En medio de la campaña electoral, a Rodríguez Larreta se le multiplican los conflictos gremiales

El descontento de los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires es un problema para el jefe de gobierno, lanzado a la disputa interna para ser el representante de Juntos en las presidenciales. Salud, subte y docentes, los principales focos de conflicto.

En medio de la ola polar que sufre buena parte del país, en la Ciudad de Buenos Aires trabajadores de la salud denuncian que hay problemas con la calefacción, que afecta al personal sanitario y los pacientes. Como sucedió con el calor extremo, por el frío que se vive en varios nosocomios se hace “imposible estar”, y denuncian que el gobierno porteño solo ensaya “parches”, como enviar estufas eléctricas.

Esto, sumado al descontento por la situación salarial, hizo que el viernes pasado se realizara un paro, para reclamar mejores condiciones laborales.

Este conflicto se suma al del subte, que crece en intensidad, y que incluye el pedido de retiro del asbesto, material cancerígeno, y la reducción de la jornada laboral. Esto dos casos, junto con las críticas de los docentes por las malas condiciones de muchas de las escuelas, constituyen el vértice más fuerte del descontento sindical sobre la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, que en plena interna para ser el candidato presidencial de la oposición debe lidiar con el descontento y los reproches de sus gremios, que se volvieron “una piedra en el zapato” de la campaña proselitista.

 

Los conflictos sindicales en la Ciudad de Buenos Aires se multiplican, mientras Rodríguez Larreta afina su estrategia para la interna opositora. El descontento de trabajadores de la salud, docentes, personal del subte y otros estatales no es nuevo, pero se fue potenciando a medida que el jefe de gobierno se fue alejando de la gestión.

En este sentido, queda expuesto que muchos de los logros que serán usados por el dirigente para la campaña serán cuestionados por sus trabajadores. En el caso de la salud, los reclamos vienen desde el inicio de la pandemia, e incluyen el pedido de mejoras salariales, la contratación de personal y por las malas condiciones de los hospitales, que de la misma manera que sufrieron la ola de calor, ahora tienen muchas dificultades para la atención por el frío extremo.

La falta de calefacción y los problemas con el frío ocurren en muchos hospitales, nos abemos exactamente en cuántos”, sostuvo Héctor Ortiz, referente de la agrupación ATE Hospitales. En diálogo con Data Gremial, recalcó que en lugares como “el Durand, Ramos Mejía, Fernández directamente no tiene calefacción, en algunos cortaron el gas en varios pabellones”. En estos días de temperaturas bajo cero, la respuesta en algunos nosocomios fue la entrega de estufas eléctricas.

Las instalaciones eléctricas de muchos lugares no están preparadas para esos aparatos, entonces saltan las térmicas, hay cortocircuitos, todo está hecho a los ponchazos”, se quejó Ortiz la agrupación encabezó el viernes pasado una jornada de lucha, con paro de actividades incluido, que incluyó una movilización al Ministerio de Salud porteño, para pedirle respuesta a su titular, Fernán Quirós. “La culpa no es del frio, sino de la falta de inversión en salud”, dijo Ortiz, que remarcó que en estas circunstancias el personal de salud “se agota”, y termina buscando trabajo en el sector privado, dejando al público “sin personal”.

Reclamo bajo tierra

Otro foco de conflicto en la Ciudad de Buenos Aires es el subte. Desde el 2018, los trabajadores reclaman el retiro de formaciones con asbesto, material cancerígeno prohibido en el 2000 en el país, que fue detectado en algunos trenes comprados a España. A partir de ello comenzó una campaña para su retiro, y se comprobó que hay material en vagones y estaciones, y que afecta a los trabajadores.

A partir de los reclamos y las acciones de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), se comenzó con el retiro, pero los metrodelegados piden que sea con mayor velocidad, ya que en este tiempo hubo más de 80 empleados afectados por la exposición, incluyendo seis pacientes oncológicos y tres fallecidos. Por eso, piden además del plan de desasbestizción que se reduzca la jornada laboral, incluyendo dos francos semanales, para bajar la exposición.

Los cuestionamientos al gobierno porteño apuntan a la falta de “voluntad política” para comprar nuevas formaciones, y para implementar un programa más rápido y eficaz para evitar la exposición de otros trabajadores y pasajeros. En este punto, el gremio logró dejar firme el amparo ambiental, que reclamó ante la justicia la necesidad de medidas, que por ahora el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires toma a medias.

Se creó una Comisión de todas las partes: el sindicato, el gobierno de la Ciudad, la Defensoría del Pueblo. Era necesario tratar de estar a la altura de una situación grave en donde la empresa concesionaria y la empresa estatal sabían de esto y nos lo habían ocultado, desde hace años”, denunció en la última audiencia pública realizada en la legislatura porteña el secretario de Salud Laboral de AGTSyP, Francisco Ledesma.

Para los metrodelegados, el tema no está en la agenda del jefe de gobierno, que hasta ahora no se ha pronunciado públicamente sobre el tema. Incluso desde el gremio afirman que la falta de compromiso hace que se estén vendiendo o rematando formaciónes viejas, como las tradicionales de la Línea A que eran de madera, que tienen presencia del material. En este sentido, desde la secretaria de Salud Laboral le confirmaron a Data Gremial que la semana pasada se presentó en la justicia un pedido para que se suspenda el remate de vagones de formaciones GEE-CAFconfirmadas de contener asbesto en sus componentes”. Se hizo a través de la legisladora Victoria Montenegro, que tramitó el pedido legal ante el Juzgado de 1ra Instancia en lo Administrativo y Tributario 23, para que se frene esta venta, hasta que se demuestre que no hay material contaminante.

Cuestión salarial

Un tema central en las disputas entre los gremios y la gestión de Rodríguez Larreta es la cuestión salarial. Salvo con el SUTECBA, gremio aliado desde tiempos de Mauricio Macri, las paritarias con el resto de los sectores es problemática desde siempre. La entidad que lidera el histórico amadeo Genta acordó este año una paritaria anual del 60 por ciento, que hace unos días reabrió y le agregó unos puntos porcentuales, y lo dejó en torno del 42 por ciento para el primer semestre.

Esto fue rechazado por varios sectores, como el de los trabajadores de la salud. Como comentó Ortiz, el recamo del sector busca sumar “una suma fija a los salarios, más un aumento acorde a la inflación, e inclusión de los profesionales de enfermería a la carrera profesional de salud”. “Los sueldos no alcanzan, no hay respuestas y estamos muy preocupados”, insistió el referente de ATE Hospitales.

En el sector docente, la semana pasada hubo una reunión de la paritaria sectores, donde el gobierno de Rodríguez Larreta ofreció un 8 por ciento para el mes de junio, que se sumaría al 9 por ciento previsto (todo sobre el sueldo de enero). Con este porcentaje, el sueldo de un docente de CABA quedaría en 178.157 pesos para el cargo de maestra de jornada simple y el valor de la hora catedra en 9.584 pesos cada una. Ademys lo rechazó teniendo en cuenta “los índices de inflación prevista que según estimaciones del Banco Central sería del 149 por ciento y, con estas cuotas que se ofrecen quedaría en 80 por ciento para todo el año”.La línea de pobreza de mayo es de 222.600 pesos y no podemos naturalizar el doble o triple cargo para llegar a fin de mes. Esta convocatoria a mesa salarial es una constatación del clima de paros impulsados por Ademys que viene reclamando por el salario”, concluyó el gremio.