enfrentar una política de ajuste terrible que no sólo lleva adelante el gobierno nacional, sino como se ve en estas situaciones es compartido con los gobernadores”, dijeron.
El espacio está firmado por el gremio Ademys de CABA, y la lista Multicolor de SUTEBA, entre muchos otros. Para el sector, esta unidad “es la única manera de contrarrestar una situación que está cada vez más crítica se saldrá de esta realidad que no sólo es muy difícil para los trabajadores sino además para sostener la educación pública”.
Crisis de fondo
La reapertura de las paritarias en la provincia de Buenos Aires se da en medio del inicio de la campaña electoral, y la pelea entre la gestión de Kicillof y la Casa Rosada por la motosierra de recursos. “Es un proceso que va a llevar varios días”, admitió en la previa el ministro de Gobierno, Carlos Bianco.
En conferencia de prensa, el funcionario de Kicillof afirmó que vienen “haciendo un esfuerzo muy grande para asegurar que no caiga el poder adquisitivo de los salarios”. En esta misma línea, prometió “hacer los mejores esfuerzos para que estas paritarias permitan mantener el poder adquisitivo de los trabajadores”. Cabe recordar que la situación económica provincial no es la mejor en medio de la crisis general que impacta en la recaudación, las deudas nacionales que ya superan los 12 billones de pesos y el pedido de endeudamiento durmiendo en la Legislatura Bonaerense.
Respecto a la deuda, este mismo martes se confirmó que la gestión provincial presentó ante la Corte Suprema de Justicia un recurso para que el máximo tribunal se expida sobre una deuda que el gobierno nacional tiene con la provincia de Buenos Aires.
En el escrito, el gobierno bonaerense pidió que se fije una audiencia conciliatoria entre las partes en función de la “apremiante situación económica” que fue descrita en la demanda presentada en abril de 2024. El reclamo provincial tiene que ver con diversas deudas que el Gobierno nacional tiene por recortes en varios programas, pero el pedido de este martes esta relacionado con fondos previsionales de la ANSES que tienen como objetivo compensar los desequilibrios que tiene el sistema jubilatorio bonaerense. Esta deuda es por 1.6 billones, pero el total que reclama el gobierno provincial asciende a 12,1 billones de pesos si se toman los diversos ítems que exige la administración bonaerense.